Jacqueline “N” de 22 años, fue detenida al ser considerada responsable de arrojar a su bebé recién nacida entre dos paredes el pasado martes en la colonia Santiago Norte, alcaldía Iztacalco, con el fin de quitarle la vida. Caso que conmocionó a la sociedad mexicana.
Agentes de Investigación de la Fiscalía General de la Ciudad de México cumplimentaron una orden de aprehensión en contra de esta mujer en la colonia Gabriel Ramos Millán en la misma alcaldía, quien fue trasladada el penal femenil de Santa Martha Acatitla.
La orden de arresto fue emitida por el juez Centésimo Décimo Primero de Control del Sistema Procesal Acusatorio de la Ciudad de México dentro de la carpeta de investigación 102/0237/2020-OA, en contra de Jaqueline “N”, por su probable responsabilidad en la comisión del delito de homicidio calificado en razón de parentesco, en grado de tentativa.
El martes, Jaqueline arrojó a su hija de siete meses de gestación en medio de dos muros de dos propiedades en la calle Plutarco Elías Calles, colonia Santiago Norte. La recién nacida aún tenía el cordón umbilical.
Debido a las lesiones provocadas por el parto, la joven fue ingresada a un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al sur de la capital del país en donde personal médico dio aviso a las autoridades. Jaqueline fue diagnosticada con postparto inmediato con múltiples desgarros.
Fue atendida y dada de alta el miércoles, momento que aprovechó para irse a su casa. Sin embargo, la Policía de Investigación llevó a cabo las indagatorias y ubicó a la presunta filicida, con lo que solicitó y obtuvo la orden de aprehensión en su contra.
El martes, los llantos de la bebé entre los muros de dos casas alertaron a los vecinos de la zona, quienes solicitaron ayuda de los cuerpos de emergencia. Elementos del Escuadro de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y del Heroico Cuerpo de Bomberos se movilizaron para rescatar a la recién nacida.
Los rescatistas se dirigieron al lugar donde escucharon el llanto de la bebé, por lo que evaluaron la situación para poder extraerla sin causarle daño. En las impactantes imágenes se escucha llorar a la recién nacida, quien se aferraba a la vida, mientras los rescatistas hacían hasta lo imposible para sacarla.
Desde la azotea, los efectivos pudieron ver a la bebé a una profundidad aproximada de tres metros, además observaron varias manchas de sangre en los ladrillos, por lo que decidieron romper la pared de uno de los domicilios para tener acceso, sacarla y ponerla en un lugar seguro.
Una vez que realizaron el rescate, los elementos del ERUM se percataron que se trataba de una bebé, a la que rápidamente envolvieron en una sábana térmica y le realizaron una revisión médica inicial, cuyo diagnóstico fue bradicardia, es decir, que presentaba un descenso de la frecuencia cardíaca normal para un recién nacido.
Eloísa Quijan, una mujer bombero, que se encuentra en periodo de lactancia, la amamantó, después de lo cual la bebé fue trasladada al hospital pediátrico de Iztacalco, donde su estado de salud se reporta estable. En paralelo se desplegó un operativo para ubicar y detener a la mujer que pretendió dejar morir a su hija entre dos muros.
El miércoles, la secretaria de Salud de la Ciudad de México, Oliva López Arellano, dijo que la bebé fue rescatada deshidratada, con escoriaciones leves e hipotermia. La bebé permanece en Hospital Pediátrico de Iztacalco donde se mantiene en tratamiento médico.
En medio de la vorágine de su rescate, peritos hallaron que la bebé nació al lado de otro pequeñito, que se hallaba muerto en un bote de basura en el inmueble donde ella fue tirada, sin embargo, la nena logró sobrevivir.
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