El proyecto de una “Constitución Moral”, una de las propuestas de campaña más polémicas del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, sigue adelante y será sometida a un debate y a una consulta ciudadana para su eventual aprobación o rechazo, confirmó este martes el mandatario mexicano.
“Me reuní con José Agustín Ortiz Pinchetti, Verónica Velasco, Enrique Galván Ochoa y Jesús Ramírez, integrantes del comité que ha trabajado en recoger opiniones para elaborar la Constitución Moral que se someterá a debate, consulta y, en su caso, aprobación de los ciudadanos”, informó el presidente en sus redes sociales.
El tabasqueño de 66 años presentó a este grupo de colaboradores en septiembre de 2018, cuando todavía era presidente electo. El grupo no sólo tenía labor de reunir las propuestas de la gente, sino de redactar el documento, que pretende ser un “código del bien” para una “república amorosa”, como dijo López Obrador el día que informó de su propuesta, en febrero pasado.
Y es que, desde su propuesta, las críticas no dejaron de llover sobre el mandatario mexicano. Primero, fue el escenario que eligió para presentar la idea: lo hizo cuando se formalizó su candidatura presidencial como representante del conservador Partido Encuentro Social (PES), de orígenes y liderazgo evangélico.
Durante la campaña, este proyecto de López Obrador generó polémica entre algunos sectores que advirtieron sobre la posibilidad de que este documento implicara un alejamiento de los principios del Estado laico.
Especialistas en derecho constitucional advirtieron en su momento que la idea es ambigua y parece mezclar dos conceptos utilizados en la creación de leyes: la ética y la moral.
La Constitución Moral estará apoyada en otro texto que la actual administración ha revivido: la “Cartilla Moral”, un texto del reconocido escritor mexicano Alfonso Reyes, a la que el presidente se refirió como un documento para promover una forma de vivir sustentada en el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza, a la patria y a la humanidad.
Las críticas arreciaron aún más cuando López Obrador anunció que la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) participarían en el estudio y distribución de la Cartilla Moral, algo a lo que la Iglesia católica se negó.
En el editorial de esta semana del semanario católico “Desde la Fe”, la Arquidiócesis Primada de México señaló que la entrega de este documento no solucionará los problemas éticos del país, banalizaría el uso de la palabra “moral” y podría tomar el camino de la demagogia.
Además, argumentaron que “la creación o manejo de documentos con nombres llamativos, ocupando palabras que después serán devaluadas o manipuladas, o que sean utilizadas para justificar una política pasajera, sólo conducirá a quitarles importancia y peso”.
El equipo encargado de la recolección y redacción de la “Constitución Moral”
José Agustín Ortiz Pinchetti, abogado, se desempeñó como secretario de Gobierno de López Obrador durante su administración en la Ciudad de México; Enrique Galván Ochoa es un economista y analista económico y Verónica Velasco es una periodista.
Jesús Ramírez Cuevas, responsable de Comunicación Social de presidencia, aseguró en su momento que no se trata de un documento con carácter legal, sino de un compendio de valores e ideas que pueden ayudar a la transformación del país desde una perspectiva moral y ética.
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