El reciclaje es una práctica esencial para la sostenibilidad ambiental con el objetivo de cuidar el planeta que vivimos y el que dejaremos a las futuras generaciones. En casa, separar materiales como papel, vidrio, plástico y metales reduce la cantidad de desechos que terminan en rellenos sanitarios. Por otro lado, el tratamiento de materiales de construcción, como concreto, ladrillos y madera, juega un rol crucial en la economía circular.
Al reutilizarlos se minimiza la extracción de nuevos recursos y se disminuye la huella de carbono asociada con la producción y transporte de materia prima. De todas estas acciones se encarga el Centro de Reciclaje de la Ciudad (CRC), ubicado en Villa Soldati, y gestionado por el Gobierno porteño.
Infobae recorrió el complejo que cuenta con 6 plantas de tratamiento de residuos que reciben alrededor de 3.500 toneladas de desechos por día. Gran parte, cerca de 3000 toneladas, proviene de obras de construcción o demoliciones, lo que se denomina residuos áridos.
El complejo comenzó a funcionar en 2013 para tratar los residuos áridos, pero luego se diversificó con el objetivo de abarcar otros procesos. Es una de las plantas más grandes de Latinoamérica, y la única en su tipo dentro de la ciudad. Está diseñada con medidas de control de polución ambiental y sonora para lograr convivir con los vecinos.
El gerente operativo de Planta de Tratamiento del CRC, Juan Manuel Zorro Aicardi, contó en diálogo con Infobae cómo fue la evolución del centro de reciclado: “Es un predio de ocho hectáreas y media. La planta de áridos tiene aproximadamente la mitad de ese espacio y en el resto se hizo un centro integral de reciclaje. Que pueda procesar, además de áridos, forestales, una parte de orgánicos, un poco de PET, mostrarle también al vecino cómo se recicla”. En centro cuenta con seis unidades de procesamiento:
- Planta de Residuos Áridos
- Planta de Restos de Poda y Forestales
- Planta de Residuos Orgánicos
- Planta de Tratamiento de Plásticos PET
- Centro Verde Automatizado (MRF: Material Recovery Facility)
- Planta de Tratamientos de Residuos Mixtos
Desde 2023, las diferentes secciones atravesaron reformas para incorporar nuevas tecnologías con el fin de facilitar el procesamiento de desechos, su separación, disminuir la polución generada y aumentar la capacidad de las plantas.
Además, en el mismo predio funciona un centro educativo que es visitado por colegios, universidades y vecinos, para formar sobre el manejo de residuos a través de actividades interactivas. “Nos hemos dado cuenta que se puede reciclar más y mejor. Estamos trabajando fuertemente. Hay un grupo muy grande de los ministerios de Ambiente, de Espacio Público e Higiene Urbana que tienen equipos desarrollando comunicación a la comunidad”, apuntó Aicardi.
“Somos una ciudad pionera en el reciclado urbano y vamos a seguir siéndolo”, afirmó el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, en la inauguración de la nueva Planta de Tratamiento de residuos mixtos, el mes pasado.
En tanto, Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público e Higiene Urbana porteño señaló que la nueva planta de tratamientos mixtos permite recuperar y procesar “más de 700 toneladas de material de descarte del CRC, de los Centros Verdes y del circuito de recolección programada que funciona por el llamado de los vecinos al 147. Actualmente, tratamos el 76% de los residuos que se generan en la Ciudad y recuperamos un 63%. Ese material, que antes se disponía en rellenos sanitarios, ahora se separa en fracciones y se agrupa en diversas categorías, como maderas, escombros, metales, textiles, plásticos, papeles y cartones”.
¿Cómo separar los residuos en casa?
Las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires explican la manera correcta de separar los residuos en el hogar. Por un lado se deben saber diferenciar los materiales reciclables (papeles, cartones, plásticos, vidrios que no estén rotos y metales) de la basura (materiales orgánicos, vidrios rotos, tubos fluorecentes o lámparas, servilletas sucias, residuos sanitarios, pilas y baterías, entre otros).
“Podés tener dos tachos diferenciados o bien, un cesto para la basura y una ecobolsa o caja para los reciclables. Los reciclables deben estar limpios y secos”, agregaron desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad.
Los reciclables se deben dejar en los contenedores verdes que se encuentran en toda la ciudad. Es importante lavarlos y que estén secos para que no contaminen al resto de los residuos y se contribuya con el proceso necesario para su reutilización.
