Morena, el partido de López Obrador, transita hacia "un modelo de tipo estalinista, como un ‘soviet’": Alejandro Rojas Díaz Durán

Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fundó en 2011 y que obtuvo el registro oficial en 2014, tiene una facción "chavista" y autoritaria con simpatías por el régimen cubano y venezolano que sus miembros no esconden.

Así lo advirtió uno de los aspirantes a encabezar  la organización partidista, Alejandro Rojas Díaz Durán, en entrevista con Infobae México.

"Al interior de Morena hay dos líneas o visiones: una es una línea excluyente, autoritaria, con un tufo chavista, que no esconde su identidad y simpatía, además, por el régimen cubano y el régimen venezolano", explicó Rojas, de 61 años.

De acuerdo con el ex secretario de Turismo de la Ciudad de México durante el gobierno de Marcelo Ebrard (2006-2012), este grupo "va a ir avanzando en un modelo chavista, que es peligroso para el país".

"Me opongo a que Morena sea un instrumento de la línea autoritaria del partido, que quiere imponer un régimen que quite libertades como ocurrió en Tabasco", señaló Rojas, que se refirió a la llamada "Ley Garrote" en aquel estado mexicano que entró en vigor el 1 de agosto.

La legislación, que condena hasta con 20 años de prisión a quien bloquee las calles de la entidad, mediante manifestaciones, o impida la ejecución de obras públicas, fue duramente criticada por impedir la libertad de reunión y expresión que establece la Constitución mexicana.

Y es que Rojas Díaz Durán es uno de los pocos críticos al interior de Morena que acepta sin sonrojarse el calificativo de "disidente". Entre marzo y mayo,  después de criticar duramente a la dirigencia del partido, encabezado por Yeidckol Polevnsky, el senador suplente fue expulsado de la organización.

Además, sus derechos partidarios le fueron suspendidos por tres años, pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revocó la decisión de Morena y lo reinstaló unas semanas después.

Cuando enfrentaba el proceso de su posible expulsión, Rojas escribió un texto donde argumentó que Polevnsky y su "camarilla facciosa más dura y madurista", por Nicolás Maduro, el dictador venezolano, lo querían censurar.

"Quiere apagar la luz de la libertad para llevarnos a las oscuridades del terror totalitario. No lo podemos permitir. Estoy seguro que la inmensa mayoría de los que estamos en Morena no queremos imitar ningún régimen político del mundo", señaló.

El también consejero estatal de Morena en la Ciudad de México destacó que le preocupa sobre todo el Instituto de Formación Política de la organización. "Puede desviarse del propósito, que es la formación política integral, no la dogmatización ni la fanatización de los jóvenes", explicó.

"Debemos incrementar su conocimiento de filosofía política universal, no que solamente les digan que el 'Che' Guevara es más fregón que (José María) Morelos", añadió.

"Incluso, la CNTE (Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, un sindicato disidente) quiere distribuir materiales didácticos", contó.

Sin embargo, incluso la Secretaría de Educación Pública (SEP) advirtió que ninguna organización que no sea la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos puede distribuir materiales de ese tipo de manera legal. La intención de la CNTE era llegar a unas 6.000 escuelas en Michoacán, Oaxaca y otro estados con contenidos sobre la Revolución Cubana y Carlos Marx.

La sucesión de Morena

Después de que en 2018 Morena le ampliara a Polevnsky su mandato un año más, el nuevo proceso al interior del partido cuenta con cuatro posibles candidatos: además de la actual presidenta y de Rojas Díaz Durán, también participarían en el proceso Mario Delgado, el coordinador del partido en la Cámara de Diputados y Bertha Luján, que encabeza el Consejo Nacional morenista.

Pero, a decir de Rojas, "el proceso es totalmente antidemocrático y es muy excluyente". "Un partido de masas como Morena, el más popular en la historia de México, quiere hacer un modelo de tipo estalinista, como un 'soviet', o un modelo cubano, con muchos líderes para controlar a las masas", señaló.

