El calentamiento global es una realidad que está frente a los ojos. Sin embargo, para entrar en los pormenores de esta problemática, hay que escuchar a los expertos. Esto fue lo que hizo recietemente un sondeo a especialistas en cambio climático, que puso en evidencia que la mayoría considera que el planeta podría experimentar un aumento de las temperaturas globales superior a los objetivos fijados en el Acuerdo de París de 2015.
Entre otros puntos, aquel acuerdo estableció como meta mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 °C, bajo el precepto de no superar los 1,5 °C. No obstante, los resultados de este estudio sugieren que estas cifras podrían ser ampliamente rebasadas, algo que genera serias preocupaciones en la comunidad científica. Incluso, más de un tercio de los encuestados advierte que las políticas climáticas actuales no evitarán que la temperatura del planeta aumente más de 2 °C para 2100, proyectando un incremento de 2,7 °C.
Además, el estudio, que fue publicado en Communications Earth & Environment, reveló datos inquietantes. De los 211 expertos encuestados, todos pertenecientes al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), dos tercios expresaron que sería posible alcanzar emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) cero en la segunda mitad del siglo XXI.
El informe contó con el aporte de expertos de la Universidad de Stanford, la Universidad Concordia, la Universidad George Mason, el Imperial College de Londres y la Universidad Simon Fraser, entre otras destacadas instituciones.
“Queríamos encuestar a algunos de los principales expertos en clima del mundo para entender mejor sus percepciones sobre los futuros escenarios climáticos”, detalló Seth Wynes, uno de los autores del trabajo. Para él, estos científicos, además de su papel en la investigación, también juegan un rol clave en la comunicación sobre el cambio climático, lo que puede influir directamente en la manera en que los responsables políticos reciben los mensajes científicos.
De acuerdo a Wynes y sus colegas, este hallazgo refleja un moderado optimismo respecto a los esfuerzos globales por mitigar el cambio climático y sugiere que las políticas actuales están empezando a mostrar efectos positivos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, la mayoría reconoce que las medidas vigentes no son suficientes para prevenir un aumento peligroso de la temperatura global.
Otro punto destacado del relevamiento es el potencial de las tecnologías de eliminación de CO₂ atmosférico. Según diversas respuestas, los científicos estiman que estos avances podrían eliminar hasta cinco gigatoneladas de CO₂ (GtCO2) anualmente para el año 2050. Aunque esta cifra es significativa, se sitúa en un rango inferior de lo que sería necesario para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, de acuerdo al hallazgo.
En tanto, el 86% de los encuestados opina que las políticas climáticas actuales no serán suficientes para evitar que el aumento de la temperatura global supere los 2 °C para el año 2100. De hecho, la estimación promedio de los encuestados sitúa este aumento en 2,7 °C, lo que, según los expertos, tendría consecuencias devastadoras para el planeta.
Damon Matthews, coautor del estudio, comentó que estos resultados no deben ser vistos como una predicción irremediable, sino como una advertencia basada en las políticas actuales. “Estas respuestas no son una predicción del calentamiento futuro, sino más bien una indicación de lo que la comunidad científica cree que sucederá. Las respuestas son sorprendentemente coherentes con estimaciones previas de lo que ocurriría si las políticas climáticas actuales se mantuvieran sin un aumento en la ambición, lo que oscila entre 2,5 y 3 °C”, dijo el especialista.
Otro aspecto relevante que surgió del trabajo es la percepción de los encuestados sobre las creencias científicas colectivas. Se observó que los expertos tienden a suponer que sus opiniones personales reflejan las del grupo más amplio. “Hubo una fuerte correlación entre lo que la gente cree y lo que perciben que piensan sus pares. Este fenómeno puede implicar una excesiva confianza en sus propias convicciones, lo que presenta una oportunidad para revaluar lo que realmente creen sus colegas”, señaló Wynes.
Matthews, por su parte, subrayó que, si bien las opiniones científicas sobre el cambio climático son de gran valor, no son las únicas que deben considerarse para abordar este problema. “Los científicos del clima tienen sin duda un profundo conocimiento sobre los sistemas climáticos y las transiciones energéticas, pero el ritmo al que disminuirán las emisiones estará determinado por las políticas implementadas y los cambios sociales”, reflexionó.
Y añadió: “En última instancia, la decisión sobre cómo enfrentamos el desafío climático depende de los responsables políticos y del público que representan, y considero que aún existe un amplio rango de resultados posibles”.