La deforestación es una aliada del cambio climático, pone en riesgo a la salud y a la biodiversidad global

El presidente de la ONG Banco de Bosques, Emiliano Ezcurra, dialogó con Infobae y analizó la importancia de la regeneración de estos espacios verdes para revertir el impacto del calentamiento global. Cuál es su rol clave en la prevención de enfermedades infecciosas

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Argentina enfrenta un aumento alarmante
Argentina enfrenta un aumento alarmante de deforestación, con 126.149 hectáreas perdidas solo en 2023 (Gentileza Soy Prensa)

“El mundo tiene que frenar la deforestación. Hay que regenerar los bosques”, dice Emiliano Ezcurra, contundente. Y sigue: “Todos los problemas que tenemos ahora van a estar agravados, con picos de dengue y más enfermedades como el Covid-19 y la gripe aviar. El cambio climático potencia todo”. Habla sobre las devastadoras consecuencias que genera para la humanidad la pérdida de superficies de bosques nativos y advierte que son todas piezas de un rompecabezas mayor: la destrucción de los ecosistemas.

Ezcurra es un referente cuando de medio ambiente se trata, que se entusiasma evidentemente cuando profundiza sobre la importancia de la restauración de bosques. Con más de 20 años de experiencia en el área, fue vicepresidente de la Administración de Parques Nacionales y ahora se desempeña como presidente de la ONG Banco de Bosques, una fundación que se propone salvar los bosques nativos de Argentina y protegerlos a perpetuidad.

En diálogo con Infobae, Ezcurra vuelve sobre el tema que le enciende las alarmas: “Bajo la máscara de una sequía récord en Argentina, o las catastróficas inundaciones al sur de Brasil se manifiesta un fenómeno que requiere atención: el cambio climático”. “Parecen ser cosas naturales, pero no lo son”, sentencia.

Emiliano Ezcurra sostiene que la
Emiliano Ezcurra sostiene que la regeneración de bosques revertirá en las próximas décadas el cambio climático (Gentileza Soy Prensa)

Ante esto, Ezcurra pone manos a la obra: creó una nueva área protegida, en el límite entre Salta y Jujuy, a la que llamaron “La Reina”. Se trata de un nuevo parque natural de gran valor ubicado en la localidad de San Juan de Dios, en Jujuy, y es una cordillera verde que dibuja una división entre las dos provincias. Son 25 mil hectáreas que contienen dos ecosistemas importantes: el Chaco Serrano y la selva de Yungas.

“Estos ecosistemas no están debidamente representados en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas”, dice Ezcurra en diálogo con Infobae y continúa: “Lo que hay en los Parques nacionales y provinciales existentes de Chaco Serrano y de Selva de Yungas es poco en comparación con lo que habría que proteger”. Pero, en materia de medio ambiente, todas las acciones suman.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en América Latina y el Caribe se estima que 13 millones de hectáreas de bosques se destruyen en todo el mundo cada año. En América Latina y el Caribe (ALC) se perdieron 4,7 millones de hectáreas de superficie forestal entre 2000 y 2005, lo que representa el 65% de la deforestación mundial. El proyecto de Ezcurra tiene como objetivos la mitigación de huella de carbono, la preservación de la flora y la fauna del lugar protegido y pensar en un mundo sustentable.

Parte de la nueva área
Parte de la nueva área protegida en la provincia de Jujuy, denominada "La Reina" (Gentileza Soy Prensa)

Pero hay otro dato para tener en cuenta para este territorio. Según el último Informe Anual sobre deforestación de Greenpeace, los desmontes en el norte argentino aumentaron en 2023. ¿Cuánto? En total, 126.149 hectáreas, más que las 119.805 alcanzadas en 2022. “La deforestación es un aliado del cambio climático”, adhiere Ezcurra.

Según la organización ecologista, las principales causas de pérdida del bosque son el avance de la frontera agropecuaria para ganadería intensiva y soja transgénica, y los incendios forestales. “Los sectores Agricultura, Ganadería, Silvicultura y otros usos de la tierra representan el 39% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) del país, contribuyendo a la actual crisis climática”, señalan. Por eso, proteger, conservar y regenerar son los pilares que mueven a Ezcurra.

Una joya verde

¿Por qué “La Reina” es un área clave? Según explica el presidente de la ONG Banco de Bosques, esta área tiene un valor incalculable debido a que en el lugar hay ”especies tales como el tapir, los pecaríes, labiado y de collar, es un área de importancia de conservación de las aves y de murciélagos, que son muy importantes para estos ecosistemas”.

