Los habitantes del estado estadounidense de Florida están conmocionados. Un niño de sólo dos años murió atropellado con un vehículo todoterreno, conducido por su propia madre. Cuatro años antes, Izbella Bronson, hermana del pequeño, murió en condiciones similares.
El martes 5 de noviembre, los agentes de la Oficina del Sheriff del condado de Hillsborough acudieron a un llamado de emergencia en una propiedad ubicada en Plant City.
El informe policial detalla que alrededor de las 17:00 (hora local), la madre y la abuela del niño estaban realizando pruebas de manejo con su camioneta Chevrolet Blazer en un camino de su propiedad. La minivan había tenido problemas con el sistema de transmisión y ellas consideraron necesario realizar una serie de pruebas.
De acuerdo a las declaraciones de las dos involucradas, primero condujeron en reversa, luego hacia adelante y, de nueva cuenta, intentaron utilizar la reversa para asegurarse que la camioneta funcionaba correctamente.
Lo que ocurrió después fue “horrible, trágico”, de acuerdo a la versión de las autoridades.
Resulta que desde el primer movimiento de reversa, la madre, quien conducía la SUV, “sintió” que había golpeado un pedazo de madera con el automóvil familiar. Luego notó que su mascota estaba en el patio y no dentro de la casa, donde también habían dejado al niño de dos años.
-¡Oh no! Es probable que nuestro hijo también esté en el patio, dijo.
Al bajar del vehículo, la madre y la abuela encontraron al niño en el suelo, justo frente al vehículo. El pequeño fue trasladado al Hospital General de Tampa, donde fue declarado muerto.
Crystal Clark, portavoz de la Oficina del Sheriff del Condado de Hillsborough, reveló en conferencia de prensa los detalles del suceso y dejó ver la posibilidad de que el pequeño, haya salido del interior de la casa, junto con el perro, sin que la familia se percatara.
"Los niños de dos años, algunos de ellos tienen la capacidad de abrir una puerta por sí mismos. Es absolutamente un accidente trágico, especialmente porque un niño tan pequeño perdió la vida. Siempre tratamos de informar a las familias que deben ser extremadamente cautelosos y se aseguren que no hay niños ni mascotas alrededor, antes de subirse y arrancar sus vehículos”.
La muerte del niño de dos años resulta inquietante. En 2015, la misma madre perdió a otra hija en condiciones similares. Izbella Bronson también tenía dos años, cuando la muerte la encontró.
De acuerdo a la publicación PEOPLE, una fuente de la oficina del sheriff les hizo saber de un caso registrado hace cuatro años: una pequeña cayó por la puerta abierta de una minivan en marcha, que era conducida por un familiar. Aunque no les reveló el nombre de la niña, revisaron la hemerografía de la época y el hallazgo los impresionó.
En 2015, la bisabuela de Izbella Bronson conducía un automóvil para dirigirse a la parada de un autobús escolar y recoger a otros dos de sus bisnietos. El reporte policial que publicó el Tampa Bay Times en una nota periodística, indica que la pequeña iba sentada en el piso del vehículo y no llevaba puesto el cinturón de seguridad.
En algún momento, la puerta se abrió y la niña salió proyectada fuera del auto. Izbella fue trasladada en avión al Hospital General de Tampa, donde murió a causa de las heridas que le causó el impacto con el asfalto.
La muerte del pequeño de dos años, ocurrida el martes pasado, ya es investigada por las autoridades. Aunque no se han presentado cargos contra los familiares del niño, los Servicios de Protección Infantil ya acudieron a la casa de Plant City para verificar el bienestar de otros dos niños que viven en el hogar, quienes podrían ser hermanos de Izbella y del pequeño de dos años.
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