“No quiero que mi lucha quede inconclusa... dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos", pidió Rosario Ibarra de Piedra al presidente de México, Andrés Mamuel López Obrador, durante la sesión solemne en el antiguo Senado de la República, en la que se le hizo entrega de la Medalla Belisario Domínguez 2019.
El Senado entregó hoy el reconocimiento “Belisario Domínguez 2019”, a la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra, por su activismo político y defensa de los derechos humanos. En sesión solemne y ante el presidente mexicano, como testigo de honor, la senadora Mónica Fernández, entregó a la hija de la excandidata presidencial la distinción.
Sin embargo, en el discurso que escribió Rosario Ibarra de Piedra y que leyó su hija en la sesión solemne, encargó la “custodia” de la medalla al presidente López Obrador, para que se la "devolviera junto con la verdad” del paradero de los desaparecidos.
“Señor presidente Andrés Manuel López Obrador, querido y respetado amigo, no permitas que la violencia y la perversidad de los gobiernos anteriores siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad y la ignominia, no quiero que mi lucha quede inclusa, es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares y con la certeza de que la justicia anhelada por fin los ha cubierto con su velo protector, mientras la vida me lo permita seguiré mi empeño hasta encontrarlos. ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!".
Como respuesta a esta petición, el mandatario mexicano manifestó que hará “todo lo humanamente posible” para cumplirla y dijo, “sabrá estar a la altura de las circunstancias” con la encomienda de la activista Ibarra de Piedra.
“Es una responsabilidad que voy a cumplir, voy a hacer todo lo que humanamente me se posible para dar con los desaparecidos, soy libre, como es de dominio público no puede haber ningún grupo de interés creado que impida el conocer toda la verdad sobre las desapariciones, sobre los crímenes que se cometieron en los gobiernos autoritarios, vamos a atenderlo”, dijo López Obrador al terminar la ceremonia.
Al preguntarle que le contestaba a la galardona, el titular del Ejecutivo expresó: “Un abrazo cariñoso y que sabre cumplir con su encomienda voy a estar a la altura de las circunstancias”.
Debido a problemas de salud, Rosario Ibarra de Piedra, de 92 años de edad, no pudo estar presente para recibir el máximo galardón que otorga el Estado mexicano a los ciudadanos por su contribución al país. Pero envió una carta en la que denunció que siguen recibiendo burlas e indiferencia los familiares de desaparecidos, " igual que hace tantos años".
“La justa ira de mi nieto es el resultado de saber que las familias de Eureka hoy seguimos, igual que hace tantos años, recibiendo escarnio y burla de los funcionarios, la libertad de nuestros hijos y familiares, la justicia, la dignidad del pueblo y la paz siempre han sido nuestras metas, claras diáfanas esplendorosas, y que no admiten matices, está presea que lleva el nombre de un gran revolucionario, don Belisario Domínguez y con la cual hoy me honran, trae consigo un gran fardo moral ineludible para mi consciencia y que me alienta aún más a continuar luchando para liberar a esa justicia que fue amordaza y llevada a un cárcel clandestina hace ya tantos años”, decía la carta que leyó su hija a nombre de la activista.
La Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República es la máxima condecoración que el Senado de México otorga a los ciudadanos más eminentes.
El nombre de esta distinción honra la memoria de Belisario Domínguez, senador por el estado de Chiapas que fue férreo opositor a la usurpación de Victoriano Huerta a la Presidencia de la República y, por sus abiertas críticas en la tribuna del Senado, fue asesinado el 7 de octubre de 1913.
María del Rosario Ibarra de la Garza (Saltillo, Coahuila; 1927), más conocida como Rosario Ibarra de Piedra, es una activista mexicana fundadora del Comité ¡Eureka! y ex senadora por el Partido del Trabajo (PT).
Rosario Ibarra de Piedra ha sido candidata al Premio Nobel de la Paz en los años de 1986, 1987, 1989 y 2006. Se realizó un documental sobre su experiencia de lucha en el ámbito de los derechos humanos llamado Rosario. Para el año 2019 le fue concedida la medalla al mérito cívico “Eduardo Neri, legisladores de 1913”.
Su actividad política comienza en 1973, cuando su hijo Jesús Piedra Ibarra es acusado de pertenecer a un grupo armado de orientación comunista, la Liga Comunista 23 de Septiembre.
Jesús Piedra desapareció en 1974, cuando fue detenido por las autoridades tras el asesinato del policía Guillermo Villarreal Valdez. A partir de entonces, Rosario Ibarra inició un largo peregrinar en las instituciones gubernamentales demandando información acerca del paradero de su hijo, que hasta la fecha no se ha esclarecido.
Jesús Piedra es considerado víctima de la desaparición forzada de personas que habría llevado a cabo el gobierno de México en las décadas de 1960 y 1970.
Su padre fue ingeniero agrónomo egresado de la Escuela Hermanos Escobar de Ciudad Juárez, Chihuahua y militar en la Revolución mexicana; su esposo fue integrante del Partido Comunista Mexicano y presidente de la Sociedad de Alumnos Socialistas de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
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