¿Cómo funcionan las plantas de tratamiento de residuos?
La primera planta, la de residuos áridos provenientes de obras de construcción y demoliciones, se encarga de tratar esos desechos para evitar su entierro en rellenos sanitarios.
Una vez finalizado el proceso, pueden ser reutilizados en otras obras, ya que sirven como materia prima para la elaboración de hormigón. Posee una capacidad de alrededor de 3500 toneladas por día.
Una de las últimas incorporaciones al CRC fue la planta de tratamientos de residuos mixtos. Se inauguró hace dos meses para aprovechar todos los desechos resultantes del proceso de limpieza de los restos áridos. En un futuro cercano, se completarán las obras necesarias para que llegue a procesar 700 toneladas por día.
Entre los escombros que ingresan en los camiones pueden encontrarse otros materiales, como madera, plástico, cartón, neumáticos y alfombra. “Nosotros lo separamos fracción por fracción e incluso tenemos una fracción que sigue estando mezclada, pero granulométricamente bien definida, para que se convierta como combustible derivado de residuos. Esto es para incineración de la industria cementera, ya que tiene una alta eficiencia calorífica y produce baja ceniza”, explicó Aicardi.
La planta de residuos orgánicos actualmente está en remodelación, pero logrará procesar 50 toneladas diarias y buscan expandir aún más su alcance. En el CRC no reciben los residuos de todos los hogares de capital, sino que cumplen con un programa que abarca ciertos barrios, como por ejemplo el Barrio Olímpico.
También se trata todo el desecho que resulta de las podas de árboles en la ciudad. “Llega el 100% del material forestal de la ciudad. Aproximadamente de 400.000 árboles que hay en la capital, hacen la poda por comuna y todo viene acá”, señaló el gerente operativo.
El plástico PET encuentra en el CRC un nuevo destino para evitar su enterramiento en rellenos sanitarios, ya que puede tardar hasta mil años en degradarse. La planta especializada trata este tipo de plástico, que representa alrededor de un 30% de los reciclables que genera la ciudad y puede ser reconocido ya que los envases realizados con este material tienen un símbolo de reciclaje con el número 1 en el centro.
“Siempre vas a encontrar una botella de gaseosa, de agua o de jugo, el triangulito y dice el número 1. Si agarrás una botella de lavandina o de detergente, vas a encontrar el número 2, por ejemplo, y así. Acá llega solo PET, que ya viene separado de nuestra casa, o de algunos recuperadores informales.”, indicó Aicardi. La numeración diferencia la composición química de cada plástico y, por ende, se identifica de qué manera se puede reutilizar.
El antiguo motor, que tenía una capacidad de 10 toneladas, solía averiarse y ralentizaba los tiempos de procesamiento. Ahora fue reemplazado por un molino que logra tratar 5 toneladas por día. Es una cantidad menor, pero funciona de manera más constante y eficaz.
Aicardi detalló cómo es el tratamiento del plástico en la planta: “Este proceso es muy simple, se hace una separación y una limpieza, luego se aplasta para que salga la tapita. Después en tromel, un colador cilíndrico, va recuperando la tapa y la etiqueta se sale un poco. Luego entra en el molino y se muele para dejarlo como escamas de PET. Se lava y se separa con piletas. Lo que queda flotando es la etiqueta que se muele junto con la botella y el PET va por debajo”.
Finalmente, el centro verde automatizado, o MRF (Material Recovery Facility), recibe papel, cartón, vidrio, metales y plásticos que se descartan en los contenedores verdes de ciertos barrios porteños. El gerente operativo subrayó la importancia de que las personas sepan de qué manera reciclar desde sus casas, ya que muchos elementos llegan contaminados con material orgánico, lo cual dificulta su tratamiento.
La MRF cuenta con un sistema de reconocimiento de materiales, como el papel, el cartón y ciertos tipos de plásticos, debido a sus densidades, lo cual agiliza la separación. De manera manual se quita el vidrio, el cual se recupera al 100%, y los textiles al principio del proceso.
Luego de pasar por cintas con imanes que captan las latas y objetos metálicos, solo queda separar a mano los tetrabrik, ciertos plásticos y las latas de gaseosas o cervezas que no pueden ser seleccionadas magnéticamente.
¿Cuál es el destino de los materiales reciclados?
