Es un hecho: la violencia en México no ha dejado de ir en aumento y al parecer, ser joven y universitario, significa ahora, pertenecer a un grupo de alto riesgo.
Los casos más recientes, ocurridos en la Ciudad de México, han sacudido a la sociedad. Se trata del secuestro y asesinato de Norberto Ronquillo, estudiante de la licenciatura en Mercadotecnia Internacional en la Universidad del Pedregal y el de Leonardo Avendaño, egresado de la maestría en Psicología de la Universidad Intercontinental.
Aquí te presentamos algunos de los casos más emblemáticos.
El caso de Norberto Ronquillo
La noche del 4 de junio, Norberto Ronquillo, de 22 años de edad, fue secuestrado minutos después de salir de la Universidad del Pedregal, ubicada en la alcaldía Tlalpan, al sur de la Ciudad de México. La familia pagó un rescate y denunció el plagio ante la Procuraduría General de Justicia los hechos, sin embargo, el joven fue asesinado. Su cuerpo fue encontrado el domingo 9 de junio en un paraje de Xochimilco.
Tras el hallazgo del cuerpo y del automóvil del estudiante, encontrado muy cerca de la casa de los tíos de Norberto, ubicada en Tlalpan; surgieron dudas sobre la actuación de los elementos policiacos que llegaron al lugar. Y es que el automóvil no fue debidamente asegurado para preservar las pruebas ya que los uniformados que custodiaban en vehículo, permitieron que el primo de Norberto se lo llevara. Por estos hechos, dos policías preventivos han rendido su declaración.
A más de dos semanas de este hecho, las autoridades mantienen varias líneas de investigación que apuntan al círculo cercano del estudiante.
La misteriosa muerte de Leonardo Avendaño
La sociedad mexicana aún estaba conmocionada por el caso de Norberto Ronquillo, cuando se dio a conocer el asesinato de otro joven universitario. Leonardo Avendaño, de 29 años de edad, egresado de la maestría en Psicología de la Universidad Intercontinental y también seminarista, fue asesinado el pasado 11 de junio.
Desde el inicio de la investigación, la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ-CDMX), insistió en que los casos de Norberto y Leonardo eran distintos. La procuradora Ernestina Godoy aclaró que Leonardo había sido asesinado y las investigaciones apuntaban a que el móvil podría ser de índole personal.
Este jueves 20 de junio, la Procuraduría capitalina reveló que el sacerdote Francisco Javier Bautista Ávalos, quien incluso ofició una misa a Leonardo y pidió la captura de los asesinos, había sido detenido la noche anterior como el presunto responsable del asesinato del joven seminarista. Las autoridades realizaron una reconstrucción de hechos, previa al homicidio.
La Procuraduría reveló cerca de las 10 de la noche del 11 de junio, al salir de su casa ubicada en la alcaldía de Iztapalapa, Leonardo envió un mensaje a un amigo avisándole que pasaría la noche en casa del sacerdote Francisco Javier.
De acuerdo con el informe de la Procuraduría, el vehículo de Leonardo permaneció en la casa del padre desde las 23:04 horas del 11 de junio hasta las 03:16 horas del 12 de junio; es decir, cuatro horas y 12 minutos.
Posteriormente, las cámaras del C5 captaron el auto de Leonardo saliendo del domicilio del sacerdote. A las 03:26 horas, lo vieron subiendo por la carretera Picacho-Ajusco. A las 03:48 horas lo ubicaron dirigiéndose a la colonia Héroes de 1910, alcaldía Tlalpan, donde horas más tarde el coche fue hallado; dentro estaba el cadáver del joven envuelto en una cobija y con huellas de estrangulamiento.
La procuraduría detectó un segundo automóvil que circulaba hacia el mismo lugar en donde fue encontrado Leonardo. Ahora busca a al menos un presunto cómplice del sacerdote
Estudiante estadounidense desaparece en Guadalajara
Jesse Pacheco, estadounidense de 29 años de edad y recién graduado como Médico Cirujano por la Universidad Autónoma de Guadalajara (AG), se encuentra desaparecido, mientras que su amigo que lo acompañaba, fue asesinado.
Los hechos ocurrieron el pasado 15 de junio, cuando Jesse y Carlos Alejandro Delgadillo Romero de 26 años y también de origen estadounidense, se despedirían de unos amigos y luego asistirían a Strana, un club nocturno que se ubica en la colonia Providencia, municipio de Guadalajara, Jalisco.
