El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que no se aumentará la deuda nacional, en términos reales, y explicó que el préstamo de 1.000 millones de dólares que le otorgó el Banco Mundial es “una operación de rutina”, que se solicitó desde el año pasado.
“Es una operación de rutina, es algo que se solicitó desde el año pasado como parte del manejo de las finanzas. Nosotros seguimos manejando que no va a aumentar la deuda en términos reales. No la aumentamos el año pasado y este año queremos que no aumente, en relación al PIB”, indicó el mandatario mexicano.
López Obrador afirmó que se están tomando medidas para eficientar los recursos, incluso anunció un aumento al presupuesto de este año para los programas sociales, de 50 mil millones.
“Estamos tomando medidas, sobre todo de austeridad, estamos también eficientando la administración, estamos considerando que vamos a ahorrar alrededor del 500 mil millones de pesos, esto porque Hacienda va a concentrar fondos de los fideicomisos, y vamos a destinar fondos a lo esencial, a lo básico, incluso va a aumentar el presupuesto destinado al pueblo, de 50 mil millones de pesos de lo que ya está autorizado”, externó.
“Todo eso nos va a permitir contar con recursos suficientes para que no aumente la deuda, vamos a hacer todo un esfuerzo, estamos enfrentando la caída en la economía por los efectos del coronavirus”, dijo.
Este fin de semana el subsecretario de Hacienda y Crédito Publicó, Gabriel Yorio, explicó que los recursos solicitados al organismo internacional se enmarcan en la clasificación de Préstamo para Políticas de Desarrollo (DPL, siglas en inglés) por lo cual no tienen un destino específico y no se rebasará el techo de endeudamiento que aprobó el Congreso mexicano.
”El crédito que se hace referencia en las notas de medios es un DPL y no tienen destino específico. En resumen este crédito no es adicional a la deuda autorizada por el congreso y no va a financiar el programa de respuesta al COVID-19”, escribió el subsecretario en sus redes sociales, este domingo.
El préstamo al que tuvo acceso México por parte del Banco Mundial asciende a mil millones de dólares y fue aprobado el pasado 19 de mayo.
A diferencia de otros países, el paquete económico del Gobierno de México equivale a menos del 1 % del PIB, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que lo sitúa en el nivel más bajo de América Latina.
Esto porque la meta del Gobierno es mantener los niveles de la deuda cercanos a una proporción del 50 % del PIB.
El presidente reiteró su solicitud a la Cámara de Diputados de una reforma que le permita reajustar el presupuesto “a la nueva normalidad”.
El mandatario presumió que el PIB solo se contrajo 1,2 % en el primer trimestre del año -en comparación con el trimestre anterior- porque "los expertos decían que iba a ser del doble y no fue así".
También reiteró que el peso solo se ha depreciado 7 % frente al dólar en lo que va del año.
Aun así, reconoció que la economía mexicana afrontará el “trimestre más difícil” de abril a junio de este año, al resentir el total de los efectos de la pandemia de COVID-19 que obligó al país a suspender las actividades no esenciales el 30 de marzo, cuando decretó la emergencia sanitaria".
“Creo que va a caer un poco más la economía, pero no como lo piensan nuestros adversarios, que quisieran que se derrumbara. No va a ser así, vamos a salir bien, tengo mucha fe en el futuro”, manifestó.
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