De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el agua “es esencial para el bienestar del ser humano, la producción de energía y alimentos, la salud de los ecosistemas, la igualdad de género, la reducción de la pobreza y mucho más”. En tanto, para la entidad “la demanda de este preciado recurso sigue aumentando: unos 4000 millones de personas sufren una grave escasez de agua durante al menos un mes al año”.
“Siendo el agua tan crucial para muchos aspectos de la vida, es importante garantizar su protección y una gestión adecuada para que todo el mundo tenga un acceso equitativo”, postulan desde la ONU, y, en ese marco, llaman a llevar a cabo “algunas acciones sencillas que pueden incorporarse a las rutinas diarias”.
Es que en un mundo en constante cambio, donde los recursos naturales se ven amenazados, la gestión eficiente del agua se ha convertido en una prioridad. En el marco de la Semana Mundial del Agua, que se celebra entre el 20 y el 24 de agosto, un repaso por las claves para ahorrar agua en casa mediante prácticas cotidianas.
10 claves para una gestión eficiente del agua en el hogar
1- Duchas eficientes. Reducir el tiempo bajo la ducha y cerrar el grifo durante el enjabonado puede marcar una diferencia notable. En tanto, la instalación de cabezales de duchas de bajo flujo también contribuye a la conservación del agua. “Dado que el 44% de las aguas residuales domésticas no se tratan de forma segura, ducharse menos es una forma estupenda de ahorrar este preciado recurso”, plantea la ONU.
2- Apagar los aparatos tecnológicos durante la noche. Según Naciones Unidas, “actualmente, el 90% de la generación de energía es intensiva en agua. Por lo tanto, apagar nuestros dispositivos cuando no los estamos usando significa que se necesita producir menos energía”.
3- Reducir la contaminación. Esta clave consiste, de acuerdo a la ONU, en “no tirar desperdicios de alimentos comestibles, aceites, medicamentos y productos químicos en el inodoro o desagües. Se estima que un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o se desperdician. Reducir el desperdicio de alimentos reduce la demanda de la agricultura, que es uno de los mayores consumidores de agua. Por lo tanto, es fundamental disminuir el desperdicio de alimentos para ahorrar agua”.
4- Vigilancia constante de infraestructuras. Las fugas en las cañerías, por pequeñas que sean, pueden resultar en un desperdicio significativo de agua a lo largo del tiempo. Por ende, es esencial realizar revisiones periódicas de tuberías y grifos para asegurarse que no existan pérdidas. Actualmente, las innovaciones tecnológicas, como los sistemas de monitoreo satelital, pueden ayudar a detectar y gestionar fugas en redes.
5- Prácticas inteligentes en la cocina. Cocinar al vapor en lugar de hervir no solo conserva mejor los nutrientes de los alimentos -favoreciendo a la salud- sino que también requiere menos agua. Además, al lavar los platos, es recomendable llenar un fregadero o recipiente en lugar de dejar correr el agua para, de este modo, lograr un ahorro significativo.
6- Reutilización del agua. “Hay que proteger a la naturaleza: planta un árbol o crea un jardín de lluvia y utiliza soluciones naturales para reducir el riesgo de inundaciones y almacenar agua”, dice la ONU. En ese sentido, por ejemplo, las piscinas de las casas no necesitan ser vaciadas con frecuencia: más bien, es recomendable mantenerlas en buenas condiciones. Además, el agua de lluvia puede ser recolectada y utilizada para cuidar las plantas, ofreciendo, de esta manera, una solución sostenible y duradera.
7- Optimización en la elección de bebida. El uso de botellas recargables, especialmente para hacer ejercicio o, incluso, en la oficina, reduce la demanda de los recipientes de agua desechables. Además, los hielos no utilizados pueden ser aprovechados para regar las plantas, entre otros ejemplos.
8- Participación activa en el cuidado del agua. “Participar en la limpieza de ríos, lagos o humedales locales, plantar un árbol o crear un propio jardín acuático: estas acciones pueden ayudar a proteger los ecosistemas acuáticos de la contaminación, reducir el riesgo de inundaciones y almacenar el agua de forma eficaz”, sugiere la ONU con respecto a las acciones individuales que, desde el hogar y para afuera, marcan la diferencia.
9- Jardinería adaptada al entorno. Regar las plantas durante las horas de menor intensidad solar reduce la evaporación del agua. Bajo esta idea, puede resultar favorable seleccionar plantas nativas que requieran menos riesgo.
10- Promoción del ahorro de agua y conciencia. Informar y educar a la comunidad sobre la importancia del agua asegura que más individuos adopten prácticas sostenibles. La educación es una herramienta poderosa para el cambio. “Organice un concierto, juegue un evento deportivo para llamar la atención sobre los problemas locales de agua y saneamiento”, recomienda la ONU.
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