El ex jefe de la policía federal de México está implicado en un plan de lavado de dinero que movió millones de narco-dólares. Sin embargo, esta es solo una revelación más de la indignante colusión entre Genaro García Luna y los cárteles del narcotráfico que se suponía iba erradicar.
Después de haber sido el arquitecto de la controvertida “Guerra contra el narco”, y uno de los mayores hombres de confianza del ex presidente Felipe Calderón, García Luna confesó haber movido más de USD 50 millones en sobornos a través de 11 paraísos fiscales diferentes en todo el mundo, según una investigación exclusiva de Univisión.
De acuerdo con los informes, el dinero provenía de “sobornos entregados por grupos del crimen organizado”, cuando García Luna se desempeñó como secretario de seguridad pública de México de 2006 a 2012. En diciembre de 2019, las autoridades estadounidenses lo arrestaron por cargos de narcotráfico, y por supuestamente aceptar sobornos multimillonarios y permitir que el Cártel de Sinaloa operara con hegemonía e inmunidad de facto.
Cuando García Luna fue arrestado, las autoridades de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de México supuestamente ya habían completado una investigación sobre su presunta conducta indebida y estaban en el proceso de presentar una queja ante la Oficina del Fiscal General, el jefe de la UIF, Santiago Nieto.
Dos semanas después del arresto, Nieto presentó dos denuncias contra García Luna ante los fiscales anticorrupción en México, luego de descubrir supuestamente su esquema “completo” de lavado de dinero. Según los informes de Univision, para ocultar los sobornos, García Luna hizo depósitos en cuentas bancarias de compañías de fachada en los Estados Unidos, Barbados, Hong Kong, Israel, Letonia, Panamá, el Reino Unido, Chipre y Curazao.
A lo largo de su carrera policial en México, siempre hubo fuertes sospechas de que García Luna tenía vínculos con grupos de narcotraficantes. Durante las administraciones de los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, el Ministerio de Función Pública (SFP) de México recibió al menos una docena de quejas contra García Luna, desde acusaciones de enriquecimiento ilícito y vínculos con el crimen organizado hasta negligencia total y abusos de poder.
La ex embajadora de los Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, también se enteró de tales reclamos, pero enfatizó que nunca hubo “información corroborada sobre la participación (de García Luna) en el tráfico de drogas”. Calderón se hizo eco de este punto, negando que su administración tuviera información que vinculara a García Luna con el narcotráfico, pues solo escuchó “rumores” que no fueron corroborados por ninguna evidencia.
Sin embargo, en una columna publicada el 6 de mayo en Deutsche Welle, y escrita por la periodista Anabel Hernández, quiene tiene una larga historia de investigación en materia de narcotráfico y sus conexiones con el poder político, se cuestionaron los vínculos de García Luna con uno de las organizaciones criminales más poderosos del mundo.
“La primera vez que escuché el nombre de García Luna y sus vínculos con el Cártel de Sinaloa fue al comienzo del mandato de Calderón”, escribió Hernández. “Un grupo de soldados había advertido a Calderón ... que el entonces jefe de la Agencia Federal de Investigación (AFI) tenía vínculos con el Cártel de Sinaloa. Los soldados entregaron videos e intercepciones telefónicas de miembros del círculo más cercano de García Luna hablando y negociando con narcotraficantes".
Queda por ver cómo se desarrollará el histórico juicio de García Luna en los Estados Unidos.
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