Un hombre de la tercera edad acudió desesperado a un hospital en Huejotzingo, Puebla. Llevaba a su perro en brazos, y aunque no se tratara de un centro veterinario, el señor le rogó a los médicos para que atendieran al cachorro enfermo.
La historia fue compartida por los médicos del centro hospitalario, quienes admitieron que estuvieron a punto de negarse a atender al animal.
"Tiene diarrea, está desguansado y no quiere comer. Apenas toma agua, se queda bajito y está muy tristito", les dijo el señor antes de que estuvieran a punto de rechazarlo y mandarlo a un hospital veterinario.
Finalmente uno de los médicos decidió atender al cachorro, y apoyado por otros compañeros, le hicieron una evaluación para encontrar cuál era el malestar.
El animal estaba deshidratado y parecía tener una infección. Para restablecerlo, los doctores le dieron antibióticos y lo hidrataron con electrolitos.
Después de agradecer la atención de los médicos, el señor les preguntó cuánto iba costar la consulta.
Los doctores le respondieron que no tenía que pagar nada, y enternecidos por las lágrimas que no pudo evitar derramar, le dijeron que si el perro no mejoraba lo llevara nuevamente con ellos.
Su perro se negó a abandonarlo a pesar de que fue arrollado por un tren
Otro caso que conmovió en la sociedad mexicana fue el de un hombre de 57 años que murió atropellado en las vías del tren en Montemorelos, Nuevo León, y cuyo perro no se separó de él en ningún momento.
De manera extraoficial, la víctima fue identificada como Víctor Reyna Vázquez, de 57 años.
La fidelidad del perro quedó más que probada ya que por más intentos que realizaban policías y rescatistas no podían retirarlo del lugar. Inclusive estuvo a punto de morder a un elemento.
Vecinos señalaron que el perro acompañaba a su dueño desde hace varios años y que el hombre sufría de alcoholismo, sin embargo el animal lo acompañó incondicionalmente.