“Insensible" y “cómplice”: la popularidad de López Obrador se topó de frente con la crudeza de los feminicidios

“Presidente indiferente”, “Tu silencio es cómplice”, “Nos están matando”, “No nos van a callar”, “Regrésame” o “No a la impunidad” fueron algunas de las reivindicaciones estampadas el pasado 14 de febrero en la pared del Palacio Nacional, actual residencia del presidente de México: Andrés Manuel López Obrador, tras una ola de enojo por parte de colectivos de mujeres que se manifestaron como protesta ante feminicidios como el de Ingrid Escamilla, realizado presuntamente por su pareja, Erick Francisco, el fin de semana pasado.

De igual manera, la percepción colectiva de la indiferencia del presidente ante los feminicidios también se ha hecho notar en redes sociales. Con diferentes hashtags como “#FuchiCaca”, “#DigoFuchiCacaCuando”, “#ElCacas”, “#LordCacas”, “#FuchiCacaLópez” y otros 22 conceptos relacionados se posicionaron como tendencia desde la semana pasada en consecuencia de los últimos feminicidios.

El presidente ha reaccionado ante ello en las conferencias mañaneras, expresando que considera justas las exigencias de las mujeres manifestantes, sin embargo ha generado mucha más molestia.

“Trabajamos todos los días para que no haya violencia, estamos trabajando para atender el tema de los feminicidios, celebramos que defiendan su derecho a la seguridad. No es nuestro propósito ofender a nadie. Me pronuncio en favor de las mujeres, en contra del feminicidio, no se van a cambiar las leyes para minimizar los castigos a los agresores”, dijo el mandatario. Aseguró que estaba en contra del machismo.

A pesar de ello, en México, se ha criticado durante mucho tiempo que el asesinato de mujeres no ha sido una prioridad para la aplicación de la ley, ya que al cuestionar medidas para erradicar el problema, el mandatario no contesta con propuestas de trabajo concretas, por lo que ha sido duramente reprochado.

El viernes pasado respondió ante la marcha llevada a cabo “Le pido a las feministas con todo respeto que no nos pinten las puertas, las paredes, que estamos trabajando para que no haya feminicidios, que no somos simuladores y que no esperen que nosotros actuemos como represores, que no nos confundan”. En ello, los comentarios en redes sociales no se hicieron esperar.

Derivado de ello, el presidente sugirió 10 puntos contra la violencia de género.

El mismo viernes 14 de febrero, activistas feministas ingresaron a Palacio Nacional y tras realizar una protesta, rechazaron el decálogo sobre violencia hacia las mujeres que presentó el presidente e insistieron en que el mandatario debe ofrecer una disculpa pública, por considerar que minimiza el tema.

Además, le exigieron “que se disculpe por las declaraciones que hizo de que los feminicidios están opacando el tema de la rifa del avión. No hay sensibilidad en sus palabras”.

De igual manera, usuarios de redes sociales generaron polémica alrededor de él, manifestando que el decálogo era únicamente “una lista de buenos deseos” que no acabarían con el problema. Estos son los puntos del decálogo, mismo que compartieron en redes sociales funcionarios como Marcelo Ebrad, titular de relaciones exteriores; Jesús Cuevas, coordinador de Comunicación Social; y Rocío Nahle, Secretaria de Energía.

1. Estoy en contra de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones

2. Se debe proteger la vida de hombres y mujeres, de todos los seres humanos

3. El machismo es un anacronismo

4. Es una cobardía agredir a la mujer

5. Se tiene que respetar a las mujeres

6. No a las agresiones a mujeres

7. No a los crímenes de odio contra mujeres

8. Castigo a los culpables de las violencias contra mujeres

9. El gobierno que representa se va a ocupar de garantizar la seguridad de las mujeres

10. Nuestro compromiso es garantizar la paz y tranquilidad en México

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