El Niño/Oscilación del Sur es un fenómeno natural que consiste en el aumento de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial. Tiene una gran influencia en las condiciones climáticas de diversas partes del mundo y una de las ciudades que conoce bien su impacto es la de Concordia, en la provincia de Entre Ríos, en Argentina.
Allí, los fenómenos de El Niño, que ocurren cada dos a siete años, influyen en el aumento de las precipitaciones y se combinan con otros factores del suelo, la cercanía con el río Uruguay, y la urbanización. Todo conduce a que haya inundaciones que alteran dramáticamente la vida de los pobladores.
El intendente del municipio de Concordia, Francisco Azcué, informó que ya se han evacuado un total de 167 familias, que hacen un total de 568 personas, entre mayores y menores, frente al desarrollo de las inundaciones.
El Niño es un fenómeno global, y afecta a la Argentina, pero no a todo el territorio. También varía su influencia según las estaciones del año. El año pasado, en junio, ya se había activado. En el noreste del territorio argentino suelen aumentar las precipitaciones, y Concordia ha sido golpeada en varias ocasiones.
Concordia se inundó cuando ocurrió El Niño en 1997/1998. En 2015 volvió a sufrir el desastre, cerca de 20.000 evacuados. Ahora, nuevamente partes de la ciudad están afectadas.
“Los fenómenos de El Niño registrados en 1997/1998 y 2015/2016 fueron los más intensos de las últimas dos décadas”, explicó Cindy Fernández, comunicadora del Servicio Meteorológico Nacional, a Infobae. En abril pasado, El Niño empezó a debilitarse a nivel global.
Pero aún su impacto continúa, y en Concordia se suman diferentes factores. En diálogo con Infobae, la especialista en gestión del riesgo, Patricia La Nasa, explicó por qué esta urbe y otras ciudades cercanas sufren más riesgos de inundación.
La experta forma parte del Proyecto ACC Río Uruguay, una iniciativa entre la Argentina y Uruguay para dar respuesta y generar resiliencia frente al cambio climático en ciudades y ecosistemas costeros vulnerables, y con perspectiva de género. Se hace con donación del Fondo de Adaptación de Naciones Unidas, con la administración del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
“Concordia, en la provincia de Entre Ríos, se encuentra emplazada sobre la orilla hidrográfica derecha del río Uruguay. Como en el sur de Brasil llovió más por el fenómeno de El Niño y por el cambio climático, y hubo una crecida del Río Uruguay, hubo una reacción inmediata del río”, dijo La Nasa. En resumidas cuentas, por su ubicación, Concordia fue afectada por la crecida.
“También se suma que la ciudad está cada vez más urbanizada. Entonces se reduce la posibilidad de que el exceso de agua sea absorbido por el suelo. Existe cerca la represa de Salto Grande, que se hizo para generar energía eléctrica, que puede amortiguar parcialmente el ritmo de la crecida, pero no evitarla”, explicó.
Para enfrentar las inundaciones frecuentes, el Proyecto ACC Río Uruguay está impulsando un conjunto de estrategias.
“Las inundaciones en Entre Ríos han sido el desastre que más vidas y pérdidas económicas ha causado. Todo ahora se acelera con el impacto del cambio climático. Frente al complejo problema, se están poniendo en marcha medidas estructurales y medidas blandas. Ambas son claves para resguardar a la población, los bienes, y su costo puede parecer alto, pero se amortizan si se produjeran otras inundaciones”, afirmó.
Como última instancia, se considera la relocalización de las personas. “Buscar otro lugar para que vivan los afectados tiene siempre un alto costo social. Por lo cual, hay que trabajar más en prevención y en minimizar el potencial impacto del desastre”, sostuvo la especialista.
Entre las medidas, se impulsan los seguros adaptados para los emprendimientos turísticos que hay en la zona y la integración de modelos digitales del terreno, que permiten una mejor comprensión de la situación del terreno, cómo se pueden comportar las lluvias y cuáles son los escenarios probables ante el cambio climático.
También se desarrolla una obra que consiste en el blindaje de la toma de agua y la planta potabilizadora de Concordia. De esta manera, cuando se termine esa obra, la planta potabilizadora quedará protegida si llega a producirse otra inundación.
“Se promueve un mecanismo de defensa móvil en la costa de la ciudad que se coloca cuando hay riesgo de crecida del río. También hay un sistema de alerta temprano, un trabajo con la comunidad y una recuperación de los saberes locales, especialmente de las mujeres que saben muy bien qué hacer frente a la inundación”, expresó.