El destino de Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, aún no está decidido. Pese a que el sábado un juez determinó que el detenido tendrá que cumplir su condena de nueve años en prisión, la defensa busca echar abajo está decisión. De esta manera, en los próximos tres días se espera una impugnación.
Pablo Campuzano, abogado de Duarte, aseguró que en estas 72 horas se determinará si se interpone un recurso de apelación o un juicio de amparo indirecto, cual sea, tiene el mismo fin: sacar de la cárcel al ex gobernador priísta.
La defensa asegura que el fallo del juez no ha sido acertado, por lo que están confiados de poder sacar a su cliente de prisión. “Consideramos que la decisión del juez no es del todo acertada y usaremos los medios que la ley prevé para impugnar. Al final se va acabar concediendo el cambio de medida y podrá estar en libertad”, dijo.
Presuntamente, existe un cambio de circunstancias derivado de las pruebas que se desahogaron en la última audiencia, las cuales cambian los motivos por los que se dictó la medida de prisión preventiva. “Al final la justicia prevalece (...) y consideramos que al final del día se va a acabar concediendo el cambio de medida y podrá estar en libertad”, sostuvo Campuzano.
El plazo para presentar el juicio de amparo indirecto es de 15 días, por lo que las próximas semanas serán clave para determinar el futuro de Duarte. Pese a ello, tanto el ex gobernador como sus abogados se encuentran “confiados” y “tranquilos” de que saldrá.
Resaltó que en el tema de apelación tiene buenas expectativas dado que ninguno de los imputados está detenido y se han otorgado varios amparos. “No existe algo sólido que pueda sustentar la acusación que en su momento se hizo, por lo que consideramos que tenemos altas posibilidades de éxito”.
Sobre los argumentos de que hay personas que podrían apoyar económicamente al ex gobernador, Campuzano sostuvo que "los familiares del señor Duarte han trabajado toda su vida y tienen sus medios, que no tienen absolutamente nada qué ver con las imputaciones que se hacen”.
Y es que según la defensa, los delitos por los que ha sido acusado Javier Duarte no son considerados graves, por lo que podría cumplir la condena bajo arresto domiciliario. En contraposición, las pruebas que fundó la decisión del juez de control Juan Carlos Ramírez, respecto a la permanencia del ex gobernador en la cárcel, fueron el presunto acuerdo de Duarte con el gobierno de Enrique Peña Nieto para entregarse y un contrato de arrendamiento por 25,000 pesos mensuales que, según el juez, comprueba que el sentenciado cuenta con los medios suficientes para huir del país.
Javier Duarte cumple una condena desde el 17 de julio 2017, tras ser extraditado de Guatemala. Ricardo Sánchez Reyes Retana, abogado del ex funcionario, solicitó un cambio de medida cautelar el 16 de diciembre pasado, donde argumentó que la condena a nueve años de prisión de su cliente ya no era justificada.
En este contexto, la defensa de Javier Duarte expuso que lo anterior es así desde el pasado 5 de diciembre, después de que el Primer Tribunal Colegiado Penal ordenó el trámite de apelación contra la pena que fue impuesta por delitos que no ameritan la prisión preventiva oficiosa.
Por su parte, Juan Carlos Ramírez Benítez dijo no haber recibido la notificación de dicho fallo y como el personal de los tribunales se encontraba de vacaciones, aplazó la audiencia para la resolución del colegiado hasta este mes.
Las acusaciones contra Enrique Peña Nieto
Durante la audiencia del 4 de enero, Duarte declaró ante el juez federal que su renuncia al gobierno del estado de Veracruz y su posterior huida a Guatemala en octubre de 2016, fueron instrucciones giradas por el entonces presidente Enrique Peña Nieto. Supuestamente, habrían llegado a él por funcionarios de la entonces Secretaría de Gobernación, destacando a su ex titular, Miguel Ángel Osorio Chong, quien habría arreglado una entrevista con el periodista Carlos Loret de Mola para simular que pediría su renuncia.
“Yo dije en la entrevista que me iría para enfrentar los cargos en mi contra. No era verdad. Todo estaba arreglado. Las preguntas estaban acordadas. Me pidieron que diera motivos distintos a los reales”, aseguró Duarte durante su comparecencia. Así es que, supuestamente, él habría acatado las órdenes por “lealtad institucional”.
Durante más de dos horas, Duarte habló por primera vez con la Fiscalía General de la República, en un intento de que la justicia le permitiera seguir su proceso en libertad. Durante el interrogatorio, contestó más de 40 preguntas relacionadas con la participación de altos funcionarios de la administración pasada.
El ex gobernador aseguró que nunca fue su idea renunciar al gobierno del estado, pero Osorio Chong lo presionó para que pidiera la licencia. “Gobernador, te pide tu amigo el presidente de la República que pidas licencia (…) se necesita una transición en Veracruz tersa”, le habría dicho.
“Me dijo que me proponía irme por la puerta grande. Él hizo una llamada por teléfono frente a mí y arregló la entrevista con Loret. Un día antes de la misma me reuní con directivos de esa televisora y con el periodista en una oficina de Lomas de Chapultepec. Nos pusimos de acuerdo hasta en las preguntas que se iban a hacer”, agregó.
Supuestamente, como parte del arregló, Enrique Peña Nieto habría girado instrucciones para que el acusado huyera de México rumbo a Guatemala. “fueron instrucciones del régimen federal de ese momento”, añadió. Finalmente, recordó que a cambio de su detención en el país centroamericano, su esposa, Karime Macías y sus familiares, dejarían de ser perseguidos.
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