Un pensamiento pasó por la mente de los mexicanos: “Ahora sólo falta que tiemble”. México ha tenido que soportar la pandemia de un nuevo virus del cual no hay vacuna y que provocó la profundización de una incierta situación económica, además de una larga cuarentena para evitar la dispersión del COVID-19, un reciente chubasco intenso que trajo consigo una impactante tormenta eléctrica de madrugada y la llegada de una densa nube de polvo desde otro continente, aunque no uno de los eventos de la naturaleza que son frecuentes en la región.
Pero tembló. A las 10:29 horas (siempre tiempo del centro de México) de este martes, un movimiento telúrico de 7.5 grados de magnitud comenzó 23 kilómetros al sur de Crucecita, una comunidad ubicada en las costas de Huatulco, centro turístico del suroeste del país, en el estado de Oaxaca.
El movimiento afectó sobre todo a dicha entidad, una de las más pobres del país, y se sintió en la Ciudad de México, donde se reportaron movimientos muy intensos, aunque daños menores, al igual que los estados de Chiapas, Guerrero, Morelos, Tabasco, Veracruz, Puebla, Michoacán, Tlaxcala e Hidalgo, que también reportaron afectaciones anecdóticas.
Sin embargo, las principales afectaciones fueron las que sufrió Oaxaca. En el estado gobernado por Alejandro Murat murieron, hasta la noche del martes, seis personas: una mujer y cinco hombres, uno de ellos un trabajador de Petróleos Mexicanos (Pemex), así como cuatro heridos.
Además, se vieron afectadas tres carreteras federales, cinco autopistas y un puente estatales. “Todos los derrumbes de estas afectaciones han sido liberados y hay paso en todas esas vías”, confirmó Murat en su último corte de la jornada a las 20:00 horas.
Por todo esto, el gobernador solicitó de manera formal al gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador que declare estado de emergencia en 50 de los 570 municipios de la entidad. De ellos, 30 municipios han resultado con afectaciones considerables, desde daños en infraestructura, así como en sus iglesias, caídas de bardas, derrumbe de cerros, caída de árboles, postes, fugas de gas e incluso pequeños incendios.
La buena noticia para Oaxaca fue que, en el sector salud, todos los hospitales del estado trabajan de manera normal, atendiendo tanto la epidemia de COVID-19 como el resto de patologías. Los nosocomios sufrieron daños menores.
En Oaxaca todavía quedan por ser atendidos 7,000 clientes por falta de electricidad y el sistema de aguas trabaja de manera normal. Unas 500 viviendas, detalló Murat, se vieron afectadas, incluidas cuatro escuelas y 55 monumentos históricos, así como cuatro zonas arqueológicas.
El incendio de la Refinería de Salina Cruz fue controlado en su totalidad y no existe alerta de tsunami, solamente incrementó 110 centímetros la marea del mar en la costa oaxaqueña
Pero todavía hay mucho trabajo por delante para las autoridades. El comandante Juan Cordero, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), unos 300 elementos fueron desplegados en la entidad bajo el plan de acción DN-III, que contempla el auxilio de las Fuerzas Armadas en casos de desastres naturales.
Parte de este despliegue contempló a la treintena de elementos de infantería que, a pie, intenta llegar a una zona donde supuestamente se encuentran 15 personas atrapadas, aunque ni la Sedena ni el gobernador dieron más detalles sobre el tema, salvo que intentarán llegar ellos mismos al lugar este miércoles.
Sin embargo, las réplicas no se han detenido en todo el día, como suele suceder con un sismo de una intensidad tan alta, un recordatorio de que México es un país con una alta actividad sísmica que ha sufrido desastres naturales en otros años, incluidos 2017 y 1985, los más representativos.
De acuerdo con un informe del Servicio Sismológico Nacional, la institución de referencia en el tema geofísico a nivel nacional, hasta las 18:30 horas del 23 de junio de 2020 se habían registrado 837 réplicas, la mayor de magnitud 4.9 a las 13:27 horas.
El temblor llega a la capital mexicana
La Ciudad de México, uno de los puntos rojos de la pandemia de COVID-19, se vio sacudida por el temblor de 7.5 grados, que fue “percibido de manera fuerte”, pero no reportó ninguna de las réplicas posteriores ni presentó muertos.
Los daños fueron menores. Se presentaron solamente dos heridos: un adulto y un menor, ambos en la alcaldía Iztapalapa, en el sureste de la urbe. Entre los daños materiales, se presentaron 32 edificios que tuvieron afectaciones en sus fachadas.
Entre los inmuebles afectados se encuentran cuatro que son del gobierno, pero todos ellos tienen “afectaciones menores por desprendimiento de fachadas”, de acuerdo con la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
En el Estado de México, colindante con la capital, se registraron cuarteaduras en el Hospital General de Chalco y afectaciones por cuarteaduras en el IMSS oriente del municipio de Ecatepec.
En cuanto a Chiapas, Guerrero, Morelos, Tabasco, Veracruz, Puebla, Michoacán, Tlaxcala e Hidalgo, el sismo fue percibido, pero al momento no se reportan afectaciones mayores.
En la capital mexicana fue donde más se reportaron videos del impresionante movimiento sísmico: edificios meciéndose de un lado a otro, albercas agitadas como si una mano gigante e invisible jugara con ellas, y el crujido de los edificios que filmaron aquellos habitantes de los pisos más altos, que no deben descender por seguridad.
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