Las empresas que, por licitación, trabajan en el CRC tratan los materiales y luego los venden a industrias como la agrícola, las constructoras y otras fábricas que los utilizan como materia prima. De esta manera se logra reutilizar y se evita la contaminación generada por el enterramiento de los desechos.
Una parte del material forestal se combina con el orgánico para crear compost, que es utilizado como abono en campos deportivos y canchas de fútbol, golf y rugby.
“Al ser una compostera industrial, podemos procesar carnes, panes, cítricos, cualquier cosa que sea orgánico, ya sea crudo, frito o cocinado. Todo eso no lo podrías hacer en una compostera casera, porque son cosas que dificultan la descomposición. Pero como lo hacemos acá de una manera industrial, recibimos todo esto y podemos obtener un material de muy buena calidad que incluso ha sido certificado por SENASA como compost de clase B”, dijo Aicardi.
Por otro lado, el resto del material forestal se vende como biomasa para hornos y procesos de secados de la agroindustria.
Los residuos áridos y los materiales resultantes de la planta de tratamiento de residuos mixtos vuelven a la circulación en las industrias cementeras y constructoras para crear hormigón y utilizar combustible derivado de residuos para los procesos de incineración.
El plástico PET, por su lado, se transforma en cerdas para fabricar escobas y otros cepillos para la limpieza. La etiqueta también se aprovecha, ya que puede ser utilizada por empresas para elaborar madera plástica. De esta manera se logra una economía circular y de triple impacto que logra convertir 200 botellas en un cepillo, lo cual beneficia al medioambiente y a la sociedad.
Estrategias para mejorar la convivencia con los vecinos
La particularidad de este centro de reciclaje es su ubicación, ya que este tipo de sitios se suelen encontrar en las periferias de la ciudad. Sin embargo, gracias a una serie de medidas de control de polución e insonorización, se logró una convivencia con los vecinos, la cual es esencial para el funcionamiento de las plantas.
En la sección abierta del centro, en la cual funcionan la planta de tratamiento de residuos áridos y mixtos, existe un sistema de riego y aspersión que evita que las partículas se dispersen en el aire y contaminen el área circundante.
“Cuando están sacando el material se genera un poco de polvo. Este equipo capta ese polvo y hace que baje, que no quede en suspensión el material particulado. Toda la planta tiene sistemas de control. En el borde de toda la línea también hay sistemas de aspersión que generan una cortina y atrapan todo el material. Obviamente esto funciona 24 horas, pero de noche hay menos ruido. Hay que tener una gestión responsable en la operación, teniendo en cuenta a los vecinos”, declaró el gerente operativo.
La cercanía del CRC reduce los costos del transporte de materiales, es una garantía en cuanto a la logística y los tiempos. Gracias a esto, el reciclar se convierte en un proceso más asequible para las empresas y se muestran los amplios beneficios, tanto económicos como sociales, que devienen de la reutilización de los materiales.
Concientizar sobre la importancia del reciclaje
Un aspecto vital del reciclaje es la información y la concientización. Las personas deben saber cómo, cuándo y dónde depositar sus residuos para que puedan ingresar al proceso de tratamiento y sean reutilizados.
Con ese objetivo, dentro del CRC se realizan actividades didácticas que brindan datos sobre la manera correcta de separar los desechos. Dentro de las remodelaciones se agregaron instalaciones que utilizan la tecnología para acercarle la información a los niños, adolescentes y adultos que realizan visitas guiadas en el centro.
Cuentan con juegos interactivos y una inteligencia artificial llamada Gaia, entrenada con una base de datos propia y con acceso a la web para responder preguntas sobre reciclaje y de interés general. Así es que logran que los individuos se interesen en el proceso de reciclado y en el impacto positivo que tiene en el medio ambiente.
El próximo año se volverá a incorporar una dinámica que existía antes del 2020, la cual permitía la visita de vecinos al CRC. Actualmente solo puede acceder un número limitado a través de programas comunales, pero en el futuro podrán inscribirse desde la página del centro para asistir y tener la experiencia de recorrer las plantas.
De esta manera refuerzan la educación sobre el reciclaje y generan un ambiente de aprendizaje que estimula a las personas a separar los residuos y contribuir con la salud ambiental. Desde el CRC continuarán con sus esfuerzos para mejorar y ampliar el tratamiento de materiales, a la vez que informan y promueven una convivencia con los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires.