Tres hombres disfrazados de payasos intentaron secuestrar a una menor de 7 años de edad en la colonia Las Palmas, en Nezahualcóyotl, Estado de México.
El altercado ocurrió entorno de las 20:00 horas, en Avenida Juárez, esquina con avenida Riva Palacio. Según las primeras versiones, los sujetos tomaron a la menor y la arrancaron de los brazos de su madre para luego subirla a una motocicleta color azul y blanco, con placas de circulación 8B8LK.
La madre pidió auxilio a los vecinos que se encontraban en el lugar del incidente, quienes de inmediato lo reportaron a las autoridades. Los elementos policíacos lograron detener a los criminales a pocos metros del lugar del crimen, pues salieron rumbo a avenida Pantitlán.
Tras su captura, fueron trasladados al Ministerio Público donde se les abrió una carpeta de investigación y esperan se defina su situación jurídica. Fueron identificados como Ángel Iván "N", de 24 años; Ulises Leonardo "N", de 25 años y Gerardo Arturo "N", de 35.
Según las primeras versiones, se les encontró en posesión de un teléfono celular en el que encontraron un mensaje donde referían que llevaban "el paquete".
El secuestro en México
La Encuesta Nacional de Victimización (Envipe) 2018 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), indicó que 81.291 mexicanos admitieron que ellos, o algún miembro de su familia, habían sido secuestrados en 2017.
Si se toma como referencia esta cifra, en ese año se habrían producido 200 secuestros al día en el país. Sin embargo, las cifras difieren. Ese año sólo se presentaron 1.387 carpetas de investigación por este delito en todo México, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
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Esta falta de indagaciones y de claridad en las cifras se debe a la ausencia de denuncias: en 2018 únicamente se reportó uno de cada 10 secuestros.
En la última década, las denuncias han ido en aumento, pero quedan muy lejos de la realidad. Mientras que en 2007 se abrieron 438 carpetas de investigación, en 2008 se contabilizaron 907.
A pesar de estas estimaciones, la falta grave de claridad en las cifras dificulta conocer qué territorios son los que están mas afectados por este problema. La inexistencia de denuncias, y el aumento del número de secuestros en los últimos años, hace trascendental que cada estado evalúe su capacidad de encarar esta problemática, y emprenda acciones eficaces para abordar la impunidad del delito.