El 2023, la Tierra batió récords mundiales de calor anual y se acercó más al umbral de calentamiento de 1,5°C que los países pusieron como límite al firmar el Acuerdo de París.
El año pasado superó todas las marcas anteriores y alcanzó una temperatura promedio mundial de 14,98 grados y fue el primero en registrar todos los días más de un grado más cálidos que en el periodo preindustrial de 1850-1900.
Según informó el programa Copernicus de la Comisión Europea, 2023 registró 0,17 grados más que la temperatura del 2016, el último año más cálido.
Pero el año 2024 podría ser incluso peor.
“El cambio climático es la mayor amenaza mundial de nuestro tiempo, y el aumento de la desigualdad agrava sus efectos. Acabamos de vivir el año más caluroso jamás registrado y 2024 puede ser aún más caluroso y extremo una vez que el impacto total de El Niño en curso se manifieste en las temperaturas y los fenómenos meteorológicos”, afirmó Celeste Saulo, la científica del Conicet de la Argentina que asumió el 4 de enero pasado como secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial, con sede central en Ginebra, Suiza.
El Niño se desarrolló rápidamente durante julio y agosto. Alcanzó una intensidad moderada en septiembre de 2023. Es un fenómeno que se produce por término medio cada dos o siete años y suele durar entre nueve y doce meses.
Qué significa el fenómeno de El Niño
Varios siglos atrás, los pescadores de Perú y Ecuador hablaban de El Niño para referirse a las aguas inusualmente cálidas que reducían sus capturas justo antes de Navidad. Gracias a la investigación científica más adelante se explicó que se trata de un fenómeno natural y recurrente que ahora se llama “El Niño-Oscilación Austral (ENOS)”.
Está caracterizado por la fluctuación de las temperaturas oceánicas en el Pacífico ecuatorial, unida a cambios en la atmósfera. Esos cambios influyen notablemente en los patrones climáticos de diversas partes del mundo. La OMM ya avisó que se prevé que el actual episodio de El Niño se prolongará al menos hasta abril de 2024
El programa Copernicus fue el primero de varios equipos de agencias científicas en calcular la temperatura de 2023, que superó en 1,48 grados a la de la era preindustrial. Esa cifra está apenas por debajo del límite de 1,5 grados que el mundo esperaba mantener en el acuerdo climático de París de 2015 para evitar los efectos más graves del calentamiento.
Ahora, el mes de enero de 2024 va en camino a tan cálido que, por primera vez, un periodo de 12 meses superará el umbral de 1,5 grados, según afirmó la subdirectora de Copernicus, Samantha Burgess.
Los científicos han dicho en repetidas ocasiones que la Tierra necesitaría una media de 1,5 grados de calentamiento a lo largo de dos o tres décadas para que se produjera un incumplimiento técnico del umbral.
El objetivo de 1,5 grados “tiene que (mantenerse) vivo porque hay vidas en peligro y hay que tomar decisiones. Y estas decisiones no nos afectan a usted y a mí, sino a nuestros hijos y a nuestros nietos”, afirmó Burgess, según informó la agencia AP.
Al calentamiento global causado por las emisiones de gases invernadero como consecuencias de las actividades humanas, se le sumó el impacto de El Niño.
Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, escribió en un blog que El Niño desempeña un papel más importante en las temperaturas globales al año siguiente de su inicio. Es decir, será en 2024. En cambio, en 2023, el calor surgió lejos de la influencia de El Niño sobre el norte de los océanos Atlántico y Pacífico.
Qué pasó en 2023
Durante 2023 “se batieron récords durante siete meses. Tuvimos los meses más cálidos de junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre”, dijo Burgess. “No fue sólo una estación o un mes excepcional. Fue excepcional durante más de la mitad del año”.
También es el primer año con todos los días más de un grado más cálidos que en el periodo preindustrial”, declaró Burgess.
Según el programa Copernicus, el año 2023 fue tan cálido por la combinación de un calentamiento climático continuado y la aparición de El Niño.
Pero también hubo “factores imprevistos adicionales -algunos de los cuales aún se están investigando científicamente”, informó. Esos factores contribuyeron a las temperaturas extremas en 2023.
Durante 2023 las olas de calor azotaron en julio a Europa, América del Norte, China y muchos otros lugares el año pasado. Se sufrió una extraordinaria ola de calor en invierno en partes de Brasil, Chile, Paraguay y Argentina, y se batieron récords de temperatura.
Por ejemplo, la ciudad de Buenos Aires vivió el comienzo de agosto más caluroso desde 1905, con temperaturas que alcanzaron los 30 grados centígrados frente a los 15 grados habituales para esta época del año.
Más allá de las olas de calor, también el calentamiento global estuvo asociado con otros fenómenos meteorológicos más extremos, como la prolongada sequía que asoló el Cuerno de África, las lluvias torrenciales que destruyeron presas y mataron a miles de personas en Libia y los incendios forestales de Canadá que contaminaron el aire desde Norteamérica hasta Europa.
En diciembre, los países reunidos en diciembre para las negociaciones anuales de las Naciones Unidas sobre el clima, en la llamada COP28, acordaron que el mundo debe abandonar los combustibles fósiles causantes del cambio climático. Sin embargo, no establecieron requisitos concretos.