Las muertes relacionadas con el ozono podrían aumentar hasta un 94% si no se controla la calidad del aire

A esa conclusión llegó un estudio de la Universidad de Yale. Advirtió sobre la necesidad de fortalecer las actuales regulaciones ambientales para evitar esta tendencia. De qué forma se llegó a esa conclusión y los detalles del análisis

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El ozono troposférico es altamente nocivo para la salud, a diferencia del estratosférico que conforma la capa de ozono y nos protege de los rayos UV emitidos por el sol (EFE/Felipe Trueba)
El ozono troposférico es altamente nocivo para la salud, a diferencia del estratosférico que conforma la capa de ozono y nos protege de los rayos UV emitidos por el sol (EFE/Felipe Trueba)

El ozono a nivel del suelo, producto de reacciones entre otros contaminantes en la atmósfera, puede provocar tos y dificultad para respirar, empeorar el asma y dañar las vías respiratorias. La exposición a corto plazo al ozono a nivel del suelo puede provocar enfermedades respiratorias y cardiovasculares y se ha relacionado con tasas más altas de muerte prematura.

Un estudio internacional dirigido por científicos de la Escuela de Salud Pública de Yale adviritió que las muertes relacionadas con el ozono aumentarán significativamente en muchas partes del mundo durante las próximas dos décadas a menos que se fortalezcan las actuales regulaciones sobre el clima y la calidad del aire. El documento fue publicado en One Earth.

Los hallazgos se basan en un examen de la exposición a corto plazo al ozono a nivel del suelo y la mortalidad diaria en 406 ciudades de 20 países y regiones. Se cree que es la investigación geográficamente más grande y completa sobre este tema hasta la fecha.

Cuando los componentes químicos de los gases producidos por procesos industriales entran en contacto con la luz solar desencadenan una reacción que da como resultado ozono a nivel del suelo (EFE/Georgi Livocski)
Cuando los componentes químicos de los gases producidos por procesos industriales entran en contacto con la luz solar desencadenan una reacción que da como resultado ozono a nivel del suelo (EFE/Georgi Livocski)

La mala calidad del aire es el mayor riesgo ambiental para la salud humana. El ozono troposférico, un gas altamente reactivo que es el componente principal del smog, dificulta la respiración. Se ha relacionado con problemas respiratorios y enfermedades cardiovasculares y puede provocar enfermedades y muerte prematura.

Al realizar su estudio, los investigadores recopilaron datos epidemiológicos de ciudades de América del Norte, Europa, Asia, Australia y África. Luego utilizaron proyecciones del modelo climático CMIP6 de última generación para calcular futuras muertes relacionadas con el ozono en cuatro escenarios diferentes de clima y calidad del aire.

El documento encontró que las muertes relacionadas con el ozono aumentarían entre 45 y 6.200 personas al año en esas ciudades entre 2010-2014 y 2050-2054. Las proyecciones variaron según el impacto de diferentes escenarios climáticos y regulatorios, así como factores específicos de la región para diferentes ciudades, como el clima local, el tamaño de la población, las tasas de mortalidad y las emisiones contaminantes.

En el escenario en el que se implementaran fuertes controles climáticos y de calidad del aire, se proyectó que las muertes relacionadas con el ozono aumentarían en un 0,7% entre 2010-2014 y 2050-2054. En aquél con políticas climáticas débiles pero regulaciones estrictas sobre la calidad del aire, las muertes relacionadas con el ozono aumentarían en un 56%. En la alternativa con controles débiles tanto del clima como de la contaminación del aire, el aumento fue del 94%.

La manera de reducir el efecto nocivo de este gas es implementar medidas estrictas para disminuir la contaminación atmosférica a nivel global (REUTERS/Anushree Fadnavis)
La manera de reducir el efecto nocivo de este gas es implementar medidas estrictas para disminuir la contaminación atmosférica a nivel global (REUTERS/Anushree Fadnavis)

Cuando se trató de determinar las fracciones de mortalidad, que es el número de muertes por exceso agudo relacionadas con el ozono dividido por el número total de muertes, todos los escenarios vieron un aumento en la mortalidad relacionada con el ozono (0,17% a 0,22%) excepto uno. El único escenario que proyectó una disminución en la fracción de mortalidad (0,17% a 0,15%) adoptó estrictos controles climáticos y de calidad del aire consistentes con el Acuerdo Climático Internacional de París. Este artículo es una prueba más de los beneficios para la salud que se pueden lograr si más países se adhirieran a estos objetivos.

En los cuatro escenarios climáticos que estudiaron, sólo el escenario que esté de acuerdo con aquellos parámetros de París vería una reducción en la fracción de mortalidad relacionada con el ozono en el futuro

Los científicos dijeron que se necesitan urgentemente controles más estrictos sobre el clima y la calidad del aire, ya que se espera que la exposición humana al ozono a nivel del suelo aumente en los próximos años debido al calentamiento global, el crecimiento demográfico y el aumento de las emisiones de contaminantes.

En la alternativa con controles débiles tanto del clima como de la contaminación del aire, el aumento fue del 94% (ALFREDO ESTRELLA / AFP)
En la alternativa con controles débiles tanto del clima como de la contaminación del aire, el aumento fue del 94% (ALFREDO ESTRELLA / AFP)

El ozono a nivel del suelo es un componente importante de la contaminación del aire que se produce cuando el deterioro atmosférico procedente de los gases de escape de los automóviles, los procesos industriales y los productos químicos volátiles como el disolvente de pintura y otros disolventes interactúan con la luz solar.

Actualmente, los estándares climáticos y de calidad del aire de muchos países no alcanzan lo necesario para mitigar la amenaza del ozono a nivel del suelo. En el presente estudio, los científicos establecieron 70 microgramos de ozono por metro cúbico de aire como umbral de exposición máxima permitida, un estándar adoptado anteriormente en evaluaciones similares. Por el contrario, el estándar actual de calidad del aire establecido por la Organización Mundial de la Salud es de 100 microgramos. En Estados Unidos es aproximadamente 137, Europa 120, México 137 y China 160.

* Kai Chen es profesor Asistente de Epidemiología (Salud Ambiental); Director de Investigación, Cambio Climático y Salud; Subdirector de Facultad, Cambio Climático y Salud; Facultad afiliada, Instituto de Yale para la Salud Global.

*La información contenida en este artículo periodístico se desprende de la investigación denominada “Se prevé que el exceso de mortalidad aguda relacionado con el ozono aumentará en ausencia de controles climáticos y de calidad del aire compatibles con el Acuerdo de París” del que Chen publicada en One Earth de la que también formaron parte Nina GG Domingo, Arlene M. Fiore, Jean-François Lamarque, Patricio L. Kinney, Leiwen Jiang, Antonio Gasparrini, Susanne Breitner, Eric Lavigne, Joana Madureira, Pierre Masselot, Susana das Neves Pereira da Silva, Chris Fook Sheng Ng, Jan Kyselý, Yuming Guo, Shilu Tong, Haidong Kan, Aleš Urban, Hans Orrú, Marek Maasikmets, Mathilde Pascal.

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