En conferencia de prensa, el coordinador del programa Vaquita CPR, Lorenzo Rojas, sostuvo que aunque el estado de la población es crítico al ser menor a 30 ejemplares, tras las observaciones hay indicios de que el cetáceo se está reproduciendo de forma anual en lugar de bienal, como lo estaba haciendo hasta ahora.
"Toda la biología indica que la vaquita se puede reproducir, tras las observaciones, la tasa de recuperación podría ser el doble", aseguró, basándose en que el pasado año vieron a la misma madre con su cría y este año la volvieron a observar junto a otra distinta, hecho que podría ser indicador de cambios en la tendencia reproductiva de la especie.
Estos resultados derivan de una expedición realizada los días 25, 26 y 27 de septiembre, en los que un grupo de científicos de distintas organizaciones surcaron el Alto Golfo de California en busca del enternecedor cetáceo, la marsopa más pequeña del mundo.
Según precisó el director del Museo de la Ballena y Ciencias del Mar, Diego Ruiz, presente en la embarcación, se observaron tres grupos distintos: la mencionada hembra con su cría, dos adultos y un último grupo "de cuatro a seis individuos".
A la hora de especificar el número de ejemplares que quedan, ninguno de los científicos presentes en la conferencia se atrevió a especificar, alegando que están a la espera del análisis de resultados, los cuales se harán públicos entre enero y febrero del próximo año.
No obstante, Ruiz estimó unos "20, 15, 18" ejemplares, lo que en tal caso significaría que la población ha mermado desde el último censo oficial en 2017, que fijaba el número en 30 ejemplares.
Cabe decir que, si en la embarcación venían "los mejores observadores del mundo", detectar al mamífero no resulta nada fácil dados factores como la inmensidad del golfo o el oleaje.
Por su parte, el responsable del programa de monitoreo acústico de la vaquita marina, Armando Jaramillo, consideró que si bien "hoy día escuchamos muy poquitas vaquitas", aún hay esperanza.
“Las acabamos de escuchar, las acabamos de ver, acabamos de ver una cría, vemos animales en buena condición, lo que es un reflejo de que la especie está viva; sus parámetros biológicos están perfectos”, aseveró.
No obstante, insistió, como el resto de los presentes, en la necesidad de endurecer las medidas contra la pesca de pez totoaba, una especie cuya captura interfiere en el hábitat de la vaquita marina.
“Estas imágenes no solo son un canto a la esperanza, sino un canto a la responsabilidad de todos nosotros”, concluyó.
Para finalizar, la directora de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus siglas en inglés) en México, Nuria Sanz, se mostró crítica con las actividades humanas asegurando que la situación de la vaquita "nos pone en tela de juicio".
Con información de EFE
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