Septiembre aún no termina y los incendios que ha vivido Brasil en lo que va del año superan los ocurridos en todo 2023, según datos oficiales divulgados este lunes.
Entre el 1 de enero y el 22 de septiembre, el país sudamericano registró 200.013 focos de incendios, un número en un 5,3% superior a todos los ocurridos el año pasado, de acuerdo con el sistema de alarmas de incendios del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Se trata de los mayores incendios registrados en el país desde 2010, una problemática que ha afectado especialmente a la Amazonía brasileña, el bioma más impactado con 100.543 focos de incendio en lo que va de 2024.
Solo entre agosto y septiembre se desató el 80% de las llamas en el país en lo corrido del año.
Desde hace cerca de dos meses, un 60% del territorio brasileño sufre la peor sequía en 50 años.
En ese periodo, la falta de humedad, el calor y el aumento de los vientos ayudaron a generar unos 141.500 focos de incendio, buena parte ocasionados por el descontrol del fuego utilizado por hacendados para preparar las tierras para la siembra.
La sequía ha reducido al mínimo los caudales de varios ríos importantes en la Amazonía, dejando a comunidades rurales aisladas y causando dificultades en el tránsito de personas y mercancías, que en la región dependen del transporte fluvial.
El Gobierno ha tomado varias medidas para enfrentar la situación, como prohibir el uso y manejo del fuego durante el periodo de sequía, mientras que la Corte Suprema autorizó al Gobierno a modificar sus presupuestos para que los recursos para combatir los incendios no sean contabilizados en el cálculo fiscal.
No obstante, la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, admitió este lunes en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de la ONU, que las medidas han sido insuficientes.
“Lo que estamos descubriendo ahora es que (lo planeado) no fue suficiente”, aseguró en declaraciones al periódico Folha de São Paulo.
Indígenas afectados por los incendios en Bolivia exigen respeto a la vida
Indígenas del oriente de Bolivia afectados por los incendios forestales llegaron este lunes hasta Santa Cruz, la región más poblada y afectada por el fuego, después de una caminata de cinco días para exigir a las autoridades que respeten la vida de las comunidades, de la fauna y flora de su territorio.
“En primer lugar, la marcha es en defensa de la vida, de nuestra vida, también en defensa de esas otras vidas, de miles de millones de vidas que han sido matadas criminalmente por el fuego”, afirmó a la agencia de noticias EFE Marcial Fabricano, un líder histórico de los indígenas de la Amazonía, oriente y chaco bolivianos.
“Lo lamentable y lo detestable que vivimos es una política de Estado que nunca hizo, nunca cumplió, nunca se interesó por la defensa de la vida de nadie”, enfatizó el líder indígena.
La caminata indígena partió el jueves desde la población de Pailón, y recorrió 55 kilómetros hasta llegar este lunes a la ciudad de Santa Cruz, donde activistas recibieron a los manifestantes con alimentos y bebidas.
Los dirigentes de la marcha informaron también que los indígenas reclaman la abrogación de la Ley 741, que permite el desmonte de hectáreas de tierra, lo que consideran la destrucción de su territorio.
(Con información de EFE)