Al grito de "Al río, nos vamos pa’l río”, cientos de personas migrantes provenientes de Centroamérica cruzaron hoy la frontera sur de México.
Una caravana de unas 4.000 personas originarias principalmente de Honduras, El Salvador y Guatemala, se encuentran en el Puente Internacional Rodolfo Robles con la esperanza de poder pasar a México y así poder cumplir su sueño: cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
Miles de personas esperan en el puente una oportunidad.
Hoy lunes, muy temprano por la mañana, una comitiva de la caravana a la que llaman “Dios es Amor”, entregó una carta a funcionarios del Instituto Nacional de Migración, donde solicitaban al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que los dejara ingresar al territorio nacional, además del libre tránsito para poder llegar a la frontera con Estados Unidos e intentar cruzarla.
Nosotros, las personas de la caravana migrante, somos personas honestas y trabajadoras
“Nosotros, las personas de la caravana migrante, somos personas honestas y trabajadoras, y venimos de una forma pacífica a dialogar con el Gobierno para tratar de llegar a un acuerdo donde todos seamos beneficiados con el permiso de movilizarnos por tierras mexicanas”, leyó la misiva un vocero de los migrantes delante de los medios de comunicación que se encontraban ahí, en el puente.
La carta la entregaron por entre las rejas que dividen la frontera de México con Guatemala. También en el documento decían que esperarían tres horas para conocer la respuesta del gobierno federal.
Luego de haber recibido el texto, la Secretaría de Gobernación emitió un breve comunicado en el que indicaba que había recibido la carta, y se daría respuesta a su solicitud a partir de las 10:00 horas.
La respuesta fue negativa, no les dejarían pasar “libremente” como ellos pedían.
Las disposiciones jurídicas no establecen una calidad migratoria de tránsito
"Las disposiciones jurídicas no establecen una calidad migratoria de tránsito, razón por la cual no es posible obsequiar positivamente su petición”, les dijo Carmen Yadira de los Santos, representante del Instituto Nacional de Migración(INM) en Chiapas.
Sin embargo, el INM les ofreció la opción de que ingresarán a México en grupos de 40 migrantes, aunque esto no significa que se les dará algún tipo de documento, pues se analizará caso por caso, explicó la funcionaria mexicano.
Los migrantes no aceptaron. Tras esta negativa del gobierno federal, cientos de migrantes intentaron cruzar hacia el lado mexicano por el río Suchiate.
Fue en ese momento, alrededor de las 11:30 horas, cuando la caravana se enfiló hacia el río sin que las autoridades mexicanas pudieran hacer algo para detenerlos.
Minutos después, un grupo de agentes de la Guardia Nacional reaccionó, y con gas lacrimógeno intentó frenarlos.
Algunos migrantes se defendían aventando piedras, mientras que otros gritaban: “Queremos paz” y pedían no lanzar objetos contundentes.
Nosotros no nos venimos a quedar aquí, solo queremos pasar al otro lado
“Nosotros no nos venimos a quedar aquí, solo queremos pasar al otro lado”, dijo Ingrid a la Reuters, una migrante hondureña de 18 años, a la orilla del río Suchiate.
“Yo no me quiero regresar a mi país porque allá no hay nada, sólo hay hambre”.
Unas 800 personas lograron ingresar a territorio mexicano. Luego de un rato la Guardia Nacional logró replegar a la caravana e impedir su paso a México.
Cuando regresó la calma, relativamente, los integrantes de la caravana atendieron a una menor de edad a la que le tocó un golpe en la trifulca y cayó al piso inconsciente, además reportaron a un niño extraviado en la multitud.
Después del choque se estableció un diálogo entre autoridades migratorias y una comisión de migrantes para establecer acuerdos. Hasta el momento no hay información de dicho diálogo.
Tres horas después de los incidentes, el gobierno de México emitió un comunicado en el que dice que las autoridades actuaron en todo momento conforme a la ley, además de reiterar que se invitó a las personas migrantes a entrar al país de manera ordenada, pero tomaron la decisión de cruzar por el Suchiate.
“Sus dirigentes convocaron a cruzar el Río Suchiate, sin considerar los riesgos para menores de edad y grupos vulnerables. Será presentada ante la autoridad migratoria a toda persona en condición de estancia irregular; se iniciará su procedimiento administrativo y en su caso, el retorno asistido a su país de origen”, se lee en el texto.
Medios locales, minutos antes, ya habían reportado que elementos de la Guardia Nacional habían detenido a un grupo al menos 100 personas migrantes que caminaban rumbo al municipio de Tapachula, en Chiapas.
Los subieron a un camión y les informaron que serían trasladados a una estación migratoria, para iniciar con los trámites correspondientes.
El fin de semana el INM informó que se habían atendido a un total de 1.087 migrantes, de los que 663 fueron en esta zona fronteriza de Chiapas, y 424 en la localidad de El Ceibo, en Tabasco
También indicó que en la mayoría de los casos se procederá al retorno asistido a sus países de origen cuando la situación “así lo amerite”, una vez revisada su condición migratoria.
El Gobierno de México anunció que como medida “inmediata” se ofrecerá “alojamiento, alimentación y atención médica en albergues, campamentos e iglesia” de la localidad.
Asimismo, comunicó que las personas involucradas recibieron información sobre los riesgos de la migración irregular y el peligro de exponerse a los traficantes de personas.
El pasado viernes 17 de enero, el presidente López Obrador informó de la disponibilidad de 4.000 empleos en la frontera sur del país para los migrantes que integran la caravana que partió desde Honduras hacia EE.UU.
Según el gobierno guatemalteco, al menos 4,000 personas han ingresado desde Honduras en los últimos días, lo que representa una de las mayores oleadas desde que los tres gobiernos centroamericanos firmaron acuerdos migratorios con la administración de Trump.
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