En días pasados apicultores de Yucatán volvieron a denunciar la muerte de miles de abejas debido a los contantes pesticidas que son arrojados desde aire indiscriminadamente en cultivos de maíz y soya, esta no es la primera vez y las autoridades no han intervenido, denunciaron.
Ahora fue en Tizimín donde dieron a conocer la mortandad de miles de abejas de apiarios de Yohactun de Hidalgo.
Los apicultores denunciaron que este hecho de nueva cuenta se debió a la fumigación aérea de cultivos, lo que provocó la pérdida de al menos 50 % de sus colmenas.
Desde el año pasado han registrado un desplome en la producción de miel hasta en un 60 % a causa del descenso en la población de abejas.
El año pasado, lo productores de miel, también denunciaron la muerte masiva de abejas en Dzonot Carretero como consecuencia de las fumigaciones que realizó el empresario Jacobo Xacur Eljure en un terreno vecino; la denuncia no fue investigada ni existieron sanciones ante el ecocidio.
Los habitantes de Dzonot Carretero recordaron que hace un año fue devastada, fumigada y exterminada un amplia zona boscosa para la siembra de semillas modificadas genéticamente, sin que ninguna autoridad hiciera algo por evitar tal ecocidio o al menos castigarlo.
Los productores de miel, encabezados por Joel Ramírez Francisco, dijeron que cada año con las fumigaciones aéreas que ordenan productores industriales de la región pierden cientos de colmenas que representan miles de abejas.
Las fumigaciones aéreas exterminan además de las abejas, la flora y fauna del estado y que la industria en crecimiento de “paquetes tecnológicos” son en realidad fertilizantes y herbicidas que terminan matando a la fauna de la región como jaguar, coatí, mapache, zorra roja, mono araña, armadillo, conejos, venados de cola blanca, tigrillos, zorrillos y una gran cantidad de reptiles como víboras, tortugas e iguanas.
Mencionaron que a causa de los químicos utilizados en las fumigaciones, la población de abejas disminuye y por ende la producción de miel en Yucatán también.
Una de las redes de valor agroalimentarias más importantes en Yucatán es la red de valor miel; está red de valor cuenta con 11,000 apicultores en el estado, los cuales, en promedio, poseen 1.2 apiarios con 20 colmenas cada uno, que suman 264,000 colmenas.
En el 2015, Yucatán ocupó el primer lugar de la producción nacional con 11,629 toneladas. En el 2017 cayó al quinto lugar, con 4,351 toneladas, y para el 2018 la actividad repunto con 9,744 toneladas y un valor de producción de 371 millones de pesos.
Una colmena alberga cerca de 80,000 abejas y cada colmena se conforma por una abeja reina, cuya principal función es poner huevecillos, asegurando la supervivencia de la colonia, abejas obreras, que son las encargadas de colectar polen, construir los panales y producir miel, y abejas llamadas zánganos, que tienen la función de aparearse con la reina y calentar a las crías dentro de la colmena.
Una colmena puede producir 30.5 kilos por ciclo, y para que esto suceda los apicultores realizan diferentes actividades en el año para desarrollar la apicultura de forma eficiente y obtener un ingreso seguro. Las principales actividades son limpia del terreno del apiario, cambio de resinas, cosecha de la miel y alimentación de la abeja en los meses críticos en que hay poca floración.
¿Cuál es la importancia de que mueran las abejas?
Más de un tercio de todas las especies de insectos que habitan en nuestro planeta están en peligro de extinción. Así lo afirma el informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).
De las especies terrestres, los himenópteros, entre los que se encuentran las abejas, están entre los más afectados, según el estudio Declive mundial de la entomofauna: una revisión de sus impulsores, publicado en la revista Science.
El desplome de sus poblaciones es crítico debido a su papel fundamental en los ecosistemas, que podrían derrumbarse ante la falta de estos pequeños seres vivos.
El equilibrio de la vida, tal y como la conocemos, depende de estos insectos polinizadores. Sin embargo, según un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, casi la mitad de las abejas están amenazadas.
En el planeta, existen al menos 20.000 especies de abejas silvestres y en Europa cerca de 2.500. La polinización que realizan estos insectos es el proceso natural que permite que las flores sean fecundadas y den frutos y semillas, es decir, la piedra angular de la biodiversidad.
Pero también de nuestra seguridad alimentaria: a nivel mundial, una tercera parte de los alimentos dependen de las abejas, así como un 90% de las plantas silvestres con flor, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).
A nivel europeo, el 37% de las poblaciones de abejas en Europa están en declive, según datos de Greenpeace, que afirma también que hasta un 70% de los cultivos producidos en España dependen también de la polinización.
El impacto de la desaparición de los insectos, en especial de las abejas, sería por tanto dramático, ya no solo a causa de su función como polinizadores. Como base de la cadena, los insectos son el alimento de miles de especies de pequeños mamíferos, que a su vez son el alimento de otros mamíferos, y así hasta completar una cadena alimenticia que se derrumbará involucrándonos finalmente.