De acuerdo con los testimonios de amigos de los jóvenes, alrededor de las cuatro de la mañana Jesse y Carlos se quedaron esperando un Uber. Después, Carlos Alejandro fue asesinado y Jesse desapareció.
Y aunque la Fiscalía estatal ya investiga los hechos e incluso ya se encuentra en comunicación con la representación del Gobierno de Estados Unidos en la entidad, Jesse no aparece y aún se desconoce el paradero de los asesinos de Carlos.
La desaparición y presunto asesinato de tres jóvenes cineastas
Otro hecho también ocurrido en Jalisco y que conmovió a la sociedad mexicana, fue la desaparición y presunta muerte de tres estudiantes de Cine de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV) en Guadalajara quienes desaparecieron cuando fueron a realizar una grabación a una finca de Tonalá para un trabajo escolar, el 19 de marzo de 2018.
De acuerdo con los testimonios de tres estudiantes mujeres que los acompañaban, hombres armados se llevaron a Javier Salomón, Jesús Daniel y Marco Francisco originarios de Mexicali, Tepic y Los Cabos, respectivamente, y a ellas las dejaron en el lugar. Las autoridades señalaron que la finca era utilizada como casa de seguridad de un grupo antagónico al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)
La desaparición de los jóvenes provocó manifestaciones multitudinarias. Días después, las autoridades detuvieron a cinco policías de Tonalá presuntamente involucrados en el caso, pero fueron liberados.
Posteriormente, la fiscalía detuvo a Edna "N", tía de Javier Salomón Aceves, uno de los estudiantes. La acusaron de lenocinio en una estética de su propiedad, bajo la sospecha de que había indicios entre esas actividades y la desaparición.
El 18 de abril de 2018, el Fiscal para Personas Desaparecidas de Jalisco, José Raúl Rivera, dijo que se encontraron restos humanos en un predio en Tonalá, los cuales eran analizados para determinar si pertenecían a los estudiantes. Cinco días después, la fiscalía confirmó la identificación del material genético Jesús Daniel, y Marco Francisco; pero no de Javier Salomón. Se anunció que dos hombres del Cártel de Jalisco Nueva Generación fueron detenidos y vinculados a proceso.
Fue el 24 de abril de ese año cuando las autoridades aseguraron que los estudiantes fueron golpeados, asesinados y sus cuerpos fueron disueltos en ácido, versión que fue rechazada por los familiares de los estudiantes.
Días después se anunció la captura de Jonathan "N", quien huyó por tres estados para no ser arrestado. Fue detenido en Metepec, Estado de México.
Los primeros días del 2019, Edna "N" la tía de Javier Salomón fue puesta en libertad.
El gobierno estatal anunció que la entonces PGR, hoy Fiscalía General de la República, atrajo el caso de los estudiantes desaparecidos, tras la intervención del Comité Contra la Desaparición Forzada, de la ONU.
A un año de distancia, los familiares de los estudiantes continúan exigiendo justicia y que las autoridades sigan con la investigación.
Estudiantes de la UNAM, víctimas constantes de la delincuencia
Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México han sido, tristemente, reiteradas víctimas de violencia.
De acuerdo con información del colectivo "Nos Hacen Falta" han ocurrido al menos 76 agresiones a estudiantes de la UNAM del 2002 a la fecha: 28 son feminicidios, 11 desapariciones y 36 homicidios.
Uno de los casos que más indignó a la sociedad, fue el asesinato de Lesvy Berlín Osorio, dentro de las instalaciones de Ciudad Universitaria. Los hechos ocurrieron el 3 de mayo de 2017, cuando su cuerpo fue encontrado atado a una caseta telefónica en las jardineras de la Facultad de Ingeniería.
Las primeras declaraciones de las autoridades aseguraban que había sido un suicidio e incluso, revelaron detalles de la vida personal de Lesvy. A medida que avanzaron las investigaciones y en medio de una fuerte presión social, las autoridades reclasificaron el delito y señalaron a su novio Jorge Luis Hernández González, como el asesino de Lesvy.
Dos años después del asesinato, la Procuradora capitalina, Ernestina Godoy ofreció disculpas públicas a los familiares de Lesvy al admitir que el sistema de justicia les falló
"En su momento la familia encontró una autoridad cerrada, insensible, estigmatizante, incapaz de identificar y corregir oportunamente sus errores, incapaz de ponerse del lado de las víctimas y asumir su causa", reconoció Godoy, en clara alusión al gobierno de Miguel Ángel Mancera.