El fenómeno de El Niño se empezó a desarrollar desde junio del año pasado, y produjo problemas meteorológicos en diferentes partes del mundo.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó ahora que hay un 60% de probabilidades de que El Niño persista hasta el mes de mayo y un 80% de probabilidades de que se den condiciones neutras (ni El Niño ni La Niña) desde abril a junio.
Desde que el fenómeno se desarrolló, se ha exacerbado la sequía en el norte de Sudamérica. También hubo más lluvias que las normales en el Noreste de la Argentina y Sur de Brasil.
Al tener en cuenta a El Niño y otros fenómenos que pueden impactar, con el Servicio Meteorológico Nacional de la Argentina pronosticó que en marzo, abril y mayo podrían producirse niveles de lluvias normales o superiores a lo normal el norte de la provincia de Buenos Aires, el este de Santa Fe, Chaco y Formosa, y en las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones.
En cuanto a las temperaturas, serán normales o superiores a las normales sobre la región del Norte, norte del Litoral, este de Buenos Aires y oeste de Patagonia.
Al tener en cuenta ese pronóstico, algunas regiones de la Argentina, como la del Noreste y el Centro, podrían entonces tener más lluvias y favorecer que haya más poblaciones de mosquitos que -si están infectados- pueden transmitir el dengue.
“La respuesta de este fenómeno de El Niño en particular no es intensa actualmente. Así que hay otras oscilaciones que están teniendo más señal”, señaló la comunicadora del SMN, Cindy Fernández.
Qué es El Niño
El Niño se trata de un fenómeno natural que consiste en el aumento de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial.
Tiene una gran influencia en las condiciones climáticas de diversas partes del mundo, y puede -indirectamente- afectar la salud humana
Los científicos de la OMM plantearon también que existe la posibilidad de que La Niña se desarrolle más adelante en el año, pero las probabilidades son actualmente inciertas. La Niña es el fenómeno opuesto al de El Niño.
El Niño se produce por término medio cada dos a siete años y suele durar entre nueve y doce meses. Se trata de un patrón climático natural asociado al calentamiento de la superficie oceánica en el centro y el este del Océano Pacífico tropical. Influye en los patrones meteorológicos y de tormentas en distintas partes del mundo. Pero se produce en el contexto de un clima que está siendo modificado por las actividades humanas.
“Cada mes desde junio de 2023 se ha establecido un nuevo récord mensual de temperatura - y 2023 fue, con mucho, el año más cálido registrado. El Niño ha contribuido a estas temperaturas récord, pero los gases de efecto invernadero que atrapan el calor son inequívocamente los principales culpables”, afirmó la Secretaria General de la OMM, la científica argentina Celeste Saulo.
“Las temperaturas de la superficie del océano en el Pacífico ecuatorial reflejan claramente El Niño. Pero las temperaturas de la superficie del mar en otras partes del globo han sido persistente e inusualmente altas durante los últimos 10 meses. La temperatura de la superficie del mar de enero de 2024 fue, con mucho, la más alta registrada en enero. Esto es preocupante y no puede explicarse únicamente por El Niño”, explicó Saulo.
Qué pasará con El Niño hasta mayo
El Niño suele tener el mayor impacto en el clima mundial en el segundo año de su desarrollo, en este caso 2024.
En los próximos meses, el fenómeno de El Niño será débil. Pero se pronosticó que las temperaturas de la superficie del mar por encima de lo normal en gran parte de los océanos del planeta darán lugar a temperaturas por encima de lo normal en casi todas las zonas terrestres en los próximos tres meses, e influirán en los regímenes pluviométricos regionales.
El actual fenómeno de El Niño, que se desarrolló en junio de 2023, alcanzó su máxima intensidad entre noviembre y enero. Presentó un valor máximo de unos 2 grados centígrados por encima de la temperatura media de la superficie del mar entre 1991 y 2020 para el Océano Pacífico tropical oriental y central.
Eso lo convirtió en uno de los cinco eventos de El Niño más fuertes de la historia, aunque fue más débil que los eventos de 1997/98 y 2015/2016.
Qué efectos tiene El Niño en el clima del planeta
El Niño se asocia a un aumento de las lluvias que provoca inundaciones en el Cuerno de África y el sur de Estados Unidos, y a condiciones inusualmente secas y cálidas en el sudeste asiático, Australia y el sur de África. Ha exacerbado la sequía en el norte de Sudamérica y también ha contribuido a condiciones más secas y cálidas en partes del sur de África.
“Los fenómenos de El Niño tienen un gran impacto en las sociedades y las economías. Las previsiones estacionales precisas de la comunidad de la OMM ayudaron a los países a prepararse con antelación para tratar de limitar los daños en sectores sensibles al clima como la agricultura, los recursos hídricos y la salud. Las alertas tempranas de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos asociados a El Niño han salvado innumerables vidas”, afirmó la doctora Saulo.
El Niño y La Niña son los principales motores del sistema climático de la Tierra, pero no los únicos, aclararon.
Por eso, la OMM publica ahora actualizaciones periódicas del clima estacional mundial, que incorporan las influencias de otros fenómenos climáticos: la Oscilación del Atlántico Norte, la Oscilación Ártica y el Dipolo del Océano Índico.
Se esperan anomalías positivas de temperatura en casi todo el hemisferio norte, excepto en el extremo sureste de Norteamérica, así como en la mayor parte de las zonas terrestres del hemisferio sur.
Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos de los países seguirán de cerca la situación en los próximos meses y darán perspectivas actualizadas sobre la disipación de El Niño y el posible desarrollo de La Niña.