Las decisiones de México ejemplifican por qué América Latina es ahora el centro de la pandemia: The Economist

El diario aseguró que los gobiernos latinoamericanos buscan empujar su economía con la reapertura prematura de actividades, mientras el coronavirus continúa en ascenso

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(Foto: Reuters/Jose Luis Gonzalez)
(Foto: Reuters/Jose Luis Gonzalez)

América Latina podría ser considerada el nuevo centro de la pandemia, luego de que México, Brasil, Perú y Chile ocupen un lugar entre los 15 países con mayor número de casos de contagio confirmados, de acuerdo con la Universidad John Hopkins.

Los factores que pudieron llevar al continente hasta dicho escenario son varios, pero el diario The Economist aseguró que las decisiones de México sobre la cuarentena y su “estrategia a medias” para controlar al virus son claros ejemplos del porqué.

El gobierno inició con la Jornada Nacional de la Sana Distancia a finales de marzo de 2020, cuando se habían registrado menos de mil casos y a casi un mes de haberse registrado los primeros tres pacientes con un contagio de COVID-19.

Fue con dicha decisión que gran parte de la economía formal tuvo que cerrar y únicamente se mantuvieron a flote las actividades esenciales como los medicamentos, las tiendas abarrotes, de autoservicio, trámites y pagos hacendarios, la seguridad pública, sector salud, entre otras.

Sin embargo, The Economist aseguró que un cierre prematuro como el de México no pudo frenar el brote de coronavirus, a diferencia de otros territorios considerados entre los más ricos del mundo; y mientras los números de contagios continúan creciendo en 27 de los 32 estados, las autoridades “flexibilizaron” las reglas de movilidad, además de la reapertura de más sectores como el automotriz, de construcción o minería.

(Foto: Reuters/José Luis González)
(Foto: Reuters/José Luis González)

De acuerdo con el diario, esto puede atender también a las predicciones económicas sobre las extremas reducciones del PIB en diferentes regiones de América Latina. El Banco Mundial, por su parte, espera una retracción del 7.5% para México, mientras la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el peor de los casos, reportó una posible caída de hasta 8.6%.

“No sorprende que otros gobiernos en la región, además del mexicano, contemplen poner fin al cierre de sus actividades económicas mucho antes de domesticar la enfermedad. Es una apuesta”, escribieron.

Por otra parte, señalan que el objetivo del gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador no era detener el virus lo más rápido posible, pero sí ganar tiempo para encontrar camas extra, contratar más doctores, comprar ventiladores, educar a los ciudadanos sobre los protocolos preventivos médicos, así como emprender investigaciones alrededor del SARS-CoV-2 y buscar una salida.

La estrategia, aseguran, fue fallida porque las medidas eran flexibles, nunca aplicaron un régimen autoritario alrededor de la Jornada Nacional de la Sana Distancia y se permitió que el comercio informal continuara laborando.

También hablan sobre el tamaño de las evaluaciones médicas en México, pues de acuerdo con la OCDE, México es el país que menos pruebas realiza para detectar la enfermedad COVID-19. Los últimos reportes indican que nuestro promedio es de apenas 0.4 exámenes por cada 1,000 habitantes, cuando los demás miembros de la OCDE se ubican en 22.9 pruebas por cada 1,000 habitantes.

Por otra parte, aseguran que los números de muertes por coronavirus que han brindado las autoridades, no reflejan la fatalidad real de la enfermedad. Los análisis de los certificados de defunción en México arrojaron, de acuerdo con el diario, que la cantidad se elevaría casi cuatro veces más de las reveladas por el gobierno, es decir, casi 25,000 fallecimientos, cerca del promedio de Nueva York, en Estados Unidos.

(Foto: Reuters/Gustavo Graf)
(Foto: Reuters/Gustavo Graf)

La crítica también recae sobre el sistema de semáforo con diferentes niveles de alerta que permiten o prohíben diferentes actividades a lo largo del país, de acuerdo con los indices de contagio, muertes y ocupación hospitalaria. La medida, señalaron, parece más un movimiento desesperado por abrir la economía lo antes posible, pues cuando únicamente calificó un estado al “color naranja”, se ajustaron los criterios para que otros 15 estados regresaran también a la nueva normalidad.

The Economist indicó que la relajación del encierro sanitario y la reapertura de la economía ya se intentó otros países en América Latina como Guatemala y Venezuela, donde los casos aumentaros después de relajar las medidas. en Panamá y Chile, recapitulan, tuvieron que reforzar las medidas sanitarias por “declarar la victoria muy pronto”.

En otros como Honduras, donde el presidente fue hospitalizado luego de dar positivo a un contagio de SARS-CoV-2, pretende eliminar sus frenos económicos durante junio. “De ese modo esperan apoyar a sus economías, pero también corren el riesgo de aumentar el virus”, aseguró el diario.

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