Los gases de efecto invernadero, como el metano, son una fuente importante de preocupación a nivel global. Porque contribuyen al calentamiento global. El metano representa el 16% (en volumen) del total anual de emisiones de efecto invernadero a partir de actividades humanas. Una fuente de emisión del gas metano es la acumulación de basura en vertederos que han aumentado a partir del aumento de la población humana, la industrialización y la urbanización en el mundo.
Se han producido más de 1.000 fugas del potente gas de efecto invernadero metano de los vertederos de residuos desde 2019, según reveló el diario The Guardian.
Lo informó en base a un análisis de los datos de satélites globales de todo el mundo, que hizo una empresa privada Kayrros, dedicada a la inteligencia ambiental.
El análisis señaló que los países más poblados del sur de Asia son un punto caliente para esos eventos de gran emisión de metano, así como también lo son la Argentina y España.
Los vertederos emiten metano cuando los residuos orgánicos, como restos de comida, madera, cartón, papel y restos de jardín, se descomponen en ausencia de oxígeno. El metano atrapa 86 veces más calor en la atmósfera que el dióxido de carbono a lo largo de 20 años.
Un total de 1.256 grandes fugas de metano se produjeron entre enero de 2019 y junio de 2023, según los nuevos datos. Pakistán, India y Bangladesh encabezan la lista de naciones con más fugas de gran tamaño, seguidos de Argentina, Uzbekistán y España, según difundió The Guardian.
Los datos sobre Argentina deberían manejarse con precaución porque el análisis tiene limitaciones, según Nadia Mazzeo, licenciada en ciencias ambientales, especialista en planificación urbana y regional y docente de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.
“Hay diferentes tipos de vertederos en el mundo. Las directivas del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) los clasifican en cuatro categorías: los vertederos no controlados poco profundos y los profundos, los rellenos sanitarios y los sitios de disposición final sin categoría. En los rellenos sanitarios se hace compactación y se disminuyen los espacios ocupados por aire. De esta manera, los residuos son degradados sin presencia de oxígeno, lo que aumenta las emisiones de metano en comparación con sitios de disposición final en donde el acceso a oxígeno durante la descomposición es mayor”, comentó en diálogo con Infobae.
La especialista afirmó: “No se puede decir hoy que la Argentina sea uno de los mayores emisores de metano a partir de rellenos sanitarios, porque los datos difundidos por Kayrros solo consideran al relleno sanitario que recibe los residuos de toda el Área Metropolitana de Buenos Aires: el Complejo Ambiental Norte III de la CEAMSE. También hay rellenos sanitarios en otras zonas del país”.
De acuerdo con el Ministerio de Capital Humano de la Argentina, hay 41 rellenos sanitarios en el país y 234 basurales. “No se han realizado mediciones como las detalladas por Kayrros en todos los sitios de disposición final”, señaló Mazzeo. “Sí se sabe que sólo el 5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de Argentina corresponden al sector residuos”, añadió.
En diálogo con Infobae, Sergio Federovisky, biólogo y ex viceministro de Ambiente de la Nación hasta diciembre pasado, explicó que “en la Argentina hay un problema de jurisdicción. La responsabilidad de disposición de los residuos está a cargo de los Municipios, y no hay organismo público que se ocupe de medir la cantidad de emisiones de metano a partir de residuos”.
Por lo cual, también opinó que los datos sobre emisiones son limitados. “Nuestro país debería hacer sus mediciones propias sobre las emisiones de metano y tener una política federal de tratamiento de captación, basada en datos”, sostuvo Federovisky.
En la cumbre climática de las Naciones Unidas de 2021, más de 100 países se comprometieron a reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030.
La descomposición de los residuos genera alrededor del 20% de las emisiones de metano causadas por el ser humano. La mayor parte procede de la agricultura (aproximadamente el 40%) y los combustibles fósiles (35%).
El presidente de la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA), Carlos Silva Filho, declaró que el objetivo global para 2030 es imposible si no se abordan las emisiones de la industria de residuos.
“Reducir el metano es la única solución para alcanzar el objetivo mundial de 1,5 ºC de temperatura”, afirmó. “Si realmente nos centramos en reducir las emisiones de metano del sector de los residuos, cambiaremos las reglas del juego”, consideró.
Un estudio de científicos de Austria, liderados por Wolfgang Schöpp y colegas, del Programa de Calidad del Aire y Gases de Efecto Invernadero del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), y la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida han afirmado que las emisiones de los vertederos no gestionados podrían duplicarse para el año 2050 a medida que crezca la población urbana, echando por tierra la posibilidad de evitar una catástrofe climática.