En la sierra de Guerrero, uno de los estados que más han sufrido los estragos del narco, hace unos días se libraron enfrentamientos sangrientos entre criminales y pobladores que acabaron con la detención de uno de los capos más peligrosos de la región: Santiago Mazari Hernández, alias "El Carrete".
Líder del cártel "Los Rojos" hasta su captura, se mantuvo escondido en el municipio sierreño de Leonardo Bravo por varias semanas, donde incluso llegó a poner trampas y granadas para las autoridades que le seguían el paso.
Detenido por las guardias comunitarias en su inútil intento por escapar de la sierra, "El Carrete" vio caer su imperio criminal desde el helicóptero de la Marina que lo llevó la Ciudad de México.
Diez años antes, su historia en las grandes ligas del narco apenas estaba germinando: "Los Rojos", el grupo que encabezaba, surgió tras el abatimiento de Arturo Beltrán Leyva, uno de los grandes capos de la época.
(Video: Exclusiva TelediarioMX)
"El Carrete" formaba parte del grupo de guardaespaldas de Beltrán Leyva. Sin embargo, la tarde en que su jefe fue asesinado en un departamento de Cuernavaca, Morelos, éste se encontraba lejos. Pocos días antes había sido aprehendido en la capital mexicana.
Irónicamente, aquella detención le salvó la vida y supuso su rápido ascenso en el poder.
En 2010, luego de recuperar su libertad con el pago de una fianza de 5 millones de pesos, Mazari se convirtió en el jefe de plaza de Amacuzac, Tetecala, Puente de Ixtla y Acatlán. Y al mismo tiempo uno de sus tíos, Alfonso Miranda, se convertía en el presidente municipal de Amacuzac.
Con las autoridades de su lado, sólo fue cuestión de tiempo para que terminara convirtiéndose en el jefe absoluto de Morelos, estado colindante con Guerrero.
Entre 2010 y 2012 los secuestros crecieron 58 por ciento en toda la entidad. Los homicidios pasaron de 559 a 862 en un año y las extorsiones alcanzaron una tasa de 35 por cada 100 mil habitantes.
De acuerdo con el periodista Héctor de Mauleón, durante su mandato "El Carrete" financió campañas políticas, impuso a jefes policiacos y asesinó a miles de rivales; entre ellos funcionarios, candidatos y policías.
El surgimiento de Los Rojos, que desde sus inicios se caracterizaron por utilizar métodos más agresivos, ayudó a convertir a Guerrero en una de las entidades más violentas del país. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a junio de 2019 se cometieron 1,018 homicidios, de los cuales 791 fueron tipificados como homicidios dolosos.
La caída
Los primeros golpes a la estructura ocurrieron a principios de 2014, cuando el entonces comisionado de seguridad, Alberto Capella, le arrebató al "Carrete" el control de las policías municipales.
En mayo de ese mismo año fueron detenidos dos de sus hermanos, y al año siguiente uno de sus socios más cercanos fue capturado.
La información que entregó a las autoridades fue crucial para la posterior captura del "Carrete". Poco a poco su grupo comenzó a ser desmantelado.
Debilitado, decidió esconderse en la sierra de Guerrero. Pero en poco tiempo la Policía Federal logró dar con su ubicación, gracias a la intervención de múltiples llamadas telefónicas y a la información que proporcionaron sus rivales y enemigos (una narcomanta colgada en Morelos señaló que estaba escondido en Corral de Piedra y Filo de Caballos).
El día de ayer le dictaron auto de formal prisión, confirmando así el punto final de su trayectoria criminal.