(Desde Montevideo, Uruguay) - Una imagen extraña se ha visto en los últimos días en las playas de Montevideo. Funcionarios de la intendencia local recorren la arena cubiertos enteramente por un mameluco blanco, con capucha y tapaboca, y se dedican a fumigar posibles focos de contagio de la gripe aviar. Esta semana, por ejemplo, los trabajadores de la municipalidad fueron advertidos por dos animales muertos en la costa y situaciones similares se reiteran desde agosto, cuando en una de las playas de la capital apareció por primera vez un león marino contagiado de la influenza.
Los casos de animales contagiados y muertos no han parado de crecer en el último mes. La Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca contabiliza en el entorno de los 400 leones y lobos marinos muertos en la costa uruguaya. El jefe de esa oficina, Jaime Coronel, informó a Subrayado que más de 350 ya fueron enterrados.
Si bien no se ha determinado la cantidad de animales que mueren como consecuencia de la gripe aviar, los últimos datos muestran que el 47% de los hisopados que se realizan tiene resultado positivo.
La Dinara está estudiando este problema desde hace más de 20 días y registra un aumento en la muerte de estos animales, aseguró Coronel. El departamento más afectado es Rocha, con playas sobre el Océano Atlántico, seguido por Maldonado, Canelones, Montevideo, San José y Colonia.
Coronel detalló que los animales más afectados por la gripe aviar son los lobos marinos, que en general se encuentran en las playas de Rocha. Los departamentos que tienen costa al Río de la Plata, en tanto, registran una menor mortalidad.
Hace tres semanas, los ministerios de Ambiente, Ganadería, Agricultura y Pesca y Salud Pública informaron de los primeros casos de la influenza aviar H5 y advirtieron que se trata de una enfermedad que en los animales no tiene cura. “El virus genera afectaciones musculares, neurológicas y respiratorias que llevan a la muerte”, aseguraron esas carteras en un comunicado. Aclararon que para la salud humana la infección es de “bajo riesgo” y que hasta ahora se desconocen los casos de transmisión de virus de mamíferos marinos a personas.
Uruguay es el país con la mayor colonia de lobos de Sudamérica y el ingreso de esta influenza podría generar una reducción de estas poblaciones, alertan en el gobierno. La Isla de Lobos (ubicada a 8 kilómetros de Punta del Este) y Cabo Polonio (en Rocha) son los lugares uruguayos donde más se concentran estos animales.
El ministro de Ganadería, Fernando Mattos, aseguró, en una rueda de prensa el 20 de septiembre, que los casos registrados no implican una “situación explosiva”.
La ONG animalista Fauna Marina lamentó en su cuenta de Instagram la aparición de estos lobos marinos afectados por la gripe aviar. En un posteo sugieren mantener distancia de los animales, una medida que consideran “esencial para minimizar el riesgo de transmisión”, y recomiendan proteger a las mascotas.
“No interfieras con los lobos marinos. Merecen tranquilidad y respeto. Evita molestarlo”, dice la publicación. Para los representantes de Fauna Marina estos son “momentos difíciles” y consideran clave la “compasión y responsabilidad hacia la vida silvestre que comparte” el entorno.
La aparición de animales en la costa uruguaya ha provocado situaciones insólitas, como las de un lobo que salió del agua del Río de la Playa, cruzó la rambla de Montevideo e ingresó en la fuente de un jardín de un edificio. Otros aparecieron en la calle Gorlero, la principal de Punta del Este, o durmiendo en la terminal de ómnibus de esa ciudad.
El experto Richard Tesore, de la ONG Fauna Marina, dijo que estas situaciones se dan porque los animales buscan refugio en esas edificaciones, en especial en los días fríos.