Un estudio pionero reveló una evidencia directa de que el centro de la capa de hielo de Groenlandia se derritió en el pasado geológico reciente. Este hallazgo postula que la isla, actualmente cubierta de hielo, albergó un paisaje verde de tundra.
El equipo de científicos examinó sedimento del fondo de un núcleo de hielo de tres kilómetros de profundidad extraído en el centro de Groenlandia en 1993. Este núcleo fue conservado durante 30 años en un depósito en Colorado.
Al analizarlo, los investigadores encontraron madera de sauce, partes de insectos, hongos y una semilla de amapola en perfecto estado, algo que reveló que hubo un pasado sorprendentemente verde para la isla.
Paul Bierman, científico de la Universidad de Vermont, en Estados Unidos, codirigió el estudio junto a Halley Mastro, estudiante de posgrado, y otros nueve investigadores.
Bierman expresó su asombro al encontrar estos fósiles en el núcleo de hielo. “Estos fósiles son hermosos, pero vamos de mal en peor”, dijo el experto, y advirtió que se trata de una prueba del impacto del cambio climático causado por los humanos en el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia.
Según Bierman, estos hallazgos confirman que la gigantesca capa de hielo es más frágil de lo que se pensaba hasta ahora. El estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, sugiere que el derretimiento del hielo en esta región ocurrió durante un período cálido anterior, probablemente dentro del último millón de años.
Esta evidencia postula que si el hielo en el centro de la isla se derritió, la mayor parte del resto de Groenlandia también debió derretirse, lo que habría permitido la formación de un ecosistema de tundra.
Richard Alley, científico del clima de Penn State, revisó el estudio y señaló: “Este nuevo estudio confirma y amplía el hecho de que gran parte del aumento del nivel del mar ocurrió en un momento en que las causas del calentamiento no eran especialmente extremas, lo que proporciona una advertencia de los daños que podríamos causar si continuamos calentando el clima”.
El estudio proyecta que el nivel del mar podría aumentar varios metros hacia finales de este siglo. Si no se reduce drásticamente la emisión de gases de efecto invernadero, el derretimiento casi completo del hielo de Groenlandia podría llevar a un aumento de unos siete metros del nivel del mar en los próximos siglos, de acuerdo a los autores.
Bierman enfatizó: “Mira Boston, Nueva York, Miami, Mumbai o elige una ciudad costera en cualquier parte del mundo y agrégale más de 6 metros de nivel del mar. Se hunde. No compres una casa en la playa”.
Otro hallazgo crucial sobre la crisis ambientan en Groenlandia
Recientemente, se publicó un hallazgo de virus gigantes en la capa de hielo de Groenlandia que podría convertirse en una herramienta para reducir el derretimiento de hielo de esa zona del planeta, y ayudar a combatir el cambio climático.
Es que, según el estudio realizado por investigadores del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), estos virus probablemente regulan el crecimiento de las algas de la nieve sobre el hielo infectándolas. Por lo que, de manera colateral, su función es clave en la crisis ambiental que atraviesa el planeta.
Esto es porque, como se sabe, las algas permanecen latentes sobre el hielo durante los meses de otoño e invierno y comienzan a florecer en primavera, ennegreciendo grandes áreas del hielo. De este modo, su capacidad para reflejar el sol disminuye y esto acelera su derretimiento, lo cual exacerba el calentamiento global.
Lo paradójico del hallazgo, según resaltaron los investigadores, es que los virus suelen ser considerablemente más pequeños que las bacterias, con dimensiones típicas entre 20 y 200 nanómetros, en comparación con las bacterias que tienen una medida promedio de entre 2 y 3 micrómetros.
Es decir, un virus común es aproximadamente mil veces más pequeño que una bacteria. Sin embargo, este no es el caso de los virus gigantes, que según vieron en el estudio, pueden alcanzar un tamaño de hasta 2,5 micrómetros, superando así a la mayoría de las bacterias en tamaño.
Pero, además, no solo son grandes en tamaño, sino que también tienen un genoma mucho más extenso que los virus convencionales. Mientras que los bacteriófagos, que infectan bacterias, pueden tener entre 100.000 y 200.000 letras en su genoma, los virus gigantes tienen alrededor de 2.500.000 letras, lo que los distingue notablemente en su complejidad genética.
Sumado a esto, la postdoctorada Laura Perini, quien es una de las primeras autoras del reciente trabajo, destacó que “es la primera vez que se encuentran virus gigantes viviendo en la superficie del hielo y la nieve dominados por microalgas”.
“Los virus gigantes se descubrieron por primera vez en 1981, cuando los investigadores los encontraron en el océano -sostuvo la experta-. Estos virus se habían especializado en infectar algas verdes del mar. Más tarde, se encontraron virus gigantes en el suelo terrestre e incluso en humanos”.
Y tras señalar que “no se sabe mucho sobre estos virus”, la investigadora del Departamento de Ciencias Ambientales de la universidad danesa analizó: “Creo que podrían ser útiles como forma de aliviar el derretimiento del hielo causado por la proliferación de algas. Qué tan específicos son y qué tan eficientes serían, aún no lo sabemos. Pero al explorarlos más a fondo, esperamos responder algunas de esas preguntas”.
Si bien los científicos llamaron a los virus hallados “gigantes”, lo cierto es que no son visibles a simple vista del ojo humano. Perini aseguró que tampoco aún los había visto bajo el microscopio óptico. “La forma en que descubrimos los virus fue analizando todo el ADN de las muestras que tomamos. Al examinar este enorme conjunto de datos en busca de genes marcadores específicos, encontramos secuencias que tienen una gran similitud con virus gigantes conocidos”, detalló la experta.