María del Rosario Piedra Ibarra fue designada como la nueva Titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para el periodo 2019-2023, en sustitución de Luis Raúl González Pérez.
Con apenas 76 votos, el mínimo requerido para conseguir la nominación, Rosario Piedra se convirtió en la primera mujer al frente del organismo defensor de los derechos humanos, a nivel nacional, y dejó en el camino a Arturo Peimbert y a Jesús Orozco, quienes obtuvieron 24 y ocho votos, respectivamente.
En la primera votación, Piedra obtuvo 59 apoyos, Jesús Orozco Henríquez 44, y Arturo Peimbert 11, con 5 abstenciones. En el segundo intento, Piedra alcanzó los 67 votos, 48 para Orozco Henríquez y sólo 3 para Peimbert, con una abstención.
Rosario Piedra es psicóloga de profesión y militante del partido gobernante, denominado Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); instituto político en el cual se desempeñó como secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional.
Cuando el proceso de nominación se hallaba empantano en el Senado -porque el grupo parlamentario de Morena no logró el apoyo de aliados ni opositores para aprobar la designación, con las tres cuartas partes de los legisladores presentes, durante dos ocasiones consecutivas- el presidente López Obrador habría inclinado la balanza al declarar sus simpatías por “quien siempre ha estado del lado de las víctimas”.
“Yo creo que quienes estén en la CNDH deben ser gente honesta, independiente. Es un organismo que durante años es más lo que ha ocultado, lo que ha tapado, que lo que ha hecho para defender los derechos humanos. Han guardado un silencio cómplice durante mucho tiempo, por lo que ahora debe contar con gente con principios y que realmente sienta el dolor que causa la violación de derechos humanos”, dijo al desdeñar los perfiles profesionales y la experiencia en la defensa de derechos humanos de los otros dos aspirantes.
La nueva titular de la CNDH es hija de Rosario Ibarra, la activista de derechos humanos y legendaria presidenta del Comité Eureka, organización creada con la tarea específica de exigir el esclarecimiento de las desapariciones forzadas ocurridas durante la llamada “guerra sucia” de los años 70 y 80 en México. En dicha organización también participó la nueva ombudsperson mexicana.
En su proyecto para presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra planteó la necesidad de llevar la justicia a todas las víctimas del Estado mexicano y anticipó el cambio de nombre de la institución, para convertirla en una Defensoría del pueblo.
En una entrevista con el periódico El Universal, la entonces candidata a ombudsperson consideró que ser mujer es una ventaja, ya que representa a un sector social cuyos derechos siempre han sido violentados.
Opinó que la CNDH, desde su creación en 1990 y hasta la fecha, ha sido una “instancia de simulación y no ha sido autónoma, una instancia que realmente vaya de mano de las víctimas”.
Rosario Piedra advirtió que reestructurará la organización de toda la Comisión Nacional y analizará la conveniencia de mantener el Consejo Consultivo y de las Visitadurías, tal y como funcionan actualmente.
“¿De qué me serviría estar ahí si no voy a ejercer una reestructuración? Se tiene que hacer el análisis, para hacerlo con seriedad, no por ocurrencia. Primero, que pueda tener la capacidad de enfrentar a un ministerio público, a una fiscalía; y que tenga esa visión de enfoque de género, de inclusión, para escuchar a todo aquel que sienta que sus derechos son vulnerados”, puntualizó.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: