El impacto del calentamiento global en el planeta ya se evidencia en distintas partes del mundo, con fenómenos climáticos extremos, tales como prolongadas sequías, incendios y hasta inundaciones. En ese sentido, las poblaciones más desfavorecidas, es decir, aquellas que tienen menos recursos y menos capacidad para adaptarse y responder, son las que experimentarán, según los expertos, los efectos más graves del cambio climático.
Estos grupos desfavorecidos suelen incluir minorías raciales, poblaciones de mayor edad y de ingresos relativamente bajos. En medio de la amenaza de un aumento dramático del nivel del mar, según revela un nuevo estudio, serán las comunidades costeras las que enfrentan peligros sin precedentes. Es que a medida que las inundaciones se intensifican, las poblaciones desfavorecidas serán las que experimentarán algunas de las cargas más severas del cambio climático.
Si bien el aumento acelerado del nivel del mar dará como resultado inundaciones intermitentes generalizadas e inundaciones a largo plazo en muchas comunidades costeras, según una investigación publicada en Nature Communications. El trabajo mostró que cuando estos niveles aumentan por encima del metro de altura, las poblaciones minoritarias correrán un riesgo desproporcionadamente alto de aislamiento. Esto podría provocar una alteración de las redes de transporte y las rutas, lo que significaría que los afectados perderían el acceso a lugares esenciales, como escuelas y servicios de emergencia críticos.
El documento expuso, además, que los inquilinos y los adultos mayores enfrentan un mayor riesgo en este sentido, destacando la creciente conexión entre los factores históricos de la desigualdad social existente y los grupos que corren el mayor riesgo de cambio climático, según indicaron en un comunicado de prensa emitido por la Universidad Estatal de Ohio.
Para los especialistas de la investigación, “el primer paso para caracterizar mejor estas amenazas es cambiar la forma en que los científicos evalúan el riesgo comunitario, ya que la mayoría de los estudios lo miden exclusivamente al determinar los impactos a través de inundaciones directas. Pero concentrarse en esta única medición ignora efectos secundarios más complejos del aumento del nivel del mar, como el aislamiento, y refuerza la desigualdad en las zonas costeras”, explicó Kelsea Best, autora principal del estudio y profesora asistente de ingeniería civil, ambiental y geodésica en la Universidad Estatal de Ohio, en el escrito difundido por la casa de altos estudios.
“Necesitamos reconceptualizar cómo medimos quién se ve afectado por el aumento del nivel del mar porque hay muchas maneras en que las personas pueden verse afectadas antes de que su hogar se inunde”, afirmó la experta.
Un nuevo análisis del impacto del cambio climático en las poblaciones costeras
Los informes actuales que utilizaron los especialistas para su estudio estiman que alrededor de 20 millones de residentes costeros en los EE. UU. se verán afectados por el aumento del nivel del mar para 2030, pero el documento señala que esta cifra no incluye todo el impacto que el calentamiento global tendrá en ciertas comunidades y grupos demográficos.
En particular, debido a que las personas necesitan acceso a lugares esenciales como tiendas de comestibles, escuelas públicas, hospitales y estaciones de bomberos, Best y sus colegas argumentan que la imposibilidad de llegar a estos lugares impacta a las personas tan negativamente como si ellos mismos estuvieran viviendo en casas inundadas, y debería documentarse como tal.
“Lo más importante es que sus resultados exponen una de las razones principales de estas grandes diferencias en el riesgo: el riesgo de aislamiento de un grupo está íntimamente entrelazado con redes de rutas específicas hacia dónde se encuentran los servicios vitales en relación con el lugar donde residen los individuos afectados”, resaltaron en el comunicado de prensa.
En el análisis los profesionales identificaron estas disparidades en el riesgo superponiendo los datos de la red de carreteras de OpenStreetMap (OSM) con los escenarios de marea alta media (MHHW) de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA). Luego, estas proyecciones se combinaron con datos de censos recientes para estimar el porcentaje de una población que quedaría fuera o no se incluiría en las estimaciones de quiénes se verían afectados por el aumento del nivel del mar si los investigadores solo contaran a los que sufrieron inundaciones directas.
“Si adoptamos un enfoque único para todos, o un enfoque aparentemente ‘neutral’ para comprender quién tiene acceso a viviendas y comunidades seguras y asequibles en un mundo con cambio climático, entonces en realidad solo estamos exacerbando estas desigualdades y no es lo suficientemente bueno”, afirmó Best en el comunicado y agregó: “Tenemos que buscar deliberadamente brindar acceso a recursos de adaptación a grupos de personas que históricamente han sido excluidas y, por lo tanto, tienen menos recursos para responder en primer lugar”.
Es que los investigadores demostraron, además, que las poblaciones hispanas a menudo están sobrerrepresentadas en la ciudadanía total por estar en riesgo de aislamiento a partir de 1 metro de aumento del nivel del mar, y las poblaciones negras lo están después de 1,8 metros. Alternativamente, lo mismo ocurre en las poblaciones blancas después de un aumento de 1,5 metros en el incremento del nivel del mar.
Pero para determinar cuándo comenzarán a desarrollarse estas disparidades, el equipo integrado por investigadores de las universidades de Ohio, Maryland, Rowan y Canterbury y la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, comparó dos escenarios de aumento del nivel del mar a largo plazo: uno intermedio en el que el aumento global del nivel del mar se incrementó en un metro para 2100, y otro donde creció 2 metros para el mismo año.
De manera alarmante, el estudio encontró pruebas sólidas de que estos efectos de aislamiento se producirían en 2120 en el escenario intermedio y en 2090 en uno alto. “Este cronograma es importante desde una perspectiva de planificación y adaptación”, señaló la experta. Esta cuestión no sería un “problema tan grande si tuviéramos una mitigación urgente y agresiva”, resaltó.
“Los efectos del cambio climático tendrán mayor alcance y tendrán más efectos en cascada de lo que podría parecer directamente obvio, y esos efectos no se sentirán de manera equitativa”, destacó Best en el comunicado y concluyó: “Debemos pensar en las poblaciones que corren mayor riesgo desde el principio y desarrollar políticas para apoyarlas”.
*Kelsea Best es autora principal del estudio, además de autora correspondiente, y profesora asistente de ingeniería civil, ambiental y geodésica en la Universidad Estatal de Ohio. La información contenida en este artículo periodístico se desprende de la investigación denominada “Demografía y riesgo de aislamiento por la subida del nivel del mar en Estados Unidos”, publicada en en Nature Communications, de la que también son autores: Qian He, Allison C. Reilly, Deb A. Niemeier, Mitchell Anderson y Tom Logan. Además del comunicado de prensa emitido por la Universidad Estatal de Ohio.