Una llamada anónima procedente de Estados Unidos reportó a las autoridades el secuestro de una mujer centroamericana en la ciudad de Monterrey, capital de Nuevo León.
Al desplegar un operativo para su rescate, las autoridades encontraron a la mujer y 93 migrantes cetroamericanos más que estaban retenidos en el hotel Parador Real de esa ciudad del norte de México.
Ninguno había viajado con alguna de las caravanas de migrantes que han arribado a México desde el pasado 19 de octubre.
Las autoridades informaron que elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) acudieron al inmueble ubicado en la avenida Alfonso Reyes, colonia Regina, luego de que la Fiscalía Especializada Antisecuestros recibió una llamada desde Estados Unidos para reportar que una mujer de Nueva Jersey estaba secuestrada o retenida en Monterrey.
Al llegar al hotel los elementos de seguridad interrogaron a todos los empleados y comenzaron el cateo de las habitaciones.
Así hallaron a 85 adultos y 9 menores procedentes de Honduras, El Salvador, Ecuador y Guatemala, así como a la mujer reportada como secuestrada, informó Esteban Cantú, director de la AEI.
Las autoridades dieron aviso al Instituto Nacional de Migración y trasladaron a los migrantes a sus instalaciones para brindarles atención médica. Pero no informaron si hubo personas detenidas.
Nuevo León se ha convertido en uno más de los estados de paso de migrantes centroamericanos que buscan llegar a a Estados Unidos.
Desde el pasado 8 de noviembre que comenzaron a llegar a ese estado las caravanas migrantes en su ruta hacia la frontera, suman poco más de 600 los centroamericanos detectados, detenidos y remitidos a las autoridades federales migrantorias
Apenas el pasado 8 de noviembre, un grupo de unos 25 hondureños llegó a Monterrey y recibieron apoyo en la Casa INDI , en la colonia Industrial, donde les ofrecieron refugio.
Otros 30 centroamericanos fueron encontrados una semana antes en Galeana, al sur de la entidad, y un par de meses atrás fueron localizados 200, divididos en dos grupos, muy cerca de Reynosa, en Tamaulipas.
Pero el norte de México, en general, no es un lugar seguro para los migrantes. Apenas en agosto pasado, en el municipio de Altamira, estado de Tamaulipas, las autoridades rescataron a 24 hondureños que habían sido secuestrados.
Las víctimas declararon que abordaron un autobús de pasajeros en el municipio de Tampico, en el sur de Tamaulipas, con destino en Monterrey, estado de Nuevo León.
Desde allí continuarían su viaje hasta la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo para intentar cruzar a Estados Unidos.
Sin embargo, luego de pasar por una estación de revisión fitosanitaria en Altamira fueron interceptados por hombres armados que se desplazaban en varios vehículos.
A los centroamericanos los bajaron del autobús y se los llevaron, mientras al resto de los pasajeros los dejaron seguir su viaje.
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