Imaginemos que existe un pequeño hospital que tiene capacidad para atender solo a dos pacientes delicados. En caso de que llegaran hasta dos pacientes en esta condición, el hospital tendrá capacidad de atenderlos. Éste es el camino verde. El problema grave ocurre cuando se sobrepasa la capacidad y los pacientes delicados tienen que esperar hasta que se desocupe una estación. En un paciente delicado, esta espera puede ser catastrófica. Éste es el camino rojo. ¿Qué camino queremos para México en esta pandemia? Tenemos que decidirlo como sociedad… Y tenemos el tiempo encima.
El COVID-19 es una enfermedad de cuidado, pero lo más grave es dejar pacientes delicados sin atender.
Como todos sabemos a estas alturas, sin acciones de contingencia, podemos sobrepasar la capacidad de los centros de salud de nuestras comunidades para atender ésta y otras enfermedades. El reto es evitar que la velocidad de contagio genere una cantidad de pacientes delicados que sobrepase la capacidad de nuestros centros de salud.
Como vemos en la gráfica, México está en este momento en un punto crítico, dónde todavía podemos tomar acciones colectivas para evitar llegar a los niveles de países como Estados Unidos, Italia y España. También es cierto que no tenemos un problema tan grave como el que parece tener Chile (muchos contagios para el tamaño de su población).
Contagios por cada millón de habitantes en función de los días transcurridos desde que se reportaron más de 100 contagios para 7 países seleccionados (datos: European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) y coronavirus.app).
Todos queremos el camino verde. Pero no es tanto lo que queremos, sino lo que hacemos para transitar este camino… Qué hacer depende del grupo en el que estemos, de acuerdo con el cuadro siguiente:
Los grupos rojos (II, III y IV) son los grupos de personas contagiadas. Estos grupos tienen que mantener el ánimo, seguir las indicaciones médicas, tener paciencia y saberse apoyados por todos los demás.
El Grupo I es el grupo de la gente sana. Podemos dividir este grupo en tres subgrupos clave:
- Frente de Batalla. En este grupo están todos aquellos que tienen que salir, por ser parte del sistema de salud, de la cadena de abasto de comida/higiénicos o de servicios básicos. Este grupo debe protegerse al máximo, seguir haciendo su labor y recibir nuestro reconocimiento como héroes cotidianos.
- Actividad Cotidiana: En este grupo están aquellos que no tienen que salir, pero lo hacen por desconocimiento o negligencia; a ellos les toca informarse y salirse ya de este grupo. Pero consideremos también que en este grupo están todos aquellos que no se pueden resguardar, ya sea porque no tienen en dónde o porque viven al día. A ellos, le toca resistir y esperar que los demás podamos ayudarlos…
- Resistencia Activa: En este grupo estamos todos aquellos que sí nos podemos quedar y lo hacemos. Pero esto no quiere decir que no tengamos que hacer algo. Al contrario, somos un grupo al que de pronto les sobra algo de tiempo y nos toca ayudar mucho. Siendo específicos, podemos:
- Entender que podemos estar en el Grupo II. Sin una prueba no podemos saber si estamos contagiados, pero sin síntomas. Así, podríamos contagiar a muchas personas más. Hay que mantenernos aislados para ser un foco de contagio potencial menor.
- Mejorar el nivel de información. Reenviar información falsa o imprecisa es una especie de contagio. Una pandemia es algo serio. Valida las fuentes y contribuye a mantenernos bien informados… Y si entiendes, ayuda explicando claramente la situación real a otros.
- Apoyar a todos los otros grupos. Nos toca servir de apoyo a todos los demás. Acércate a los grupos formales o piensa cómo puedes contribuir con tus habilidades. Necesitamos no solo mantener nuestra salud física, también nuestra salud mental.
- Permanecer en este grupo. Trata de no exponerte para no contagiarte y sobresaturar la capacidad de los servicios disponibles. También considera que somos el Segundo Frente de Batalla. Quizá después algunos tengamos que entrarle a apoyar a alguien más.
En México estamos en el momento en que debemos decidir con nuestras acciones si nos vamos por el camino verde de menos contagios o por el camino rojo de capacidad sobrepasada. Desafortunadamente en esta pandemia, no hay tregua; no habrá un “camino blanco”.
*Profesor de EGADE Business School del Tec de Monterrey
Lo aquí publicado es responsabilidad del autor y no representa la postura editorial de este medio