Dos grupos de científicos están descubriendo comportamientos sorprendentes del chimango o tiuque, una especie de ave llamada “el cuervo de Sudamérica”.
Es una rapaz, a veces genera desagrado porque puede romper las bolsas de basura. En otras oportunidades, hay personas que levantan a los pichones cuando los ven lastimados en parques o plazas.
Habitan en el norte y centro de Chile y de la Argentina. También se los encuentra en Paraguay, Uruguay, y Brasil (desde San Pablo hacia el Sur). Además de habitar en bosques y pastizales, se han acostumbrado a convivir con los humanos en las ciudades y en las áreas suburbanas, y tienen características que las distinguen.
Un equipo de investigadores del Conicet y la Universidad Nacional de Mar del Plata reveló en la revista Behavioral Ecology que los chimangos tienen “flexibilidad cognitiva”, una capacidad que les permite abandonar un comportamiento que ya no les resulta redituable y pasar a hacer otro que sí les conviene, como -por ejemplo- para conseguir comida.
También tienen capacidad para aprender un comportamiento al observar la acción que hace un ejemplar de su propia especie. Por si fuera poco, el chimango (su nombre científico es Milvago chimango) está en la lista muy reducida de aves rapaces que, en pareja, lleva a cabo el “cuidado biparental”.
Sí, cada pareja integrada por una hembra y un macho de chimango contribuye de manera equivalente a la crianza de sus pichones, de acuerdo con una investigación publicada en Journal of Raptor Research por un equipo del Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces en Argentina (CECARA) y el Colaboratorio de Biodiversidad, Ecología y Conservación de la Universidad Nacional de La Pampa y el Instituto de Ciencias de la Tierra y Ambientales de La Pampa del Conicet
¿Qué son los chimangos o tiuques?
Son una especie de ave rapaz nativa de Sudamérica, que está ampliamente distribuida desde la costa a la cordillera de los Andes. Está adaptada a vivir en muy diferentes ecosistemas.
“El chimango es un ave oportunista. Además de cazar presas de pequeño tamaño como insectos, lagartijas, peces, aves y roedores, se alimenta de carroña, animales muertos, la cual constituye un elemento principal de su dieta”, contó a Infobae el biólogo Diego Gallego García, becario doctoral del Conicet en el CECARA y primer autor del trabajo publicado en Journal of Raptor Research (los otros coautores fueron Mikel Larrea, Claudina Solaro y José Sarasola).
Se trata de aves que son gregarias y muy inquietas. Miden alrededor de 40 centímetros en altura. En pueblos y áreas rurales se suele decir la frase popular “no gastes pólvora en chimango”, y se basa en que se sabe que el ave es de carne muy dura y prácticamente imposible de comer. Por ende, no se recomienda cazarla.
¿Cómo se diferencian hembras y machos de chimangos?
Hace más de dos décadas, los científicos sabían muy poco sobre los chimangos, aunque eran muy comunes. Una razón es que sus poblaciones no tienen problemas de conservación.
En 2005, aún no se sabía cómo diferenciar a los machos de las hembras, recordó el biólogo. “Hoy se sabe que los machos tienen patas y ceras amarillas”, contó. La “cera” es la membrana carnosa que se encuentra en la parte superior del pico del ave. En cambio, las hembras de chimango tienen patas y ceras azuladas o rosadas.
Las hembras son ligeramente más grandes que el macho. Pesando 300 gramos. Ellos, en cambio, 290 gramos.
¿Cómo los chimangos crían a los pichones?
Las especies de aves tienen diferentes estrategias de cuidado parental de los pichones. En algunos casos, las actividades de cada miembro de la pareja están bien delimitadas. En otras especies, tanto la hembra como el macho realiza prácticamente lo mismo, como por ejemplo la incubación y la alimentación de los pichones. Sin embargo, eso no es lo común en las aves rapaces, señaló Gallego García.
En las aves rapaces, lo más frecuente es encontrar que las actividades relativas al cuidado parental están muy diferenciadas entre hembra y macho: tienen roles asimétricos. Generalmente la hembra incuba los huevos y defiende el nido, mientras que el macho sale a cazar.
Pero los chimangos son distintos. “En la pareja tienen roles simétricos. Nuestra investigación confirma que realizan un cuidado biparental por el cual ambos padres contribuyen de manera más o menos equivalente a la crianza de sus pichones.”.
