La policía de Morelos detuvo este lunes a Betsabé "N", viuda de Alfonso Isaac Gamboa Lozano, el ex funcionario priista que fue asesinado la semana pasada junto a su madre y tres de sus hermanos en una casa de descanso.
Su esposa le habría facilitado el trabajo a los sicarios, según las investigaciones.
La tarde del jueves 21 de mayo, alrededor de las 16:00 horas, un grupo de sicarios irrumpió en la casa del ex funcionario priista en una casa de descanso en un fraccionamiento de Temixco, Morelos.
Según las investigaciones, eran cuatro hombres encapuchados; dos de ellos portaban armas cortas y dispararon a las víctimas a quemarropa. La mayor parte de los cuerpos quedaron en la zona de comedor del jardín.
Se trataba del exfuncionario de la Secretaría de Hacienda, su madre (60) y tres de sus hermanos (44,43 y 37). Otros miembros de la familia se hallaban en la propiedad y no fueron tocados por los sicarios.
Tras alcanzar su cometido, los cuatro implicados escaparon y corrieron hacia un Renault Clío -placas NEB8548- que los esperaba. El vehículo fue abandonado en el kilómetro 84 de la carretera México-Acapulco, pero procedía del municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México.
Una de las líneas de investigación que tiene la Fiscalía General del Estado (FGE) apuntó que Betsabé 'N' habría facilitado las armas a los atacantes de Gamboa y cuatro personas más, pero que también les otorgó el control del portón automático para ingresar al domicilio, sin tener que forzar la chapa.
Asimismo, se investiga que los ex escoltas podrían ser los propios atacantes que habrían asesinado a Isaac Gamboa, sus hermanos y su madre, pero se presume también que se trataría de elementos de la Marina.
Sin embargo, cabe recordar que Alfonso Gamboa Lozano estaba implicado en una investigación de desvío de recursos por más de 250 millones de pesos para las campañas políticas del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Operación Safiro
Entre 2012 y 2018, Gamboa Lozano fue el titular de la Unidad de Política y Control Presupuestario. Su jefe era Luis Videgaray, titular Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que, entre otras cosas, se encarga de formular las políticas de gasto público federal y controlar la dispersión de recursos a los estados.
A principios de 2018 se revelaron detalles de la llamada “Operación Safiro” (con "S"), que involucró el desvío de más de 650 millones de pesos de la Federación para las campañas del PRI. Según The New York Times y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, desde la Secretaría de Hacienda se diseñó un mecanismo para desviar dinero a 12 empresas fantasma, que luego se hizo llegar a las oficinas del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En enero de 2018 Gamboa Lozano fue señalado por testigos de la fiscalía de Chihuahua como uno de los artífices de esta operación: se le acusó de elaborar una estrategia para entregar el dinero sin dejar rastro y evitar que las transferencias fueran detectadas por la Auditoría Superior de la Federación.
Sin embargo, los hallazgos de la investigación tuvieron consecuencias graves. El ex secretario general del PRI, Alejandro Gutiérrez, terminó encarcelado por su presunta participación en el delito de peculado y el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, reveló que la Secretaría de Hacienda había querido entregar al estado más de 700 millones para impedir que se continuara con las investigaciones.
El fiscal de Chihuahua, César Peniche, dijo que Gamboa Lozano se llevó a la tumba secretos y pruebas que habrían incriminado gravemente a políticos importantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), incluido entre ellos el ex presidente Enrique Peña Nieto.
Su muerte aseguró impunidad para muchos personajes: ayudó en su causa a César Duarte, a Gutiérrez Gutiérrez, a Luis Videgaray, y al resto de políticos y burócratas de alto nivel que durante el sexenio pasado dispersaron recursos abundantes del contribuyente para financiar campañas políticas.
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