Cuando una mujer se embaraza su cerebro literalmente cambia. Los estudios han señalado que la materia gris de las mujeres se reduce en áreas relacionadas con la empatía y el cerebro reorganiza las redes neuronales para mejorar sus procesos cognitivos.
De esta manera las gestantes logran una atención selectiva que les permitirá interpretar los estados mentales de su hijo o anticipar alguna amenaza externa, además de generar una memoria más eficiente.
De acuerdo con Eduardo Calixto González, jefe del Departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría, dicho proceso se acompaña por el aumento de algunas hormonas como la progesterona (que mitiga el dolor físico) y los estrógenos.
Con esto, el cerebro femenino está listo para tener mayores actividades relacionadas con los cuidados de los hijos, según explicó el especialista en entrevista para UNAM global.
Con estas modificaciones cerebrales, las mujeres embarazadas aprenden de forma más rápida las laborales relacionadas al cuidado humano, como cocinar. "Es así que se garantiza el cuidado del ser humano y se disminuyen los riesgos de la vida del bebé", dijo.
La idea de que hay una vinculación entre las hormonas, los cambios físicos y los funcionales es respaldada por estudios científicos publicados por ejemplo en la revista Nature Neuroscience. En 2016, la investigadora Erika Barba explicó que "los cambios en el cerebro afectan a áreas asociadas con funciones necesarias para gestionar los retos de la maternidad".
Es notable que después del primer embarazo, la mujer tiene una madurez neuronal que difícilmente se observa en otra etapa, y eventualmente se da un proceso para una mejor toma de decisiones. Se trata de un periodo donde se incrementa la percepción de varias motivaciones emocionales y eventos que el cerebro selecciona para generar memorias.
"Si aterrizamos esto en la vida cotidiana de una madre, veremos que nunca se le va a olvidar cómo cargar a su hijo, cambiarlo, abrazarlo e incluso pasar el conocimiento a las siguientes generaciones", explicó Calixto González.
Cuando una mujer se embaraza, pierde los pensamientos egoístas, se protegen más y cuidan a su hijo. Es una ecuación que busca garantizar la supervivencia de ambos. Como tal, no es un fenómeno aprendido, sino un proceso químico.
La oxitocina es la hormona que se segrega en el cerebro de las madres para brindarles apego por sus bebés. Mientras el pequeño interacciona con la madre, se da una retroalimentación positiva, por ejemplo, cargarlo y alimentarlo lo estimula para favorecer la organización neuronal de su cerebro.
¿Por qué te dan náuseas al estar embarazada?
¿Por qué surgen las náuseas o se mejoran los sentidos? De acuerdo con Calixto González, durante esta etapa el sistema inmunológico detecta células que no son suyas, y para permitir un feliz embarazo se da una disminución de la respuesta inmunológica del organismo.
En consecuencia, cambia la percepción de lo que comen y huelen, y por eso surgen las náuseas a ciertos alimentos. Además, la percepción del oído y la vista se agudizan, e incluso el sueño aumenta.
"Cosas de mujeres"
Cuando una mujer embarazada convive mucho con el marido, le transmite por medio del sudor o la saliva las hormonas de la gestación. "Éstas se absorben desde la piel y podrían impactar en el cerebro del varón, por ejemplo, sentir antojos".
No obstante, para que un hombre conciba las mismas emociones de su pareja es más complicado. Por una parte, las mujeres, desde los primeros meses de gestación están produciendo sustancias que le permiten apegarse a su hijo.
En contraste, los padres deben aprender y organizar esta emoción a nivel social, ya cuando nació el bebé. Finalmente, su cerebro tiene la plasticidad necesaria para unirse a sus hijos a lo largo de su vida, pero no es de la misma proporción que la de la madre.