Carreras clandestinas con autos de lujo: la forma en la que se divierten los herederos en México

Durante una grabación sobre “carreras de alta velocidad” o “arrancones” para su canal de youtube, Alfredo Harp Anaya, nieto de Alfredo Harp Helú, mostró en redes cómo corre su auto Lotus Exige CUP 430 en la zona de Santa Fe, presumiendo el estar muy por encima de la ley al mencionar que ciertos policías no pueden detenerlo tanto a él como a otros de sus amigos, incluso si hay un operativo para poner un alto a este tipo de competencias.

De tan sólo 21 años de edad, Harp Ayala es emprendedor restaurantero y declaró que basta con “echar verbo" (tener habilidad al hablar para persuadir a otros) a fin de que nadie lo detenga mientras corre su Lotus, del que también comentó que lo trajo a México ya que cuenta con pocos modelos en su tipo, además de que es un vehículo que está valuado en casi 3 millones de pesos mexicanos.

Alfredo es titular del canal de YouTube “Terzo Elemento” en el que junto a sus socios César Ceballos y Féliz Diez desarrollan y comparten temas alusivos a coches de lujo de los que son apasionados.

Bajo el título de “Arrancones ilegales en México de Súper Coches”, el bloguero “Dominguero" introduce a sus seguidores al mundo de las carreras ilegales; él, aparentemente de nacionalidad española, da la bienvenida a los visitantes de su canal subrayando que se encuentran en la Ciudad de México (con el Parque “La Mexicana” de fondo), además de comentar que seguramente es uno de los episodios más peligrosos en los que ha participado.

Con ello, da introducción a “los arrancones ilegales” en México y el supuesto español, declara que estaba cansado de sólo reseñar autos de lujo en su país, por lo que decidió el comenzar a correrlos en zonas de altos ingresos como Santa Fe. Acto seguido presenta a “el crack” de los arrancones en México, un hombre supuestamente llamado Simón, quien asevera que disfruta de las carreras y arrancones tanto clandestinos como en el Autódromo de la ciudad.

Simón le cede su auto al conductor español y le comenta que lo pondrá a competir con el Lotus de Alfredo Harp Anaya, quien argumenta que corre un Lotus porque los Lamborginis ya están muy vistos, al igual que los Ferraris y, para mostrarle a “Dominguero”, que es algo que sí se ve en México.

Impunidad rampante

Tras la presentación, el blogger español ensalza en elogios al joven Harp, enlistando toda la serie de títulos que lo acompañan: “multimillonario”, “dueño de equipos de béisbol, hoteles y restaurantes”, “emprendedor”, etcétera.

Seguidos de varios curiosos en el estacionamiento de un autoservicio en la zona, el par de conductores muestra la capacidad de los motores de los autos y emprenden el vuelo por las calles de más prestigio del lugar. Más tarde, introducen a los visitantes de su blog a lo que son los acelerones clandestinos, sin dejar el pasar la oportunidad de que los inician frente a la policía y “con buen público”.

Harp señala para ése entonces que en la zona de el Parque “La Mexicana” son muy especiales y la policía llega pronto; sin embargo, sonríe e indica que a ver qué pasa con dos o tres arranconcitos, además de abrazar al llamado Simón para mostrar lo alto e imponente que es al enfrentar a los posibles policías que busquen detenerlos.

Mientras corren por vialidades que conectan con autopistas, Harp Ayala, el bloguero español y Simon, presumen una impunidad rampante sin parar, presumen como una rutina que practican sin temor a que los detengan, especialmente cuando la multa tan sólo iría de los 800 a los 1600 pesos mexicanos. Una suma insignificante para el heredero de los Harp y compañía.

Al filo de las 7:15 p.m. del domingo 24 de noviembre, Harp Ayala, emitió un comunicado en el que se disculpó parcialmente de la irresponsabilidad con la que se había dirigido. Sin embargo, contrastó que, a pesar de que respeta la libertad de expresión del medio que exhibió su caso (Reforma), consideraba que éste había exagerado en las connotaciones que le dio a su video, del que indica que sólo muestra la pasión que él y sus socios tienen por los autos.

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