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El senador suplente explicó que el proceso para elegir al nuevo dirigente nacional de Morena está viciado desde su inicio, ya que Polevnsky y el actual liderazgo buscan usar el padrón de 2017, sin tener en cuenta aquellos que se afiliaron en 2018 y 2019.

"Los que están desde antes de las elecciones presidenciales de 2018 son considerados puros, porque su argumento es que en ese momento no se sabía si López Obrador iba a ganar", cosa que acabó sucediendo en julio del año pasado. "Después de ganar la elecciones mandaron a cerrar la afiliación, porque se quiso afiliar medio millón al partido y Polevnsky dijo que eran oportunistas", completó.

Este 18 de agosto Morena dará a conocer la convocatoria para el proceso, pero, de acuerdo con Rojas, el padrón no está actualizado ante el Instituto Nacional Electoral (INE), por lo que no se sabe actualmente quiénes podrán participar o no en la selección de la estructura partidista.

En septiembre, el partido realizará las 300 asambleas distritales, una por cada sección federal en la que está dividido el país, para obtener a 10 militantes por cada distrito, que en octubre elegirán a los representantes que viajarán al Congreso Nacional, donde finalmente, el 20 de noviembre, votarán por el nuevo líder morenista.

"Sólo ellos (los actuales líderes) decidirán las estructuras hacia abajo, porque Morena no tiene organización desde abajo, sólo nació para que López Obrador llegara a la Presidencia", detalló Rojas.

"Es ilegal que quieran usar un padrón de hace dos años, incluso los estatutos del partido señalan que la afiliación no puede cerrarse sino 30 días antes de la renovación de la dirigencia. No quieren incorporar a los siete millones que se afiliaron en los últimos dos años, sólo los tres millones y medio que estaban antes", detalló el ex asambleísta en la capital mexicana.

Para Rojas Díaz Durán, la dirigencia de Morena "cree que los militantes son tontos" y que "hay mucha soberbia y desconocimiento jurídico electoral". "Morena no sabe qué padrón va a usar: no sabemos ni quiénes somos, ni cuántos somos ni dónde estamos", comentó.

El candidato aseguró que impugnará el proceso cuando comience, debido a estas irregularidades. Su propuesta es que Morena organice una "consulta popular" abierta a militantes y no militantes, siguiendo los principios del partido y que profesa López Obrador de "escuchar al pueblo", con ayuda del INE "para contar los votos".

Las elecciones de 2021

Para Rojas Díaz Durán, las elecciones al interior de Morena determinarán el éxito o fracaso del partido en las elecciones de 2020 y, sobre todo, de las intermedias de 2021, cuando se renovarán 13 gubernaturas y se pondrá en juego la mayoría de Morena en la Cámara de  Diputados.

"La mala operación de Morena en este rasgo nos puede poner en peligro: ¿cómo pedirle el voto a gente que vas a excluir del proceso de elección en el partido cuando busquemos su voto en 2021?", se cuestionó.

"Los líderes agrarios, sociales, populares, son pragmáticos, si no obtienen lo que buscan, se van a ir a la posición. Si no ganamos la mayoría en 2021, será el 'Waterloo' de López Obrador", sentenció.

La actuación de López Obrador en sus primeros ocho meses

Para el aspirante a la presidencia de Morena, el mandatario nacional "no quiere saber nada" del partido que fundó. "Su influencia va a ser prácticamente nula en las elecciones al interior del partido", dijo.

El senador suplente aconsejó a López Obrador que "con todo respeto, asuma la investidura de jefe de estado… Eso es lo que le falta, que deje de polarizar al país", expresó.

"Hay una 'presidencialización' de la política, todo gira alrededor de Andrés, está haciendo que la sociedad se aleje y no participe de la construcción del nuevo régimen político. "En vez de concitar el acuerdo, su forma de ejercer la presidencia no es conciliadora. No genera consensos, lo que hace es polarizar con diversos actores", agregó.

"Se votó por la esperanza de un cambio y no hemos estado a la altura", concluyó, destacando que eso puede ser aprovechado por la oposición para reagruparse y capitalizar la molestia social.