La escuela de Pablo Escobar: la extraordinaria afición por los animales exóticos de los capos narcos mexicanos

En una década, la autoridades mexicanas incautaron al menos 527.000 ejemplares en poder de los criminales. El gusto por los zoológicos privados, el tráfico de ejemplares y su utilización para el transporte de droga

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Con el número de animales decomisados en la última década a narcos y traficantes, la Ciudad de México podría habitar al menos 400 veces el zoológico de Chapultepec, el más grande en la capital del país y donde hay actualmente 1.230 especies.

En una década las autoridades mexicanas han capturado al menos 527.000 ejemplares en poder de la delincuencia, de acuerdo con información de la Procuraduría General de la República (PGR).

En la lista hay de todo: animales en peligro de extinción y protegidos, caballos pura sangre, yeguas, aves, reptiles, felinos, cabras, cerdos, cabezas de ganado y especies marinas.

Muchas exhiben el raro gusto de los capos del narco por los animales exóticos para sus zoológicos privados. Pero no son sólo un lujo. También son un jugoso negocio y hasta un método de tráfico.

El Servicio de Vida Salvaje y Acuática de Estados Unidos ha documentado casos en que la droga está escondida en contenedores con serpientes venenosas o dentro de bolsas con peces tropicales vivos.

En 1993, en el aeropuerto internacional de Miami, las autoridades estadunidenses descubrieron un cargamento de 312 boas constrictoras proveniente de Colombia a las que se les implantaron quirúrgicamente condones rellenos de cocaína. Todas terminaron muertas con 36 kilos de droga en su cuerpo.

El Global Financial Integrity (GFI), un centro de investigaciones con sede en Washington, advierte que el comercio ilegal de especies está considerado como el séptimo más lucrativo en el mundo con ganancias que rondan los 23.000 millones de dólares, de acuerdo con su informe más reciente publicado en marzo de 2017.

En México, desde 2013 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) alertó sobre la dimensión y el crecimiento del problema en el estudio "Tráfico ilegal de vida silvestre".

Entre 2000 y 2010 las autoridades habían decomisado al crimen organizado 28.767 animales, entre ellos elefantes asiáticos, halcones, jabalíes, tigres de bengala y venados cola blanca. Para 2013 escaló a 22.000 en un solo año.

"En los últimos años el tráfico ilegal de vida silvestre ha aumentado de manera notable, a pesar de los esfuerzos gubernamentales, probablemente como consecuencia de que representa un negocio ilícito atractivo por la disponibilidad de grandes ganancias y la naturaleza de bajo riesgo del delito", anota el estudio oficial.

Afición heredada

Los capos colombianos pusieron el ejemplo. En los años 80, Pablo Escobar montó un zoológico en su hacienda Nápoles, de Puerto Triunfo. Había de todo: elefantes, jirafas, rinocerontes, antílopes, canguros, cacatúas negras de Indonesia, gallinetas de Nueva Guinea, cisnes blancos de Europa, faisanes, grullas reales y loras de colores que lo fascinaban.

De aquella colección que Escobar llamaba su "Arca de Noé" sobrevivió la leyenda de los famosos hipopótamos que llevó de Africa a su país, y que pasaron desapercibidos durante el aseguramiento de sus propiedades. Eran dos que al reproducirse se convirtieron en más de 50 y hoy son un problema para las autoridades colombianas, que no saben qué hacer con ellos.

Los narcos colombianos trajeron a México su afición por los animales. El primer caso que llamó la atención porque ocurrió en la Ciudad de México y tuvo mucha repercusión en medios fue el allanamiento de una lujosa residencia en el poniente de la capital, en una zona boscosa conocida como el Desierto de los Leones.

Allí, el 20 de octubre de 2008 las autoridades federales llevaron a cabo un operativo en el que detuvieron a 15 narcotraficantes, la mayoría colombianos vinculados con el cártel de los Beltrán Leyva. Entre ellos estaba Teodoro Mauricio Fino Restrepo, "El Gaviota", su enlace con el cártel colombiano del Norte del Valle.

En la lujosa finca, construida con mármol y maderas finas, había alberca, jacuzzi y estancias equipada con muebles lujosos, donde los narcos colombianos y mexicanos organizaban fiestas cada fin de semana.

Pero lo que más sorprendió fue el zoológico instalado en el amplio jardín, donde estaban enjaulados dos leones africanos, dos tigres (uno blanco y otro albino) y dos panteras negras, que es una especie en peligro de extinción.

A propósito de ese episodio, María Elena Sánchez, entonces presidenta de la organización civil Teyeliz, dijo: "(esos animales) son como símbolos de poder, fuerza y valentía, de una serie de cosas que buscan este tipo de personas que se dedican al narcotráfico y eso también obedece a que tienen tanto dinero que lo pueden gastar perfectamente en eso y en otras cosas suntuosas".

A partir de ese episodio, aparecieron en México otros casos de aseguramiento de casas, fincas, ranchos y residencias donde los narcotraficantes albergaban animales de todo tipo. Incluso corrió la versión de que Heriberto Lazcano, líder de los Zetas y conocido como El Verdugo, alimentaba a sus "mascotas" –leones y tigres– con sus víctimas. Los militares lo mataron en 2012.

Narcozoológicos por todo el país

La mayor parte de los decomisos de animales en los últimos 10 años involucran tráfico de especies protegidas por la ley mexicana. Pero también están los casos de allanamientos a propiedades de criminales donde encuentran animales de todo tipo.

La Dirección General de Control y Registro de Aseguramientos Ministeriales de la PGR detalla que han sido decomisados desde leopardos y leones hasta ratones, lémures y burros, diferentes tipos de serpientes y aves exóticas.

Uno de los decomisos más importantes ocurrió el 18 de septiembre de 2011, cuando la policía federal aseguró una hacienda de 6,5 hectáreas en Toluca, Estado de México, que presuntamente pertenecían a Jesús "El Rey" Zambada, quien mantenía la propiedad desde su celda, pues había sido detenido en 2008. Los animales estaban en buen estado y entre ellos había mulas, felinos, pavorreales y avestruces.

A Joaquín "El Chapo" Guzmán también le gustan los animales. Desde 1993 las autoridades hallaron en una de sus propiedades en Sinaloa un zoológico donde había tigres, leones y osos.

En su rancho "Los Ciruelos", allanado en 2015 también en Sinaloa, encontraron más de 20 aves exóticas, entre ellas pavos reales, cisnes negros y guacamayas, que fueron albergados en la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) "Mundo Zafari", en Culiacán.

Ese mismo año, en marzo, un oso, un león y un tigre de bengala fueron asegurados en una finca de la comunidad de Ocotlán, Jalisco, propiedad de un capo del Cartel Jalisco Nueva Generación.

En agosto de 2017, durante un operativo de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) y la Marina, las autoridades encontraron otro zoológico clandestino propiedad de Alejandro Herrera Estrada, alias "El Chino", uno de los líderes de "Los Rojos".

En el lugar había un tucán, un gato montés, 10 conejos, 3 correcaminos, 13 toros, 4 halcones, 10 codornices y cuatro pavos reales, así como caballos de raza española robados.

 

En la mayoría de los casos las especies son devueltas a su hábitat o trasladadas a los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS), ubicados en seis estados: México, Jalisco, Yucatán, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. Pero solo una de cada 4 especies aseguradas sobrevive. Ese es el impacto a la faunas del exótico gusto de los criminales por los animales.

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