El Servicio Médico Forense de Culiacán está blindado desde el fin de semana mientras se realizan las pruebas necesarias a los cuerpos de José Rodrigo Aréchiga Gamboa “El Chino Ántrax, y su hermana Jimena, ambos ejecutados el fin de semana.
Elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Policía Estatal brindan seguridad al complejo que resguardan las instalaciones del Semefo ante el temor de que los cuerpos puedan ser robados por seguidores de quien fuera fundador de Los Ántrax, un brazo armado del cártel de Sinaloa que estaba bajo el mando de Ismael “El Mayo” Zambada.
Robar los cuerpos de narcotraficantes mientras se verifica su identidad o durante los funerales es una práctica común, tal y como sucedió en 2012, cuando un comando robó el cadáver de Heriberto Lazcano “El Lazca”, fundador del cártel de Los Zetas de una funeraria en Sabinas, en el estado de Coahuila.
El Chino Ántrax sigue sin ser identificado oficialmente por la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa, ya que, según versiones, se espera que autoridades de Estados Unidos también certifiquen su identidad.
Como parte de la polémica por el cuerpo de Aréchiga Gamboa, en redes sociales han circulado presuntas fotos de sus restos que lo muestran con el rostro hinchado y con una sudadera.
Este lunes circuló un falso comunicado de la Fiscalía de Sinaloa en el que se aseguraba que el cuerpo había sido robado de las instalaciones del Semefo.
“Hasta el momento se desconoce el paradero del cuerpo, sin embargo, las autoridades tanto estatales como federales, seguirán una línea de investigación para encontrar el cuerpo que de manera ilegal fue sustraído”, señala el falso comunicado.
Los cuerpos de Aréchiga Gamboa, su hermana, y su cuñado Juan Guillermo García, fueron encontrados el 16 de mayo en una camioneta BMW X5.
El vehículo, propiedad de Ada Jimena, se encontraba en las inmediaciones del puente del Arroyo del Toro, cuyo camino de terracería lleva al poblado conocido como Ayuné, en Culiacán, Sinaloa.
Rodrigo Aréchiga se mantenía en un domicilio de la colonia Guadalupe Victoria, al oriente de la ciudad de Culiacán, uno de los territorios encabezados por la célula delictiva comandada por él mismo antes de su arresto.
Fue ahí donde un grupo armado irrumpió a fuego abierto para llevárselo junto a otras dos personas, quienes después aparecieron asesinadas adentro de la camioneta.
“El Chino Ántrax” fue detenido en Ámsterdam, Holanda, el 30 diciembre de 2013, al llegar en un vuelo procedente de México. El rastreo de su cuenta de Instagram permitió a las autoridades estadounidenses coordinarse con sus similares europeas para notificarles sobre la llegada de Aréchiga.
Cuando llegó a Holanda, la policía ya lo estaba esperando para detenerlo. Meses después, en julio de 2014 fue extraditado a Estados Unidos, donde se le buscaba, por tráfico de cocaína y marihuana gracias a la colaboración de pandillas como Los Nitro, en el sur de California.
Sin embargo, el pasado 8 de mayo logró burlar a las autoridades estadounidenses y escapó de la prisión domiciliaria que cumplía.
La huida ocurrió de un domicilio de San Diego, California, donde purgaría el resto de su condena en libertad condicional. Se desconoce la fecha exacta del escape, pues según los agentes que lo supervisaban, Marc W. Ryan y Kimberly A. Pelot, al llegar a la ubicación para que firmara el acta judicial, el Chino Ántrax ya no estaba.
Después de 87 meses en una cárcel de máxima seguridad, el juez del Distrito Sur de California, Dana M. Sabraw, permitió al ex sicario del cártel de Sinaloa cumplir cinco años más de su condena en arresto domiciliario gracias a su buen comportamiento y cooperación con la justicia.
Sin embargo, El Chino Ántrax tenía cuentas pendientes con la organización criminal, la misma que lo llevó de un humilde taquero, a un estrafalario sicario que presumía su opulento estilo de vida en redes sociales junto a personajes famosos como Paris Hilton.
Aréchiga Gamboa cooperó con las autoridades estadounidenses para reducir su condena. A cambio otorgó información de la organización encabezada por Ismael “El Mayo” Zambada y los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“El acusado, Aréchiga Gamboa, admite que él, junto con otros miembros del cártel, se encargaban de trasladar grandes cantidades de cocaína y mariguana”, se lee en el acuerdo 13-CR-4517-DMS en poder del Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ).
El sicario que se valió de su buena relación con Serafín Zambada, el hijo menor del “Mayo” Zambada, para escalar posiciones en el cártel, accedió a ceder un millón de dólares en bienes inmuebles y efectivo como parte del acuerdo. También colaboró para identificar las rutas de trasiego de la organización que logró su máximo apogeo bajo las órdenes de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Otro de los puntos que resalta el expediente es que El Chino Ántrax había accedido a carearse con otros integrantes de alto perfil del cártel de Sinaloa que se encontraban prófugos y confirmó que tenía conocimiento de que la organización usaba la violencia para mantener a raya a grupos rivales.
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