Las autoridades mexicanas arrestaron al sobrino de Rafael Caro Quintero, el narcotraficante que estuvo detrás del asesinato en 1985 del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena. La detención se produjo horas después de que un miembro del Cártel de Sinaloa, que enfrentaba la extradición a Estados Unidos, escapara junto a otros dos reos del Reclusorio Sur en Ciudad de México.
El miércoles por la tarde, el Fiscal General de México anunció el arresto de Ismael Quintero Arellanes, sobrino de Caro Quintero, durante una operación militar conjunta.
Un escuadrón de equipos tácticos de la Marina y el Ejército Mexicano rodeó un fraccionamiento en Paseo Toscano, Culiacán, Sinaloa. De acuerdo con testigos, al lugar llegaron marinos a bordo de varias camionetas y fueron apoyados por un helicóptero MI-17 artillado para dar seguridad perimetral, mientras se realizaba la operación quirúrgica. Capturaron a Quintero Arellanes, quien es buscado por varios cargos de tráfico de drogas en el Distrito Este de Nueva York, y lo llevaron a un parque, donde aterrizó el helicóptero de la Semar en el cual fue trasladado para evitar que fuera rescatado por integrantes del Cártel del Pacífico.
El arresto se realizó sin necesidad de confrontación, informaron las autoridades. Quintero Arellano es descrito por las autoridades como el principal operador de una organización criminal dirigida por su tío, Caro Quintero, y pertenece a la escisión del cártel del Pacífico que encabezan Ovidio e Iván Guzmán, hijos de Joaquín "El Chapo” Guzmán Loera.
Actualmente se encuentra en una prisión de la Ciudad de México, en espera de que se concrete su extradición a Estados Unidos, para que sea procesado por los delitos de asociación delictuosa, trasiego de droga y portación ilegal de armas de fuego.
De acuerdo con informes federales, Rafael Caro Quintero opera bajo la protección del cártel de Sinaloa que encabeza el considerado capo de capos, Ismael “El Mayo” Zambada, y se dedica a la fabricación y distribución de marihuana, heroína y metanfetaminas para ser introducida de manera ilegal hacia Estados Unidos.
Junto con Ismael Quintero Arellanes fueron detenidos varios de sus presuntos cómplices, quienes también fueron trasladados a la capital del país para deslindar responsabilidades.
Cabe recordar que la madrugada del viernes 9 de agosto de 2013 fue liberado Rafael Caro Quintero, quien desde 1985 permanecía en prisión, acusado del asesinato del agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Enrique Camarena Salazar.
Un tribunal ordenó su liberación debido a un error procesal, debido a que no debió ser procesado por tribunales federales, sino por uno estatal, pues la víctima no era un funcionario diplomático ni oficialmente formaba parte del cuerpo consular estadounidense.
Caro Quintero permaneció 28 años en prisión, tiempo durante el cual ganó varios juicios y cumplió su sentencia por narcotráfico.
Ese mismo año, el gobierno de Estados Unidos solicitó al de México detener de nueva cuenta al histórico jefe del narcotráfico para que enfrente diversas acusaciones en una corte federal en California.
Una vez que se cumpla la detención provisional de Caro Quintero, el gobierno de Washington contará con 60 días para presentar la solicitud formal de extradición.
El asesinato de Camarena Salazar desató en su momento un escándalo en la relación bilateral. El secuestro y traslado de México a Estados Unidos del médico mexicano Humberto Álvarez Machain se ordenó desde la Casa Blanca y la DEA le pagó USD 250,000 a una docena de ex militares y policías mexicanos para que cumplieran con la misión.
La decisión de anular la condena original de 40 años al capo, quien cumplía pena de cárcel por secuestro, tráfico de drogas y lavado de dinero, representó un duro golpe para la DEA que dijo estar profundamente preocupada por su liberación prematura.
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