El cambio climático dejó de ser un concepto abstracto, y se convirtió en un fenómeno ineludible para muchas personas en Argentina, que sienten que afecta tanto sus entornos inmediatos como sus condiciones de vida.
Un reciente estudio realizado por el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina, en colaboración con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y Media Luna Roja (IFRC), reveló que 7 de cada 10 personas han percibido un aumento de las temperaturas en sus zonas de residencia.
Este cambio no es solo una alteración en el clima, sino un factor que afecta la salud pública, el medio ambiente y las dinámicas de vida locales, según manifestaron.
El estudio también muestra que el 91% de los encuestados reporta un incremento en la cantidad de insectos transmisores de patologías, como los mosquitos Aedes aegypti, conocidos por propagar enfermedades como el dengue, zika y chikungunya. Este fenómeno, ligado directamente al cambio climático, está generando preocupaciones de salud entre la población.
Sin embargo, a pesar de estos efectos tangibles, el 55% de las personas encuestadas afirma estar poco o nada informada sobre el cambio climático y sus consecuencias, lo que resalta la necesidad urgente de campañas de sensibilización y educación sobre el tema.
El 76% de los encuestados indicó que se sienten muy o bastante preocupados por el cambio climático, pero esta emoción contrasta con el bajo nivel de información disponible para la mayoría. Esta paradoja entre preocupación y falta de conocimiento plantea un desafío importante para las políticas públicas y las acciones a nivel comunitario.
“Es evidente que la información y la educación sobre el cambio climático deben ser fortalecidas para fomentar una comprensión más profunda y una acción más efectiva”, indicaron desde el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina y resaltaron que “abordar el cambio climático en Argentina requiere un enfoque multifacético que combine la educación, la acción comunitaria, la formulación de políticas ambientales y la colaboración entre diferentes sectores”
El estudio, llevado a cabo entre el 27 de mayo y el 1 de julio de 2024, recopiló información de 4.127 sondeos realizados en todo el territorio argentino; que incluyó las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Las encuestas, tanto presenciales como en línea, estaban dirigidas a personas de entre 18 y 70 años, y el análisis de los datos se realizó utilizando el software SPSS. La privacidad de los participantes estuvo garantizada mediante la aplicación de las políticas de protección de datos de la IFRC, y no se recolectó información de identificación personal.
El impacto del cambio climático
Los resultados del estudio dejan claro que el impacto y los efectos del cambio climático en Argentina se sienten de manera inmediata y significativa.
El 72% de los encuestados ha notado un aumento en las temperaturas en sus regiones, lo que está modificando los patrones climáticos tradicionales y afectando la vida diaria de las personas. Este calentamiento se manifiesta en olas de calor más frecuentes, mayor sequedad del suelo y alteraciones en los ciclos agrícolas, lo que podría tener consecuencias para la seguridad alimentaria a largo plazo.
Otro efecto preocupante relacionado con el cambio climático es el aumento en la cantidad de mosquitos e insectos transmisores de enfermedades. El 91% de los encuestados, es decir 9 de cada 10, afirmó haber notado un incremento en la presencia de estos insectos en sus zonas, situación que genera un repunte en los casos de enfermedades transmitidas por vector.
Según el director del Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina, José Scioli, “el cambio climático representa uno de los desafíos más urgentes para la sociedad. Si bien se trata de un fenómeno global, sus impactos se manifiestan de manera específica en cada región, dependiendo de factores geográficos, sociales y económicos. Por lo tanto, la comprensión y la adaptación a estos cambios son fundamentales para la gestión de los riesgos climáticos en Argentina”.
Este fenómeno ha incrementado la preocupación de la población por la salud, ya que 8 de cada 10 personas creen que existe una relación directa entre el cambio climático y el aumento de enfermedades transmitidas por picaduras de insectos.
Sin embargo, a pesar de la creciente preocupación, más de la mitad de los encuestados indicó que tiene poco o ningún conocimiento sobre conceptos clave del cambio climático, como la mitigación y la adaptación.
