Hasta hace tres semanas, el peso mexicano era la moneda estrella de los países emergentes.
Hoy, es la más perdedora desde entonces. ¿La razón? Una venta masiva de pesos realizada por especuladores para cubrir las pérdidas de un número récord de contratos que apostaban a un alza de la divisa mexicana, dijeron expertos.
En el argot financiero, el peso sufrió un "squeeze", explican los especialistas, que comenzó en febrero con el nerviosismo del mercado por el coronavirus, y que se vio exacerbado el domingo por la caída en los precios del petróleo.
La moneda mexicana cayó en la madrugada del lunes hasta un 14%, luego del desplome en los precios internacionales, del crudo, aunque después redujo las pérdidas a alrededor de un 4%, para cotizar alrededor de las 21 unidades por dólar.
"Ahora hay un gran squeeze en varias monedas, pero la situación en el peso se ve exacerbada por la iliquidez y el posicionamiento del mercado", dijo Sacha Tihanyi, subdirector de estrategia de mercados emergentes en TD Securities.
El peso mexicano es la moneda más líquida de Latinoamérica, lo que la vuelve altamente sensible a eventos externos, como la epidemia de coronavirus y la guerra del petróleo.
Un año atrás, Tihanyi advirtió en una nota de análisis que la gran cantidad de posiciones largas sobre el peso, es decir, los instrumentos que apostaban a una apreciación de la moneda, ponían a la moneda mexicana en una situación vulnerable.
Y es que hasta el 14 de febrero, cuando tocó su mejor nivel en 18 meses, el peso acumulaba una ganancia de poco más de 2% en 2020, a contracorriente de la mayoría las monedas emergentes.
El choque de volatilidad global provocó que inversionistas vendieran el peso y tomaran las utilidades obtenidas hasta ese momento para cubrir las pérdidas que tendrían en los instrumentos derivados.
El número de contratos largos, que incluyen futuros y opciones, alcanzaron un nivel sin precedentes a principios de este año, de poco más de 170,000, equivalentes a casi USD 5,000 millones, ante la expectativa de que las tasas de interés darían soporte al peso.
Hacia adelante, especialistas esperan que la moneda mexicana continúe débil y que las posiciones alcistas sobre el peso se reduzcan, aunque, afirman, la volatilidad continuará en las siguientes semanas.
“En las últimos quince días, el peso es la moneda (emergente) que más ha caído frente al dólar (...) Es demasiado pronto para declarar que la venta masiva de activos riesgosos ha finalizado”, dijo Jorge Gordillo, director de análisis de CI Banco.
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