La escasez de agua a nivel mundial empeora año tras año, producto de la contaminación, la mala gestión del recurso, el calentamiento global y el cambio climático. Si bien el 70% del planeta está cubierto de agua, solo el 0,5% se puede consumir y es de fácil acceso. Esa limitada cantidad debe ser utilizada por todas las personas principalmente para hidratarse e higienizarse.
Sin embargo, hoy en día el 26% de la población, que serían aproximadamente 2.000 millones de personas, no tienen acceso a agua potable. Aún más personas, alrededor de 3.600 millones, utilizan agua cuyas condiciones de saneamiento no son las ideales. Esto lo explican informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés). La misma organización alerta sobre el empeoramiento de esta situación en los próximos años debido al sostenido detrimento ambiental y sus consecuentes efectos en el cambio climático.
Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) explican que “a medida que aumentan los impactos del cambio climático y crece la población, existe la necesidad apremiante, dentro de los países y entre ellos, de unirse para proteger y conservar nuestro recurso más preciado”. El Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo de todos los años desde 1993, sirve como recordatorio de esta realidad.
La ONU hace un llamado a los países para que se comience a considerar el acceso al agua como un derecho, y no como algo por lo que hay que competir. Ya hace 21 años, desde el 2003, la organización publica en este día el Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el mundo, que revela y evalúa el estado del recurso. El fin del estudio es el brindarle información a todos los países para que se logren consensos justos ya que, como expresan desde las Naciones Unidas, “solo 24 países tienen acuerdos de cooperación para todos los recursos hídricos que comparten”.
¿Cuál es el origen del Día Mundial del Agua?
En 1992 se llevó a cabo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro. El propósito de la reunión fue sentar las bases para lograr una manera de desarrollo económico a futuro que tenga en cuenta la conservación del medioambiente. Asistieron líderes de todo el mundo, junto a ONGs y otros actores. Fue allí donde la ONU propuso la fecha y el motivo de la celebración de este día.
Al año siguiente se festejó oficialmente el Día Mundial del Agua por primera vez. Desde ese entonces, cada 22 de marzo la organización enfoca sus esfuerzos para concientizar, informar e iluminar la situación actual del recurso hídrico.
¿Qué lema se eligió para el Día Mundial del Agua 2024?
Este año la ONU eligió un lema basado en una de las problemáticas más observadas a nivel mundial: los conflictos internacionales. “Agua para la paz” simboliza la unión que pretende lograr la organización en cuanto al acceso del agua. “Cuando el agua escasea o está contaminada, o cuando las personas tienen un acceso desigual o nulo, pueden aumentar las tensiones entre comunidades y países”, expresaron desde la organización.
Otro factor influyente es el hecho de que más de 3.000 millones de personas dependen de agua que atraviesa fronteras de un país al otro, pero entre la mayoría de ellos no se llegaron a acuerdos sobre una distribución equitativa. Impulsar la creación de estos tratados es un objetivo esencial.
La cooperación entre naciones generaría un “efecto en cascada positivo” y podría conseguir el futuro pacífico y próspero que históricamente busca la ONU.
¿Cuál es el mensaje de la ONU en el Día Mundial del Agua 2024?
Los tres mensajes principales que da a conocer la ONU para generar conciencia y reflexión sobre el uso del recurso en el Día Mundial del Agua son:
- El agua puede crear paz o desencadenar conflictos: la cooperación es esencial para disminuir las tensiones generadas por falta de agua potable o dificultades de acceso. Si se logran consensos en cuanto a su uso y distribución, se podría reducir la incidencia de los conflictos que afectan negativamente a la humanidad.
- La prosperidad y la paz dependen del agua: en un contexto global marcado por cambio climático, migraciones masivas e inestabilidad política, posicionar la cooperación internacional en torno al manejo de los recursos hídricos al frente de las agendas gubernamentales es vital para asegurar un futuro sostenible y pacífico.
- El agua puede sacarnos de una crisis: la gestión sostenible del agua podría ser el puente para la armonía internacional. A través de la implementación de convenios y convenciones de las Naciones Unidas, junto con iniciativas locales, se lograría enfrentar uno de los desafíos más críticos en estos tiempos: garantizar el acceso al agua para todos, y promover al mismo tiempo la paz entre naciones y comunidades.