Este vacío informativo resalta la urgencia de generar conciencia pública y educar a la población sobre cómo el cambio climático afecta su vida diaria y qué acciones pueden tomar para protegerse.
Qué acciones podrían mitigar el cambio climático
El estudio también exploró qué acciones consideran necesarias los encuestados para mitigar el impacto del cambio climático. Un aspecto positivo que se destaca es que, a pesar de la falta de información, la mayoría de las personas ya está tomando medidas a nivel personal y comunitario para enfrentar este desafío.
El 73% de los encuestados señaló que promover el reciclaje y la reutilización es una de las principales acciones que las comunidades deben implementar para mitigar el cambio climático. Estas prácticas no solo ayudan a reducir los residuos, sino que también contribuyen a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, un 62% de las personas considera que es fundamental fomentar el uso de energías renovables, como la solar o la eólica, para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Estas medidas, combinadas con la promoción del uso de transporte público o bicicletas, pueden reducir significativamente la huella de carbono de las comunidades.
A nivel global, el 66% de los encuestados cree que deberían implementarse políticas ambientales más estrictas para regular las emisiones y promover el desarrollo sostenible.
Esta visión está en línea con los esfuerzos internacionales por cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados Celsius. Sin embargo, alcanzar estos objetivos dependerá no solo de las políticas gubernamentales, sino también de la cooperación entre los sectores privado y público, y de la concientización a nivel ciudadano.
Recomendaciones para enfrentar el cambio climático
El estudio ofrece una serie de recomendaciones clave para mejorar la preparación de las comunidades frente al cambio climático. Una de las principales conclusiones es la necesidad de aumentar la educación y la sensibilización sobre los efectos del calentamiento global y las medidas que se pueden tomar para mitigarlo.
Esto incluye campañas de concientización dirigidas a todos los grupos etarios, con materiales accesibles y comprensibles que expliquen los conceptos de mitigación, adaptación y sostenibilidad.
Además, el estudio resalta la importancia de fortalecer el rol de las organizaciones humanitarias en la adaptación al cambio climático. Según el trabajo, “no solo deben brindar asistencia en emergencias climáticas, sino que también deben desempeñar un papel clave en la educación y preparación de las comunidades para que puedan anticiparse a los eventos extremos y recuperarse de ellos de manera más efectiva”. Este enfoque preventivo es fundamental para mejorar la resiliencia de las comunidades y reducir la vulnerabilidad ante futuros desastres climáticos.
Entre las recomendaciones también se encuentra la implementación de sistemas de alerta temprana que permitan a las comunidades recibir información sobre posibles eventos climáticos extremos y prepararse adecuadamente.
Estos sistemas, combinados con programas de capacitación y planes de contingencia a nivel local, pueden salvar vidas y reducir el impacto de los desastres.
El cambio climático no es una amenaza distante; sus efectos ya se sienten en Argentina, alterando los patrones climáticos, aumentando la propagación de enfermedades y poniendo en riesgo la salud de las personas. Aunque la mayoría de la población está preocupada por estos efectos, cuando fueron consultados sobre “su percepción sobre el futuro en relación con el cambio climático, el 65% de los encuestados muestra una postura optimista. No obstante, 3 de cada 10 personas afirman tener una percepción ‘moderadamente optimista’”
De todas maneras, hay una gran brecha en cuanto a la información disponible y las acciones concretas que las personas pueden tomar. Es crucial que tanto los gobiernos como las organizaciones humanitarias trabajen en conjunto para educar, preparar y empoderar a las comunidades, no solo para enfrentar los efectos del cambio climático, sino también para mitigar su impacto y garantizar un futuro más seguro y saludable.
En ese sentido, la Cruz Roja Argentina, en su rol como organización humanitaria, tiene la capacidad de liderar estos esfuerzos y de trabajar con las comunidades más vulnerables para mejorar su capacidad de respuesta ante el cambio climático. Solo a través de la colaboración y la acción colectiva será posible enfrentar este desafío global y proteger a las generaciones futuras.