Desde el 21 de enero al 12 de febrero una ola de calor intensa golpeó a la población de Argentina. Empezó en el norte de la Patagonia y terminó en el Noreste del país. Duró 23 días. Mientras tanto, el Mar Argentino también registró un récord de temperatura máxima mensual.
Las aguas del mar cerca de Mar del Plata tuvieron una temperatura de 24,7 grados, según informó el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), que es el organismo público de la Argentina que asesora en el uso racional de los recursos pesqueros.
Al comparar las estadísticas mensuales principales, durante enero 2024 se registró el máximo mensual absoluto de 24,7°C, “además del aumento de todas las medidas estadísticas principales, con apartamiento promedio de 0,9°C y de 1,6° en el mínimo”, aclararon los expertos.
En diálogo con Infobae, Graciela Molinari, licenciada en oceanografía e investigadora del gabinete de oceanografía física del INIDEP, explicó: “El récord de la temperatura en la superficie del mar registrado en la última quincena de enero de 2024 podría deberse al predominio del viento con componente del sector Norte, a las altas temperaturas del aire en la superficie, y a que hubo pocas nubes”.
A su vez, aclaró que un sistema de alta presión frente al litoral bonaerense permanente durante varios días hizo que se produjeran las altas temperaturas del aire. Esa temperaturas del aire fueron superiores a los 30 grados la mayoría de los días desde el día 22 de enero pasado.
Los datos de las mediciones fueron obtenidos con un termómetro instalado en la estación de Observación Costera EOC del Servicio Hidrográfico Naval, a intervalos de 5 minutos.
Para validar las observaciones, se comparó con mediciones semanales en el muelle de la escollera Norte de Mar del Plata, y con el valor medio mensual climatológico y los cuartiles mensuales calculados con los registros adquiridos en la Estación entre enero de 2013 hasta la fecha.
La temperatura en la superficie del mar en Mar del Plata durante enero pasado aumentó desde los 18,0°C registrados el día 1 hasta el máximo de 24,7°C del día 29.
En el reporte del INIDEP, se informó que hasta el día 16 de enero, la temperatura osciló alrededor del valor medio mensual, cercano a los 21,8 grados.
A partir del día 17 se mantuvo por encima del umbral que determina a los valores más altos registrados durante el período 2013-2024, que son los 22,8°C, favorecida por vientos predominantes con componente del sector Norte, las altas temperaturas del aire en la superficie y la poca presencia de nubes.
El 30 de enero hubo un descenso de la temperatura en la superficie del mar a la surgencia de aguas más frías del fondo hacia la superficie provocado por la acción persistente de vientos del sector del Noreste, “la que podría transportar del agua superficial hacia afuera de la costa”, señalaron los expertos.
“El record de temperatura que se observó en nuestros registros se debió fundamentalmente al calentamiento producido en la atmósfera que transfirió calor a la capa superficial del oceano. Nuestras observaciones no escapan a lo que se ha documentado a nivel mundial. En enero hubo también un récord histórico de temperaturas de los mares”, afirmó Raúl Reta, responsable del Gabinete de Oceangrafia Física del INIDEP, al ser consultado por Infobae.
“Esas ultimas observaciones son temperaturas medias diarias globales de la temperatura de la superficie del mar, entre 60° N y 60° S de latitud, alcanzando los 20,97 grados. Este récord fue inclusive más cálido en 0,26 grados comparado con la medición de enero de 2016, que había sido la más alta″, agregó Reta.
Días atrás, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), liderada por la científica argentina Celeste Saulo, informó que las temperaturas de la superficie del mar fueron excepcionalmente altas durante gran parte del año 2023, y se produjeron perniciosas olas de calor marinas de intensidad severa.
En la Antártida, la extensión del hielo marino fue la más baja jamás registrada, tanto para el mínimo de finales de verano (en febrero), como para el máximo de finales de invierno (en septiembre).
“Estos cambios a largo plazo en nuestro clima se manifiestan a diario en las condiciones meteorológicas. En 2023, el calor extremo afectó a la salud de las personas y contribuyó a alimentar devastadores incendios forestales. Lluvias intensas, crecidas, inundaciones y ciclones tropicales que se intensificaron rápidamente dejaron un rastro de destrucción y muerte, además de cuantiosas pérdidas económicas”, se afirmó en el comunicado oficial de la OMM.
“La actividad humana está abrasando la tierra. En el año 2023 vimos un mero anticipo del futuro catastrófico que nos espera si no actuamos ahora. Debemos responder al aumento sin precedentes de la temperatura con medidas innovadoras”, afirmó el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres.
“Todavía podemos evitar las peores consecuencias de la catástrofe climática. Pero solo si actuamos de inmediato con la ambición necesaria para limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 grado y lograr la justicia climática”, declaró.