Según Ezcurra, "La Reina" es
Según Ezcurra, "La Reina" es un área clave para la conservación de especies y de dos ecosistemas importantes (Gentileza Soy Prensa)

Los murciélagos, cuenta, tienen un rol clave, ya que son polinizadores. ¿Qué significa? Que van de flor en flor consumiendo el néctar y transportando polen, son vitales para la fecundación de las plantas. Pero hay más: estos animales también son insectívoros y comen alrededor de 200.000 mosquitos por noche, entre ellos, los del dengue.

“El cambio climático afecta el clima y es lo que genera que Buenos Aires sea un lugar de expansión del dengue hoy, por ejemplo”, detalla y suma que la deforestación genera la propagación de enfermedades infecciosas y otras afecciones transmitidas por mosquitos, como la malaria, el paludismo, el zika y el chikungunya.

La industria del bosque nativo no es una industria, es una carnicería de yacimientos, de ir y sacar hasta que no dé más. Es extractivista de la peor manera, porque deja pobreza a su paso”, denuncia el ambientalista.

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Ezcurra asocia como resultado de la deforestación la propagación de enfermedades infecciosas y otras afecciones transmitidas por mosquitos, como la malaria, el paludismo, el zika y el chikungunya (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las razones biológicas para preservar esta área son muchas y existen más. El área “La Reina” linda con el Parque Nacional El Rey, en Salta, creado en 1948. Allí están las nacientes de los diferentes ríos y arroyos que existen en la zona, es decir, es clave también por el agua.

“Es una selva que produce agua, que capta la lluvia y la humedad. Y como una esponja la va largando de a poquito hacia la otra provincia y se usa, por ejemplo, para regar grandes extensiones de caña de azúcar tierras abajo y el cultivo de cítricos en esta zona”, especifica Ezcurra.

Y agrega: “Las nacientes de los ríos y arroyos de toda esa cuenca hídrica son súper importantes para la economía de la zona”. A pesar de los esfuerzos de la protección y conservación, Ezcurra arroja un dato que lo inquieta: el 65% de los desmontes que hubo en Argentina en los últimos 15 años se hicieron sobre zonas amarillas y rojas, “no sobre zonas verdes, que es lo que correspondía de acuerdo a la Ley”, explica.

“El bosque te puede dar
“El bosque te puede dar comida, turismo, madera (si lo tratas bien) y permite pensar en la sustentabilidad y en el desarrollo económico", sostiene Ezcurra (Gentileza Soy Prensa)

“El bosque te puede dar comida, turismo, madera (si lo tratas bien) y permite pensar en la sustentabilidad. Nosotros no somos partidarios de poner el bosque en una cajita de cristal para que nadie lo toque, al contrario, creemos que es posible desarrollarnos sin romper todo”, dice.

La restauración de bosques: la llave maestra frente al cambio climático

Los bosques cubren un tercio de la superficie del planeta Tierra. En ellos se desarrolla una biodiversidad muy abundante que comprende desde 60.000 especies de árboles hasta el 68% de las especies de mamíferos existentes, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP, por sus siglas en inglés).

También cumplen un rol fundamental en las precipitaciones y, en consecuencia, en la distribución de agua en el mundo. Previenen desastres climáticos, inundaciones y la erosión del suelo y sus nutrientes, aspectos necesarios para todos los seres vivos que habitan en ellos.

“Hay que regenerar lo que
“Hay que regenerar lo que se perdió y salvar lo que está aún en pie”, afirma el experto. EFE/Raphael Alves

“Hay que restaurar grandes extensiones, eso es central”, dice Ezcurra. ¿Por qué? Según el proyecto Promesa Climática ―una respuesta del PNUD al desafío climático en virtud del Acuerdo de París―, un bosque en buen estado actúa como un eficaz capturador de carbono, capaz de absorber y retener dióxido de carbono.

Las cifras indican que, entre 2001 y 2019 en un ámbito global, los bosques capturaron una cantidad de carbono dos veces superior a la que liberaron, lo que representa unos 7.600 millones de toneladas métricas de CO2 anualmente.

Entonces, regenerar los bosques implica una cuestión fundamental. Ezcurra define de qué se trata y cuenta que no es “volver a plantar arbolitos”. “Restauración es agarrar el bosque destruido (quemado, ‘afeitado con topadora o con motosierra’) y meterlo en terapia intensiva”, apunta y describe cómo es el proceso en que “se empuja a la naturaleza y se la ayuda a lo que sabe hacer sola”.

"La Reina" es una finca
"La Reina" es una finca donada a la provincia de Jujuy y tiene 25 mil hectáreas en la que viven tapires y miles de aves (Gentileza Soy Prensa)

Según detalla Ezcurra, primero se delimita el espacio, se lo cierra para que animales de granja o domésticos no se acerquen. El siguiente paso es clavar unos palos a una cierta altura, en forma de cruz llamados “percha” para que los pájaros vengan. Las aves, seguramente, comieron un fruto de un árbol cercano y defecarán partes de esas semillas, fundamental para la tierra.

