Desde abril del año pasado distintas versiones periodísticas señalan una división en los mandos del cártel de Sinaloa, que implica que los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera ya no reconozcan a Ismael “El Mayo” Zambada como el sucesor de su padre al frente de la organización criminal.
La fricciones entre los dos bandos iniciaron durante el juicio del Chapo Guzmán, en Nueva York, en 2018, cuando dos integrantes de la familia Zambada: Jesús y Vicente Zambada -hermano e hijo del Mayo- testificaron por parte de la Fiscalía con la intención de lograr un beneficio en sus condenas.
Las diferencias se habrían acentuado durante el llamado “culiacanazo” en octubre del año pasado, cuando el cártel tomó la ciudad de Culiacán para obligar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a que soltara a Ovidio Guzmán, a quien fuerzas del Estado mantuvieron retenido por unas horas, pero ante la respuesta violenta de la organización criminal, decidieron soltarlo.
El Mayo no habría estado de acuerdo con la liberación de Ovidio, conocido como “El Ratón” sino que también se negó a participar en el operativo que presionó al gobierno para liberarlo.
Por otro lado, distintas versiones señalan que desde hace tiempo El Mayo busca separarse de los chapitos ya que por su impulsividad, inexperiencia y errores tácticos teme que lo puedan llevar a la cárcel.
En este guerra dentro del cártel de Sinaloa, hay un personaje al que se ubica como el punto de quiebre entre las dos fracciones: un sicario bajo el mando del Mayo Zambada al que apodan “El Ruso”.
De acuerdo con el semanario Río Doce, todo inició en noviembre pasado (2019) cuando un comando de ocho camionetas clonadas de la Policía de Sinaloa irrumpió en la zona de Agua Caliente, al norte de Culiacán, zona bajo el control del Ruso, uno de sus jefes operativos.
Al frente del comando iba un sicario del equipo de los chapitos conocido como “El Nini”, quien aparentemente nació en una comunidad cercana a Agua Caliente, por lo que llegó a reclamar el territorio.
“Diversas versiones recogidas por Ríodoce establecen que en la discusión, uno de los sicarios dijo que ellos puro “Iván” y que “el Señor” -El Mayo- les valía madre. Fue una irreverencia imperdonable. Horas o días después los mayos pidieron al muchacho pero no se lo quisieron entregar. A los días apareció un muerto de un lado y luego un muerto del otro”, refirió la publicación.
Tras el incidente, los hijos del Chapo Guzmán exigieron al Mayo que entregara al Ruso, pero la respuesta fue negativa.
Al enfrentamiento entre sicarios siguió una ola de violencia. El 3 de diciembre se reportó la presencia de hombres armados en el área de Agua Caliente y Tepuche, lo que provocó nuevamente cierre de escuelas y comercios.
El semanario Zeta de Tijuana, ya reportaba disputas entre los bandos de “El Mayo” y “Los Chapitos”, presuntamente provocadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El enfrentamiento surgió entre dos cabecillas del Cártel de Sinaloa en esa entidad: Vicente Martínez González “El Güilo” y Felipe Eduardo Barajas Lozano “El Omega”. Ambos criminales tienen sus centros de operaciones en la ciudad de Mexicali, zona clave para el descenso de avionetas usadas para el trasiego de drogas.
De acuerdo con la publicación, miembros del CJNG se acercaron a “El Güilo” para proponerle una alianza y quedarse con el tráfico de drogas en la entidad, lo que habría generado fuertes enfrentamientos.
Por otra parte, en julio de este año, Vice reveló que gatilleros de “El Chapo” se negaron a trabajar con sus hijos y se pasaron al bando de “El Mayo”.
Según las fuentes consultadas por ese medio “hay un éxodo de gatilleros del lado de ‘Los Chapitos’, ya sea que están abandonando Culiacán o se están pasando al bando de Ismael Zambada".
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