Carlos Slim Helú, el hombre más rico de México, primer accionista de América Móvil y grupo Carso y una de las figuras más influyentes del mundo, se mostró crítico del gobierno mexicano de quien dijo "debe ser vigilante de la actividad económica del país, pero no inversor".
Durante su participación en el foro Fundación Círculo de Montevideo, el multimillonario mencionó que es la sociedad la que debe llevar a cabo la actividad económica en el país, pues las inversiones estatales pueden resultar ineficientes.
"El Estado puede ser rector, regulador, legislador, pero sin invertir nada", aclaró. El comentario tiene lugar, tras el anuncio de Slim de que el gobierno cobra a cada profesionista el 30 por ciento del impuesto, mientras que a las empresas les quita el Impuesto Sobre la Renta.
Anteriormente, el empresario señaló a los gobiernos de Occidente, asegurando que carecen de planes de desarrollo, que alienten su crecimiento de manera consciente.
En México, por ejemplo, la tecnología ha sido un parteaguas de una nueva civilización más conectada e informada, sin embargo, carece de proyectos globales como el cambio climático.
Slim: El "amigo" que ya no es
Hace años, cuando Andrés Manuel López Obrador era jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal (2000-2005), Carlos Slim era más que un empresario: podía inyectar muchos recursos a la entidad federal.
El empresario era el motor detrás de la remodelación del Centro Histórico y un apoyo importante en la carrera política de López Obrador, que lo tenía como consejero; sin embargo, la relación se fue erosionando y el papel de "guía" desapareció.
Poco menos de un año, cuando AMLO contendía la presidencia, tuvieron su primer desencuentro: el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). Slim le hizo una serie de criticas sobre su proceder y actuar, como lo había hecho antes, pero esta vez hubo reacción del tabasqueño.
Desde el enfrentamiento con Slim, Telmex y Telcel han estado en el ojos de de López Obrador. El año pasado, el ahora mandatario de México dijo que sólo 25 por ciento del territorio nacional tenía comunicación con telefonía móvil, lo que fue refutado por las empresas de Slim como un dato impreciso. No importó. Lo repitió y prometió llevar servicios de electricidad y comunicación a las comunidades alejadas.
El pasado fin de semana en Nayarit, dijo que le quitaría la concesión a la empresa de Carlos Slim , Grupo Carso, porque llevaba 10 años sin terminar una carretera en aquel estado. La empresa respondió que no sería ellos los señalados, pues apena tenía nueve meses que la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) les entregó el tramo carretero.
Afilado, el presidente ensanchó la enemistad cuando dijo que México era un país atrasado en cobertura de internet, lo que representaba un tache para los concesionarios, y anticipó llevar cables y fibra óptica. En pocas palabras, el lío contra Slim continuará.