Luego, se hacen montañas de troncos podridos de árboles muertos. ¿Para qué? Para que, en esos huecos, vivan los murciélagos, ya que su bosta tiene muchos nutrientes valiosos para alimentar los suelos. Así comienzan a venir los insectos y se airea el suelo. Por último, se generan bosquetes: se plantan árboles de distintas especies, de distintas edades y se hace como una isla.

Ezcurra se confiesa optimista porque, la regeneración de bosques en el área de “La Reina” implica, según cuenta, la vuelta de una especie emblemática extinta en la zona: el yaguareté. “Hace poco apareció uno en la Reserva Nacional Pizarro, que está unida por selva a la nueva área protegida. Si se sigue protegiendo cada vez más, se genera una vinculación o conectividad biológica, para que pueda volver una especie tan característica como el yaguareté”.

El yaguareté, una especie emblemática
El yaguareté, una especie emblemática del norte argentino extinguida en la selva de Jujuy (Juan Ramón Díaz Colodrero/Gentileza Soy Prensa)

Ezcurra da otra clave con relación al impacto positivo de la restauración de bosques y aporta nuevas ideas. “Con la generación de grandes corredores en los bordes de los cultivos, por ejemplo, diseñando grandes y larguísimos corredores, como avenidas de miles de kilómetros de bosques se podrían recuperar gran cantidad de bosques, capturando muchísimo carbono, generando hábitat para un montón de especies, sin necesidad de dejar de plantar soja y maíz mañana, porque tampoco sería viable”, dice.

Respecto a la huella de carbono, el ambientalista da cuenta de la importancia de la conservación de los bosques nativos en pie: el stock de carbono que hay adentro de ellos exigen que sean preservados para que sigan equilibrando las emisiones. Sin embargo, también hace referencia a la necesidad de medir la huella de carbono. “De las toneladas que usted está emitiendo, salvemos un equivalente en un bosque que ya esté en pie y que tenga riesgo de ser desmontado. Pero, para eso, hay que medir”, suma.

“Hay que regenerar lo que se perdió y salvar lo que está aún en pie”, concluye.

Futuro sustentable

Bosque nativo de "La Reina",
Bosque nativo de "La Reina", la nueva área protegida de la ONG Banco de Bosques (Gentileza Soy Prensa)

“Existe un pensamiento agresivo relacionado con la naturaleza en América Latina”, advierte Ezcurra y agrega: “A muchos gobiernos de América Latina les cuesta todavía entender que la sustentabilidad es un aliado clave para el desarrollo económico”.

“Podríamos pensar en energías renovables a partir de los bosques”, sentencia el ambientalista. La sustentabilidad también es otro tema de interés para Ezcurra. Este año, con motivo del Día Internacional de Bosques, la ONU propuso un enfoque que une a la naturaleza con la tecnología. El lema será “Bosques e innovación: nuevas soluciones para un mundo mejor” y en esta línea profundiza sobre cómo los bosques nativos ofrecen alternativas.

“Con los bosques nativos se pueden hacer finas piezas para la construcción y para toda la industria del mueble, por los pisos, los muebles y las aperturas. El residuo que te queda lo podés hacer carbón y que el asado del domingo no implique ―como implica hoy― desmontes, trabajo infantil y pobreza”, señala.

Ezcurra sostiene que es posible
Ezcurra sostiene que es posible pensar en un futuro sustentable gracias a los bosques nativos y la agroecología (Getty)

Y suma: “Es importantísimo que los bosques participen de una solución para la producción de carbón y leña en la Argentina. Los bosques producen buen carbón y buena leña, pero con ingeniería forestal, respetando los turnos de corta, armando una industria sustentable de los bosques nativos”.

Ezcurra sigue con manos a la obra y ya tiene una nueva área en la mira. Para eso, viajará a Chaco en los próximos días y adquirirá 500 hectáreas valiosas en esa provincia.

Para concluir, perfila cuáles son los temas urgentes. Ezcurra menciona la importancia de la explotación de los sistemas de agroecología, complementarios con la agricultura industrial. “Es decir, generar más parques nacionales y más producción agroecológica sin tocarle nada a la industria sojera”, dice.

“Nuestro país podría generar mucho empleo y darle de comer una dieta equilibrada a millones de niños, si potencia sus capacidades de producción agroecológica”, señala y sigue: “El turismo es otra, porque la reforestación y la creación de parques nacionales también fomenta la economía. Argentina tiene una un enorme yacimiento de destinos emergentes para generar desarrollo, como el Impenetrable chaqueño”.

Y, siempre, regenerar bosques.

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