Primero, cada pareja cría a los pichones en el nido durante 30 y 40 días. “Durante ese tiempo, los pichones son completamente dependientes de sus padres. Entonces son alimentados y defendidos por sus padres -detalló el biólogo-. Sin embargo, esa dependencia no termina cuando los pichones abandonan el nido”.
Después, aunque ya vuelen, los pichones siguen junto a sus padres. Perfeccionan sus capacidades de vuelo y aprenden a cazar, hasta que estén preparados para sobrevivir por sí mismos.
¿Qué roles hacen las parejas de chimangos con sus crías?
Tanto las hembras como los machos de chimangos incuban los huevos. Le dan sombra para evitar los efectos del calor o se acercan para darle calor si la temperatura del ambiente es baja. Les traen alimentos a los pichones, y colaboran en la construcción y el mantenimiento del nido.
Durante dos temporadas de cría los científicos realizaron observaciones con telescopios de los nidos de una colonia de chimango en la provincia de La Pampa, en la Argentina, para evaluar la división del trabajo entre los sexos. “El número de presas llevadas al nido por hora no difirió entre sexos”, comentó.
El biólogo planteó que “el cuidado biparental en las parejas de chimangos “podría estar asociado a su estilo de vida oportunista y a su alimentación a base de carroña”. La carroña son restos de animales muertos que no necesariamente han sido capturados por las aves.
¿Qué implica la relación simétrica en la pareja?
En diálogo con Infobae el científico Geir Sonerud, investigador en aves de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida, contó que “era esperable que las parejas de especies como el chimango tuvieran una relación simétrica”.
Explicó: “Cuanto mayor es la presa, más dependen los pichones de la hembra para repartirse la presa y alimentarse con los bocados. Por lo tanto, cuanto mayor sea la presa, más tiempo estará la hembra atada al nido para procesar la comida”.
En cambio, “cuando las presas son pequeñas, son más fáciles de tragar para los pichones. Como consumen carroña, los pichones pueden manipular por sí mismos lo que les dan los padres. Entonces, la hembra queda liberada de repartir presas para los polluelos y, por tanto, libre para cazar también”, señaló Sonerud.
¿Por qué los chimangos son los “cuervos de Sudamérica”?
Hay biólogos que han postulado que los cuervos de Nueva Caledonia están entre los animales más inteligentes del mundo, con una inteligencia comparable a la de los chimpancés. Pueden crear herramientas combinando dos o más elementos que de otro modo no serían funcionales.
“Los chimangos son llamados cuervos de Sudamérica porque son animales muy curiosos y pueden cambiar sus comportamientos como respuesta a cambios en el entorno. En nuestra última investigación publicada, demostramos que la capacidad de flexibilidad cognitiva que tienen es incluso más pronunciada en los chimangos que viven ciudades”, contó a Infobae Laura Biondi, investigadora del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata y del Conicet.
Con su equipo, Biondi hizo un experimento por el cual estudió cómo un grupo de aves logró adquirir una asociación de un color con un alimento como recompensa. Luego, los ejemplares pudieron revertir esa asociación aprendida cuando cambiaron las contingencias. Los chimangos urbanos fueron más rápidos que sus ejemplares rurales y suburbanos en el experimento.
Esa flexibilidad cognitiva y no tener miedo frente a lo desconocido permite que los chimangos usen nuevos ambientes y recursos, incluyendo los que han sido modificados por los seres humanos, no solo para la alimentación sino también como refugio o sitios para nidificar. Al ser exitosos en diferentes ambientes, las poblaciones de chimangos aumentan.
“Los chimangos tienen una alta propensión a explorar situaciones nuevas y muestran audacia frente a los humanos. Son capaces de aprender rápidamente asociaciones nuevas y crear nuevos comportamientos, como por ejemplo abrir tachos de basura. Son generalistas a la hora de alimentarse: comen de todo. Todo contribuye a que sus poblaciones crezcan”.
¿Qué hacer cuando un chimango está cerca?
“Cuando una persona se encuentra cerca de un chimango o de sus nidos, debería cuidarlos porque son predadores topes”, señaló la doctora Biondi.
“Controlan las especies plaga y vectores de enfermedades. Son carroñeras, una característica que posibilita que limpien el ambiente”, añadió.
Para evitar conflictos con las aves, “las personas deberían tener tachos de basura con tapa pesada. De esta manera, los chimangos no pueden acceder a la basura”.