Si hubo una debilidad que siempre tuvo Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, fueron las mujeres.
Por ellas fue capturado dos veces. Incluso, los cuerpos especiales de la Secretaría de Marina y la Policía Federal mexicanas que lo reaprehendieron en 2016 tenían como rutina vigilar los movimientos de su pareja más reciente.
Mónica Ramírez, criminóloga que tuvo la oportunidad de entrevistarlo en distintas ocasiones, lo describió como un hombre “adicto a las mujeres”. Ante ella, el narcotraficante reconoció haberse casado en tres ocasiones y procreado diez hijos.
La primera en 1997, con Alejandrina María Salazar Hernández, madre de César, Iván Archivaldo, Alejandrina Giselle y Jesús Alfredo. La segunda, con Griselda López Pérez, con ella tuvo también cuatro hijos: Joaquín, de quien se sabe que estudió administración de empresas; Édgar, ejecutado en 2008 en Culiacán; Ovidio y Karla Pérez Rojo. Y la tercera, con Emma Coronel, con quien se casó en 2013, cuando ella tenía 18 años y él 49; es madre de dos niñas de 7 años.
Pero la relación del narcotraficante con las mujeres no se limita a sus esposas. El Chapo Guzmán tuvo muchas amantes, pero al menos dos de ellas cobraron relevancia en la vida del narcotraficante, al grado de formar parte de los testimonios en la corte de Brooklyn en donde se llevó su a cabo su juicio.
Zulema Hernández
Mientras estaba preso en la cárcel de alta seguridad de Puente Grande, en el estado de Jalisco, eran famosas sus fiestas con varias mujeres. Ahí, en el 2000, conoció a Zulema, una presa por los delitos de asalto e intento de secuestro.
Fue criada por una prostituta y creció en un ambiente callejero, lleno de carencias; además de que nunca conoció a su padre, según en una entrevista con Julio Scherer.
Testigos afirman que Guzmán Loera la usaba como una especie de “regalo” a otros reos de la cárcel de la que se fugó por primera vez el 19 de enero de 2001.
A pesar de ello, la relación continuó cuando ella salió de prisión en 2006. Incluso, iban a tener un hijo, pero “La Zule” tuvo un aborto involuntario, como lo muestran presuntos mensajes encontrados en un teléfono móvil.
Pero su amor por El Chapo lo pagó muy caro. El 17 de diciembre de 2008 el cuerpo de Zulema apareció en la cajuela de un auto con muestras de tortura, pues en varias partes tenía marcada la letra "z", la inicial de uno de los rivales del cártel de Sinaloa que más odian al Chapo: Los Zetas.
Lucero Guadalupe Sánchez
Mejor conocida como “La Chapodiputada”, quien a sus 24 años había logrado llegar, precisamente, a una diputación local en el estado de Sinaloa.
Egresada de la carrera de Derecho, su trayectoria profesional parecía ir en ascenso hasta que en una fiesta conoció al narcotraficante. En aquel entonces ella tenía 21 años, mientras que Guzmán Loera no solamente era prófugo de la justicia, también estaba casado con Emma Coronel, que en aquel momento estaba embarazada de él.
Sus problemas comenzaron cuando autoridades del Penal del Altiplano (donde el capo fue recluido después de su segunda captura) denunciaron que en noviembre de 2014 fue captada por las cámaras de seguridad, ingresando con un acta de nacimiento y una identificación oficial falsa para poder visitarlo.
“La Chapodiputada” aseguró que el tratar de ligarla sentimentalmente con Guzmán, era un distractor para desviar la atención de los verdaderos problemas de México. Luego admitió ante medios de comunicación que sostuvo una llamada con el narcotraficante, quien desde la cárcel le habría pedido asesoría ante los presuntos ataques que sufrieron sus hijos menores de edad por los allanamientos de la Marina en sus propiedades.
Ante las pruebas el Congreso local le quitó la protección constitucional. Entonces huyó de Sinaloa y fue detenida en Estados Unidos en 2017 donde pidió asilo político, que le fue negado.
Guadalupe Sánchez fue una de las testigos principales de la fiscalía durante el juicio en Brooklyn. Ante la corte y la presencia de Emma Coronel, la ex diputada narró los detalles de la relación amorosa que sostuvo con el exlíder del cártel de Sinaloa entre 2011 y 2016.
Otros amoríos que salieron a la luz
En mayo de 2017 se hicieron públicas unas fotografías en las que El Chapo aparecía acompañado de una joven llamada Valeria Rubí Quiroz, con quien habría tenido un romance, cuando estaba prófugo.
Supuestamente Valeria comenzó a salir con El Chapo cuando aún era menor de edad. Se conocieron en el 2009 y {el le tenía un gran cariño, se refería a la mujer como “la gringuita”
Rubí Quiroz reveló al programa “El Gordo y La Flaca” de la cadena Telemundo que la relación había durado dos años y que cuando empezaron a salir, ella no sabía de quién se trataba.
Otro vinculo que causó mucha polémica fue con Kate del Castillo, actriz mexicana en Hollywood, quien ocupó un lugar importante en la vida de Guzmán Loera luego de mantener un encuentro en 2015, en el que también estuvo el actor y director Sean Penn.
Ambos mantuvieron contacto a través del mensajes de texto, los cuales se dieron a conocer y en Castillo le decía: “Me mueve demasiado que me digas que me cuidas, jamás nadie me ha cuidado”.
A pesar de ello, Kate del Castillo aseguró que nunca hubo ninguna relación.
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