Obispo emérito de Chiapas fue herido de bala en el Estado de México durante persecución

El sacerdote viajaba con su familia desde Toluca rumbo a la comunidad de Chiltepec cuando se vieron en medio de fuego cruzado; el monseñor fue herido en el cuello y en una mano

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Arizmendi fue obispo de San Cristóbal de las Casas entre los años 2000 y 2015 (Foto: Cuartoscuro)
Arizmendi fue obispo de San Cristóbal de las Casas entre los años 2000 y 2015 (Foto: Cuartoscuro)

El obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, resultó herido de bala en el cuello durante un tiroteo en una comunidad del Estado de México, aunque se encuentra fuera de peligro, confirmó este lunes el ex gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía.

“Elevo mis oraciones por la salud de Monseñor Felipe Arizmendi, quien el pasado sábado, y en un fuego cruzado entre presuntos delincuentes, fue alcanzado por una bala”, señaló el ex gobernador de la entidad sureña.

Por fortuna está fuera de peligro. Es una bendición tenerlo con vida, apreciado Don Felipe. Dios lo bendiga

El político, que gobernó Chiapas del año 2000 al 2006, fue el primero que dio a conocer la noticia, aunque después se divulgó entre medios locales una carta del obispo para aclarar la situación y confirmar que se encontraba bien de salud.

De acuerdo con su relato, Arizmendi viajaba en su automóvil con su familia desde Toluca, capital del Estado de México y donde ahora reside, rumbo a Chiltepec, el pueblo de origen de todos ellos, como acostumbran hacerlo cada semana.

“Después del Volcán, pasando Cerro Gordo, antes de El Capulín, unas personas de un coche chico venían, en sentido contrario al nuestro, persiguiendo a los de una camioneta, quizá para asaltarles o no sabemos para qué, y les tiraron de balazos”, describió.

Uno de esos balazos, como veníamos entre curvas, pegó en el parabrisas de mi coche frente a mí, que iba de copiloto, lo perforó y parte de la bala se me incrustó en el cuello
Arizmendi fue herido en el cuello y en una mano el sábado pasado, pero se encuentra sano y salvo (Foto: Cuartoscuro)
Arizmendi fue herido en el cuello y en una mano el sábado pasado, pero se encuentra sano y salvo (Foto: Cuartoscuro)

Por fortuna para el obispo, el impacto no le afectó ni las cuerdas bucales y no le provocó un sangrado serio. “Unos vidrios se incrustaron en la parte superior de mi mano derecha, sin mayor profundidad, y residuos del vidrio volaron por todas partes dentro del coche, sobre mi familia”, detalló.

“Iban conmigo Coca y Pita, más Lupita y José Alberto. Ellos sólo se llevaron el gran susto; sólo mi hermana Coca, que iba en el asiento atrás de mí, recibió un pequeño golpe de una fracción de la bala en su pierna, pero sin causarle herida, sino sólo el golpe”, destacó el hombre de fe.

Tras el fuego cruzado, partieron a Chiltepec, donde un doctor curó a Arizmendi, le extrajo la bala, y le suturó el cuello y la mano. “Estoy milagrosamente bien, dando gracias al Señor y a la Virgen. Ayer domingo celebré en la parroquia, a puertas cerradas y este lunes regresamos a Toluca”, aseguró.

Arizmendi (izquierda) fue obispo de San Cristóbal durante 15 años y antes estuvo en Tapachula (Foto: Cuartoscuro)
Arizmendi (izquierda) fue obispo de San Cristóbal durante 15 años y antes estuvo en Tapachula (Foto: Cuartoscuro)

Arizmendi y su familia recibieron protección de la Secretaría de gobierno para ser escoltados desde Chiltepec hasta Toluca. “Nos encomendamos a su oración. Todos estamos expuestos a los diferentes virus”, finalizó.

El obispo Arizmendi, de 80 años, solicitó la renuncia en 2015 a la diócesis de San Cristóbal de las Casas al Papa Francisco, como indican las leyes religiosas. El hombre fue ordenado obispo en Tapachula desde marzo de 1991 hasta mayo del 2000. Posteriormente, fue obispo de San Cristóbal desde mediados del 2000 hasta 2015.

Entre 2015 y principios de 2018, fungió como administrador apostólico de la misma diócesis, a pedido del Papa Francisco, hasta la llegada de su sucesor, monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, el 3 de enero de 2018. El obispo regresó a Toluca, donde comenzó su carrera sacerdotal y donde sigue participando de la diócesis de aquel lugar, y se mantiene como obispo emérito de San Cristóbal.

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