En México hay un “alto riesgo” de que los cárteles “se conviertan en insurgencia”, así lo advirtió un informe del Armed Conflict Location & Even Data Project (ACLED) titulado Los 10 conflictos armados más preocupantes de 2020, al tiempo que previó que este año cerrará con nuevo récord de homicidios.
El diario El Universal señaló que la alerta se desprende de la serie de incidentes “brutales” registrados en el 2019 y que ilustran cómo los cárteles están adoptando cada vez más técnicas de insurgencia.
El documento destacó la violencia desatada en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, el 17 de octubre de 2019, durante el fallido operativo para detener a Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, hoy preso en una prisión de máxima seguridad en los Estados Unidos, en donde purga una cadena perpetua.
También mencionó la masacre en contra de nueve integrantes de la familia LeBarón en los límites de Chihuahua y Sonora, así como el asalto a “estilo invasión militar” en Villa Unión, Coahuila, que dejó 22 muertos.
“Incidentes como el ataque de represalia del Cártel de Sinaloa tras el arresto del hijo de El Chapo, aumentan el temor de que (las organizaciones criminales) puedan parecer más fuertes que los militares”, alertó.
El apartado sobre México, resalta El Universal, hace referencia al deterioro de la situación de la seguridad en 2019 y proyecta los escenarios que podrían presentarse durante el año en curso.
Además de los más de 31,000 homicidios contabilizados en el año pasado, el ACLED registró 12,700 eventos de protesta y violencia política, así como más de 9,200 “fatalidades”, en el mismo periodo.
El informe señala que aunque hubo disturbios, protestas y actos de violencia política a lo largo de todo el territorio nacional, la mayoría de los incidentes ocurrieron en entidades del sur mexicano.
El 77% de los eventos registrados fueron actos de violencia delictiva contra civiles, 15% correspondió a enfrentamientos entre fuerzas del Estado y milicias; 6% a choques entre organizaciones criminales y 1% de agresiones de actores estatales contra civiles.
“La cobertura de ACLED sobre México demuestra un panorama de violencia política vigente y letal, dominado por la violencia criminal y de drogas”, señaló el informe al tiempo que destacó que “el débil aparato de seguridad, aunado a la fragmentación de grupos armados, indica que el conflicto continuará extendiéndose e intensificándose en 2020, con la posibilidad de que se convierta en una insurgencia”, señaló.
Para el ACLED preocupan las críticas de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido incapaz de desarrollar una coherente y efectiva política de seguridad para combatir la violencia ligada a los cárteles.
El reporte señaló que el encargo hecho por el mandatario a la Guardia Nacional para que atienda el problema, podría prolongar la fallida militarización de la seguridad. Sostiene que la violencia estructural requiere soluciones a largo plazo, como el fortalecimiento de la policía, la justicia y los sistemas penitenciarios.
“México se enfrenta a un mercado criminal cada vez más complejo, fragmentado y multipolar, y es poco probable que estos problemas estructurales se resuelvan a corto plazo, lo que aumenta la posibilidad de que se intensifique el conflicto agravado de este año”, destacó.
Es por eso que el ACLED alertó que para este 20020 se espera que “la brutal violencia cotidiana continúe sin cesar y las tasas de homicidios vuelvan a batir récords”.
El estudio precisa que la escala de violencia responde a los altos niveles de impunidad, a la deficiente capacitación de las fuerzas de seguridad y la debilidad de las instituciones públicas, a la fragmentación de los cárteles causada por una campaña de seguridad dirigida a descabezarlos, lo que resultó en una fragmentación de seis agrupaciones a 37, compitiendo por el control de la ruta de trasiego.
El ACLED destacó que “otro factor que contribuye al alza de la violencia es el reciente cambio en el poder. La rotación política puede correlacionarse con el aumento de los índices de violencia, ya que las pausas de coexistencia entre servidores públicos y grupos delincuenciales se ven socavadas, lo que genera incertidumbre en medio de una lucha por nuevos arreglos”.
El diario recuerda que el ACLED es una asociación sin fines de lucro, financiada por instancias como el MInisterio de Relaciones Exteriores de los Países Bajos y la Oficina Federal de Exteriores de Alemania.
Está encabezada por Clionadh Raleigh, catedrática de la Escuela de Estudios Globales de la Universidad de Sussex y experta en violencia política. Los datos generados por el equipo de expertos son usados como referente por instituciones académicas, centros de investigación e instituciones internacionales como la Organización Nacional de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea y el Comité Internacional de la Cruz Roja.
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